Bienvenidos al circo de la Kings League. El día que la ITF anunciaba que rompía su acuerdo con Kosmos Tennis por la Copa Davis, el mensaje en redes sociales de Gerard Piqué, presidente de la empresa, era un nuevo gancho sobre la liga de fútbol 7 que ha resultado ser un pelotazo.
Es difícil dar con alguien en España que, como mínimo, no ha escuchado hablar de la Kings League durante las últimas dos semanas. Las audiencias van de cara, con más de 800.000 espectadores en la primera y segunda jornada y alcanzando un pico de 945.400 el último domingo en todo el mundo.
Todo lo contrario a lo ocurrido con la Davis, al menos en su última edición. La final, que este año la jugaron Australia y Canadá, no llegó a estar en España entre las 20 emisiones más vistas del día -menos de 39.000 espectadores-, si bien es cierto que solo se emitía por televisión de pago.
El sueño de Piqué se apagó. "Podemos llevar la Copa Davis a nuevas cotas. Vamos a invertir 3.000 millones de euros en los próximos 25 años", decía el exfutbolista del Barcelona en 2018. Quería convertir el torneo en la gran cita del tenis anual, a lo Super Bowl. La realidad fue otra, una que duró apenas cuatro años.
La Davis perdió el interés del aficionado, pero también las estrellas le dieron la espalda. Los mejores ranqueados que participaron fueron Felix Auger-Aliassime y Taylor Fritz. Aún resuenan las palabras de este último: "A nadie le importa si ganamos la Copa Davis o no. No creo que ni tan siquiera se mencionara en la ESPN o en otros canales deportivos del país", dijo el estadounidense.
Un agujero económico
La nueva Davis no pudo quitarse de encima los problemas que la asfixiaban antes de la entrada de Kosmos. El cambio de formato dio aire en aquella edición de 2019 que se jugó en Madrid y ganó España con Rafa Nadal, pero poco a poco se volvió a un punto parecido al inicial. La que sí despegó fue la Laver Cup, impulsada por Roger Federer. El suizo reunió en su retirada en nuestro país a 300.000 personas en Eurosport, de pago.
La Davis acabó siendo insostenible para Kosmos, que pagaba un canon de 40 millones de euros anuales por sus derechos. A eso había que sumar la propia organización y los premios, con los que ha habido cierta polémica este 2022. La empresa de Piqué ha asegurado que "el dinero de los premios se pagará a su debido tiempo, cuando se cumplan los requisitos de las naciones".
No hubo acuerdo con la ITF para renegociar el modelo de negocio, así como el canon actual y futuro solicitado por el organismo. De esta manera, Kosmos se aleja definitivamente de la Davis y la Federación Internacional vuelve a quedarse como organizadora única. Málaga mantendrá su sede en 2023 y se buscan nuevos horizontes para 2024.
Kosmos seguirá en el tenis con su agencia de representación, Kosmos Management, que cuenta con algunos grandes nombres entre sus nóminas: desde Andrey Rublev hasta Borna Coric, pasando por Elina Svitolina. El eje, sin embargo, ahora pasa a ponerse en otro deporte: el fútbol.
El despegue de la Kings League
La otra gran apuesta de Kosmos hasta el año pasado era el FC Andorra, club que cogió Piqué en 2019 en Primera Catalana y que para 2022 ya estaba en Segunda División. El gran bombazo, eso sí, parece que se ha pegado con la Kings League y eso que este es solo su tercer fin de semana en funcionamiento.
La Kings League va para arriba. El fenómeno en el que se ha convertido en tiempo récord ha servido para captar la atención de anunciantes, por ahora el mayor sustento económico externo que puede tener la liga. Cuenta con 14 patrocinadores, a los que ahora habría que sumar la marca de relojes Casio según anunció Piqué este viernes.
El principal patrocinador es Infojobs, que aparece como apellido de la liga y en la parte frontal de las camisetas de los 12 equipos. Además, cada presidente tiene la oportunidad de encontrar un patrocinador secundario que se publicite en una de las mangas. El equipo Jijantes FC, del periodista Gerard Romero, lo hace ya con Estrella Damm.
Su precio, por su puesto, es muy inferior a lo que podía costar la Davis. Se juega en un pabellón en el puerto de Barcelona y tarde o temprano se sacará rentabilidad a entradas mayores. Los jugadores que se apuntaron y se repartieron entre los equipos mediante un draft cobran 70 euros por partido.
La Kings League ha tenido tiempo, incluso, de protagonizar su propia polémica a tenor de los ataques de Javier Tebas, presidente del 'gigante' del fútbol español (LaLiga):
"Es como si nos comparan con Pasapalabra. Lo único en lo que se parecen es en que meten goles y que hay un balón. Como entretenimiento, como circo... me gusta, pero no se parece ni a nivel audiovisual ni nada. Si me hacéis esta pregunta dentro de seis meses, ya veréis lo que hablamos de la Kings League", dijo.
La Kings League ha llegado a la boca del presidente de LaLiga en muy poco tiempo, todo gracias al ruido mediático de la gente y los medios. No ha habido necesidad de hacer una declaración pública beligerante antes de eso. Ahí está la primera victoria de Piqué, que además ha aprovechado durante la semana la calificación de 'circo' para promocionar la tercera jornada de este domingo.
La expectativas se han cumplido y en mayo habrá también una Queens League, la versión de fútbol femenino de la liga. Se estrenará junto al segundo split de la Kings League, que acabará el primero en marzo con una gran final y volverá solo unos meses después. El funcionamiento es similar al de las competiciones de eSports, que dividen sus temporadas en dos splits cada uno con sus playoffs.
Kosmos se ha despedido de la Davis, pero ha dado la bienvenida a un producto fresco, con mucho margen para crecer a base de sorpresas (las cartas, Enigma69, el Joker...) y que, además, atrae a futbolistas retirados y en activo como se está viendo (casos de Capdevila, Saviola, Chicharito...). La empresa de Piqué ha encontrado en el fútbol 7 y los streamers el espectáculo deportivo que tanto ansiaba.