Con 18 años y 65 días, Stefan Bajcetic (Vigo, 2004) fue estrella del Boxing Day de la Premier League. Solo llevaba dos minutos en el campo cuando el adolescente gallego firmó el 1-3 definitivo que daba la victoria al Liverpool en casa del Aston Villa (1-3). Jürgen Klopp, técnico red, enloqueció con él.
Stefan, nacido en Vigo, es hijo del serbio Srdjan Bajcetic que militó tres temporadas en el Celta. Al Liverpool llegó a finales de 2020, cuando el Liverpool pagó 224.000 libras esterlinas al Celta para 'robarle' a su promesa. El equipo inglés se dio prisa, ya que la entrada del Brexit prohibiría en unos meses los fichajes de menores de 18 años.
La de este lunes fue la tercera aparición en el primer plantel red del internacional Sub19 con España. Klopp se rindió a él: "Creo que demostró lo que puede hacer. Es muy descarado, no se preocupa por nada, solo juega al fútbol y lo hace excepcionalmente bien. Tiene un padre jugador de fútbol, así que los genes están ahí. La actitud y su conciencia son realmente grandes y es un placer trabajar con él".
Por primera vez en lo que va de curso el Liverpool sumó su tercera victoria consecutiva en la Premier, aceleró en su juego y creció en la clasificación después de superar en Birmingham al Aston Villa (0-2) y propiciar la primera derrota de Unai Emery, sentenciada con el gol de Stefan Bajcetic. El hispano-serbio es el segundo español más joven en marcar en la Premier solo por detrás de Cesc Fàbregas (17 años y 113 días).
Ha alcanzado el Liverpool velocidad de crucero y advierte al Real Madrid, con el que se medirá en los octavos de la Champions League. Tras un arranque de curso irregular, casi decepcionante, han recuperado la normalidad los reds, cerca del nivel habitual en los últimos años.
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Aston Villa y Liverpool acogieron con ganas la vuelta de la liga después de seis semanas de mundial. El equipo de Klopp no acusó la eliminación de la Copa de la Liga después de perder ante el Manchester City el jueves pasado. A pesar de la derrota, su nivel de juego fue alto. También en Villa Park donde se pudieron ver más goles.
Emery se quedó a un paso de convertirse en el primer entrenador del Aston Villa en ganar sus tres primeros partidos de Premier. Pero la diferencia de calidad marcó el partido. Los villanos tuvieron sus ocasiones, también claras, pero no tuvieron acierto y en cada intento se toparon con el meta Alisson.
El partido se agitó desde el principio y a los seis minutos ya se rompió. Un largo centro, con el exterior, de Trent Alexander Arnold, desde el medio campo, lo recogió Andy Robertson por la derecha y, de primeras, envió el balón al área pequeña y Mohamed Salah marcó.
Darwin Núñez tuvo el segundo. Se plantó delante del portero sueco que sacó la pelota con los pies. Fue la más clara de muchas antes de que el Liverpool ampliara su renta a siete del descanso, en un córner botado por Trent Alexander Arnold que nadie pudo controlar. Tras varios rechaces llegó la pelota a Salah que asistió a Virgil Van Dijk. El central cruzó el balón y marcó el segundo.
El egipcio tuvo la sentencia en una carrera desde el centro del campo al inicio de la segunda parte. Se plantó en solitario ante la meta local. Tiró mal, cansado, y Olsen volvió a evitar el tanto.
Los reds empezaron a pagar el esfuerzo y perdió el control Entró el choque en un ida y vuelta y el equipo de Emery acortó distancias con un pase al área de Douglas Luiz que, de cabeza, envió a la red Ollie Watkins para estrechar las distancias y animar al Aston Villa que buscó con insistencia la igualada.
Otra vez Darwin Núñez tuvo el partido en sus botas. Un pase de Salah dejó al uruguayo con todo el campo por delante para marcar. Recorrió la mitad del campo en solitario. Pero en el momento de la verdad falló. Tiró fuera y acentuó las sospechas sobre su habitual desacierto ante el gol.
Fue Bajcetic el que cerró el duelo. Una buena acción, veloz, de Núñez propició el tanto. Llegó el uruguayo a línea de fondo y envió el balón atrás. Irrumpió Bajcetic, sorteó al meta y finalizó la acción con un toque de clase que acabó con la incertidumbre y el ímpetu local y dejar al Liverpool a un paso de la zona europea.