La Fiscalía pide de 9 a 31 meses de cárcel para 82 ultras del Dépor y del Atlético por su reyerta

La Fiscalía Provincial de Madrid solicita penas que oscilan entre los nueve y los 31 meses de prisión para 82 hinchas que participaron en una pelea el 30 de noviembre de 2014 en Madrid.

Una parte de ellos forman parte del Frente Atlético (seguidores violentos del Atlético de Madrid) y la otra, del Riazor Blues (del Deportivo de A Coruña). La riña tumultuaria tuvo lugar en un parque de la capital, cercano al río Manzanares, horas antes de comenzar el partido entre ambos equipos, que se celebró en el Estadio Vicente Calderón.

Durante los hechos, llegó a fallecer Jimmy, un miembro del Riazor Blues, cuya muerte fue investigada en un procedimiento distinto.

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Tal y como ha informado el Ministerio Público, la Fiscalía pide nueve meses de prisión para todos los acusados por un delito de riña tumultuaria, aunque a cinco de ellos les aplica la agravante de reincidencia y se eleva la petición a un año de prisión.

Para A C., O. G., y J. K. M., el fiscal solicita otro año de prisión por un delito de atentado y otros diez meses por el delito de lesiones. Y reclama otros 18 meses de prisión para A. M. J., D. A. A., J. E. A. R. y J. L. Z. P. por un delito de tenencia ilícita de armas.

Todos ellos serán juzgados el próximo día 1, a partir de las 9:30, en el Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid.

En su escrito de acusación, la Fiscalía recuerda que el 30 de noviembre de 2014, los ultras de ambos equipos "se convocaron mediante mensajes en las redes sociales para acudir sobre las 9 horas de dicho día a las inmediaciones de la Avenida del Manzanares", en Madrid.

Según subraya el Ministerio Público, las ideologías de estos grupos son contrarias, "de extrema derecha" la del Frente Atlético y de extrema izquierda la de los Riazor Blues.

Así, "con la única motivación de demostrar al otro grupo la primacía de su equipo y de la ideología con la que se identifica el mismo", actuaron "en todo momento" en grupo.

Parte de los detenidos portaba armas prohibidas e instrumentos peligrosos como palos de madera, de aluminio, porras, bates de béisbol, navajas, mosquetones, defensas extensibles y, pese a que "este extremo era conocido y aceptado por todos los participantes", ambos grupos se enfrentaron "recíprocamente" de forma "violenta, confusa, aleatoria y tumultuariamente".

La Policía intervino para parar la pelea y algunos agentes llegaron a recibir golpes. 

"Concretamente los acusados C. O. G. y J. K. M., quienes llevaban la cara cubierta con prendas para evitar ser reconocidos, acometieron contra una policía, a quien arrojaron al suelo, ocasionándole varias lesiones consistentes en: fractura del cuarto dedo de la mano izquierda, contractura cervical traumática y contusión en región tibial interna de la pierna derecha", recuerda la Fiscalía en su escrito.