El FC Barcelona ha movido palancas este verano para asegurarse grandes fichajes con los que intentar hacer un equipo campeón. Era la receta hacia el éxito con la que Joan Laporta había conseguido ganar las elecciones a la presidencia unos meses antes. Sin embargo, el plan no parece estar dando los frutos esperados.
La entidad azulgrana cerró el pasado curso sin títulos ni victorias importantes. Y este año, las cosas no están yendo mucho mejor. Las palancas sí han surtido efecto ya que este verano se han producido fichajes tan importantes como los de Lewandowski, Koundé o Raphinha.
Sin embargo, lo que no ha estado a la altura de estos movimientos han sido los resultados, ya que el FC Barcelona está a punto de quedarse fuera de la Champions por segunda temporada consecutiva y ha cedido el liderato en La Liga en favor del Real Madrid. Esta situación ha provocado una crisis interna en el Barça y es que la amenaza de ruptura entre vestuario y directiva ha llegado mucho antes de lo que la cúpula culé esperaba. Para colmo, la continuidad de Xavi pende de un hilo.
Laporta se ha movido en los despachos para crear una mejor plantilla, pero también lo ha hecho para poner el club a su gusto. O al menos, lo ha intentado. El último conflicto interno que se ha generado en la entidad catalana ha llegado por culpa de un fichaje del presidente que, poco después, se ha roto. Se trata Joan Maria Piqué, antiguo miembro del Govern cercano a figuras tan polémicas como Carles Puigdemont, Quim Torra o Artur Mas. Un fichaje de con el sello del independentismo bien marcado.
El otro Piqué del Barça
Uno de los nombres que más de actualidad está en el Barça es Gerard Piqué. Pero no por motivos deportivos, si no por todos los conflictos externos que tiene. Sin embargo, en las últimas horas también ha ganado protagonismo otro Piqué, en este caso Joan Maria. Este periodista catalán pro independentismo estaba llamado a ser el nuevo fichaje de Laporta. Sin embargo, un conflicto interno en el club ha provocado que las negociaciones entre ambas partes se vinieran abajo.
El universo de Joan Maria Piqué son las comunicaciones. Su último cargo había sido el de director general de Análisis y Planificación Estratégica de la Acción Exterior de la Generalitat. Pero antes, además de su paso por varios medios, había tenido cargos importantes relacionados con la comunicación en diferentes departamentos de la Generalitat como el de presidencia.
Sin embargo, el puesto por el que más se le recuerda es por haber sido jefe de prensa y comunicación de Artur Mas durante su etapa como presidente del Govern. Una función que marca claramente su línea ideológica. Pero hay más, ya que Joan Maria Piqué también ha sido en los últimos años hombre importante de la comunicación de personajes tan mediáticos como Quim Torra o Carles Puigdemont. Casualmente, también ha trabajado en Bruselas como jefe de campaña y comunicación de Junts por Cataluña en Bélgica.
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Estas credenciales le hacían el candidato idóneo que Joan Laporta quería poner al frente del departamento de comunicación del FC Barcelona en el área internacional. El lugar ideal para vender la imagen de la entidad catalana de la mano del independentismo hacia el mundo sin generar excesivo ruido en España. Una persona que comulga con los valores del presidente del club y al que podría considerarse de su misma cuerda.
La crisis interna que padece el Govern, casi tan grande como la del Barça, provocó que Joan Maria Piqué decidiera buscar acomodo en el exterior cuanto antes. Dimitió de sus funciones antes de ser cesado. Fue ahí cuando le llegó el ofrecimiento desde el club catalán para formar parte de un departamento que ahora mismo lidera Alex Santos desde que Laporta llegó a la presidencia. El máximo mandatario quería un refuerzo que hiciera fuerte sus ideas políticas dentro del club y encontró en el otro Piqué a un buen aliado.
Tal y como ha confesado el periodista, llegó a un preacuerdo con el club para pasar a ocupar su nuevo cargo. El pacto estaba sellado bajo firma. Sin embargo, el hecho de que la noticia se hiciera pública antes de tiempo provocó una guerra interna. Sobre la mesa de Laporta fueron cayendo varios informes de personas importantes del club que desaconsejaban este movimiento.
Y finalmente, el presidente ha tenido que desistir en su idea. Un movimiento bastante extraño y una concatenación de sucesos muy importante que ha provocado otro enfrentamiento en el Barça y la ruina de este esperado fichaje. Sobre la mesa de Laporta hay más nombres, pero quizás ninguno con el currículum de Joan Maria Piqué, algo que interesa y mucho al actual presidente.
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El viejo discurso de Laporta
El fichaje, al final frustrado, de Joan Maria Piqué, es uno más de los muchos ejemplos que relacionan a Laporta con el independentismo. Una tendencia política que el presidente nunca ha escondido y que siempre que ha podido ha unido a su papel en el Barça. De hecho, una de las bases de su candidatura para regresar a la presidencia era volver a recuperar esa fuerza política que tuvo la entidad catalana durante su primer mandato.
Nada más presentar su nuevo proyecto, Joan Laporta quiso marcar una diferencia en el aspecto político respecto a la junta directiva saliente. Mientras Josep Maria Bartomeu se había mostrado más tibio en los asuntos políticos, Laporta ha ido con todo. Por ello, no ha dudado en vestir al Barça con la Senyera para un Clásico o invitar a un duelo contra el Real Madrid en el Camp Nou al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés.
Laporta es un independentista declarado y nunca ha dudado en cantarlo a los cuatro vientos. Además, sabe que la política es una gran forma de agitar a las masas. Y a falta de títulos y recursos económicos, utilizar el discurso social es una forma de ganarse apoyos extra.
Mientras con Bartomeu el Barça estuvo a punto de quedarse fuera del registro de entidades a favor del derecho a decidir, con Laporta, si fuera necesario salir a batallar por defender el independentismo, se pondría a disposición de esta elección política toda la fuerza que el altavoz que ofrece uno de los clubes más importantes del mundo ofrece.
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El presidente del Barça, abogado de profesión, ya hizo sus pinitos en política sin demasiado éxito. Fue diputado del Parlamento catalán y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, desde su trono en la entidad culé siempre ha tenido más fuerza para transmitir su mensaje.
Ahora, con la incorporación de Joan Maria Piqué, pretendía dar otro paso en esa idea, para hacer una exposición internacional del club mucho más cercana a los deseos de los portadores de los lazos amarrillos y de los defensores de la existencia de presos políticos.