El youtuber Lukka Ventures se coló en la mansión de Jermaine Pennant, aparentemente desabitada, y compartió lo que halló en un vídeo colgado en su canal. Así descubrió una plantación industrial de marihuana, algo que, según se ha publicado, sorprendió mucho al que fuera futbolista de la Premier League o del Real Zaragoza.
Tal y como ha informado The Sun, Pennant no sabía nada de esta plantación de cannabis en la casa que compró en el año 2006, cuando militaba en las filas del Liverpool, por más de 3 millones de euros. Daily Mail ha ampliado la información señalando que una banda de narcotraficantes ocupó la mansión para llevar a cabo sus actividades delictivas.
La casa, que cuenta con una pista de tenis, una piscina cubierta, un estanque o un jacuzzi, entre otros lujos, fue construida en el año 1930 en la exclusiva zona de Hale Road y lleva desabitada desde que Jermaine Pennant se separase en 2020 de la que fuera su pareja, Alice Goodwin.
En el vídeo de YouTube se puede ver cómo Lukka Ventures encuentra la plantación en la mansión propiedad de Pennant: "Chicos, acabamos de entrar en un cultivo masivo de cannabis en la casa de un exfutbolista... ¡Guau, esta es la casa del exfutbolista Jermaine Pennant y mira las montañas de hierba por todas partes! Hay tantas cosas que apesta".
Pennant, en el Zaragoza
Jermaine Pennant no solo jugó en Inglaterra, también pasó por España en la temporada 2009/2010 para jugar en el Zaragoza. Aunque se le recuerda más por su vida fuera de los terrenos de juego que por su rendimiento dentro de ellos. "La vida nocturna era muy mala. Era como salir entre estudiantes, casi todo el mundo era muy joven. Por eso aprovechábamos durante los desplazamientos", llegó a asegurar en El Periódico de Aragón.
Cuando dejó el Zaragoza, firmó por el Stoke City y también hay una anécdota muy sonada de aquello: "Tenía que tomar un tren a Madrid para volar hacia Mánchester y firmar el acuerdo con el Stoke City. Era 31 de agosto y estaba a punto de perder el tren. Si lo perdía se acababa todo. Así que me bajé del Porsche Cayenne a toda pastilla y dejé las llaves en la guantera del coche".
"Sabía que iba a volver para recuperarlo, no estoy tan mal como para abandonar un coche tan caro. Le dije a mi traductor Fernando que fuera a la estación, cogiera el coche y pagase el ticket del aparcamiento, luego se lo ingresaría, y tuvo que pagar casi 500 euros. Le dije que no se preocupase, que el coche estaba abierto. El pobre quedó alucinado. '¡Un Porsche abandonado y abierto! ¿Estás loco?', me dijo", reveló Pennant.