Muchos futbolistas no saben cómo afrontar el final de su carrera deportiva, la gran mayoría se encuentra perdido tras dedicarle prácticamente la plenitud de sus mejores año al balompié. Sin embargo, eso parece no haberle sucedido a André Schürrle que ha encontrado un nuevo hobbie.
El exfutbolista se dedica actualmente a realizar nuevos retos que le permitan reencontrarse consigo mismo. A través del Método Wim Hof, Schürrle ha querido dotar a su cuerpo de una capacidad de respiración y concentración para tolerar temperaturas extremas.
El campeón del Mundo con Alemania consiguió coronar el pico más alto de la República Checa, la cumbre del Sniezka. Una nueva experiencia para él, que parece haber cambiado radicalmente tras su carrera como futbolista, donde parecía estar destinado a ser una de las grandes estrellas del panorama internacional.
"La cosa mental y física más difícil que he hecho. Los últimos minutos no podía sentir nada y tuve que encontrar algo muy dentro de mí para seguir adelante. Una experiencia que nunca olvidaré! -19 grados, 100 km/h viento en nuestras caras, fuerte nieve y lluvia. Lo que aprendí... mi cuerpo y yo somos más fuertes de lo que pensaba si pongo mi mente y alma en ello puedo hacerlo todo", explicaba en sus redes sociales.
"La exposición al frío fue una parte de nuestra experiencia. La otra parte fueron sesiones de respiración pesada. Las emociones y sentimientos que surgieron de estas sesiones fueron increíbles. ¡Lloré, reí y me relajé! Perdoné a la gente y sentí una gratitud increíble por mi vida y el universo", recalcaba Schürrle.
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Prematura retirada
Si por algo destacó Schürrle, aparte de su calidad en las botas, fue por su prematura y abrupta retirada. El exfutbolista alemán dejó su carrera al máximo nivel tras vivir una mala experiencia durante la cuarentena derivada de la Covid-19 en Rusia mientras militaba en el Spartak de Moscú. Tras ello, decidió no seguir más en el deporte y dar un paso a un lado para dedicarse a aprovechar su vida al máximo, como ha demostrado estar haciendo.
"No necesito más aplausos. Hay que interpretar un rol para sobrevivir en este negocio. Te sientes solo si los momentos bajos son cada vez más bajos y los altos menos frecuentes", fueron sus palabras para anunciar su retirada del fútbol. Un adiós tras una larga carrera marcada por el Mundial conquistado con Alemania o su paso por grandes clubes europeos como Borussia Dortmund, Chelsea, Bayer Leverkusen o Wolfsburgo.