La Unión de Fútbol de Rusia sigue sopesando la opción de abandonar Europa y unirse a la Confederación Asiática de Fútbol ante el veto impuesto a sus clubes y a su selección por la guerra entre Rusia y Ucrania. Se esperaba que la decisión definitiva se tomara antes de final de año, pero las autoridades han vuelto a cambiar la fecha y todo se prolongará de manera irremediable a 2023.
Así lo confirmó la propia Federación rusa a través de su presidente, Alexandr Diukov, que también informó de la próxima creación de un grupo de trabajo con representantes de la UEFA para tratar esta problemática. El ente federativo tiene aún que realizar nuevas consultas adicionales a las previstas en un primer momento, por lo que su posible ingreso en la AFC se prolongará todavía más.
Rusia sopesa desde hace meses la opción de 'mudarse' de continente y cambiar Europa por Asia ante el bloqueo que sufren tanto sus clubes como su selección nacional. La imposibilidad de poder participar en cualquier competición oficial, está haciendo que todas las partes empiecen a perder los nervios y se vean con una necesidad imperiosa de poder avanzar. Sin embargo, mientras la guerra entre Ucrania y Rusia se mantenga, no parece que esta sanción vaya a expirar.
El grupo de trabajo
En un principio se había hablado de que Rusia debía tomar la decisión antes de que terminara el 2022 para, en el caso de pasar a formar parte de la Confederación Asiática de Fútbol, poder jugar las eliminatorias de clasificación para el próximo Mundial. Sin embargo, todo se ha ido dilatando en el tiempo y ahora la Unión de Fútbol de Rusia se ve obligada a buscar una nueva vía de escape.
Por eso, el ente federativo creará un grupo de trabajo en el que también se incluirán delegados de la UEFA para tratar de buscar una solución al conflicto: "Hemos propuesto a la UEFA delegar a tres personas. También nos proponemos a invitar a representantes de la FIFA y el Comité Olímpico Internacional", dijo en rueda de prensa Alexandr Diukov.
El fin de todo esto es claro, "analizar y proponer medidas para resolver el problema del regreso de los clubes y equipos rusos a los torneos internacionales", algo para lo que no se vislumbra una solución cercana. "Podemos irnos a Asia, pero necesitamos una decisión de la FIFA para jugar en el Mundial 2026 y dentro de ese grupo de trabajo llagaremos a un acuerdo más rápido", confesó el mandatario.
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Una buena parte de los clubes rusos ve con buenos ojos la opción de abandonar Europa y pasar a formar parte de Asia, ya que esto podría suponer el regreso de los equipos a las competiciones continentales. En cualquier caso, los torneos y los rivales asiáticos no generan tanto interés y esto podría suponer una pérdida de audiencias y de ingresos televisivos.
Rusia, por lo tanto, seguirá dándole vueltas a su posible salida futbolísta de Europa para enrolarse en Asia y la decisión final se tomará en 2023.