El deporte obliga a gran cantidad de sacrificios a todos aquellos que están relacionados con él. La casi total obligación y dedicación que hay que dedicarle marca muchos veces el camino. Y eso es lo que le ha pasado al entrenador del Linares, Alberto González, que ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos para no perder su trabajo.
El técnico del conjunto andaluz de Primera Federación ha conseguido algo que parecía impensable, pues teletrabajará para compaginar su puesto de trabajo y mantenerse al cuidado de sus hijas, que se encuentran en la ciudad de Málaga. Una medida que llega avalada por su propio club y que fue anunciada en una rueda de prensa.
Por lo tanto, puede considerarse a Alberto González como uno de los pioneros en esta modalidad dentro del mundo del fútbol. Una decisión que llega para congeniar su vida laboral y personal, ya que se encuentra en un proceso de separación y necesita conciliarlo para el cuidado de sus hijas.
"Las circunstancias son que estoy en un proceso de separación y que este proceso, unido a la distancia hacia mi familia y a las obligaciones laborales que implica este trabajo, está dificultando un poco mi relación con mis hijas. Desde hace un tiempo, viendo estas dificultades, entendí que tenía que tomar medidas y dar algún paso que me permitiera un acercamiento para mantener la relación que siempre he tenido y poder cubrir las necesidades que ellas tienen", declaró Alberto González.
"En este sentido, esto empezó hace unos meses. Al darme cuenta de esta situación, así lo comuniqué al club. Comenté que a nivel personal las cosas no iban todo lo bien que me gustaría, que tenía ese tema con las niñas y que estaba viendo que algo tenía que hacer", explicó el entrenador.
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Apoyo del equipo
Pese a vivir un duro momento, Alberto González ha encontrado toda la compresión del Linares. En lugar de tomar una decisión más radical, como echarle, desde la presidencia han decidido darle libertad y apostar por su figura y darle crédito. Además, será su segundo entrenador y hermano el que se encargue de sus tareas mientras él se encuentra teletrabajando.
"La respuesta inmediata de Jesús como presidente y la del resto de la directiva cuando se lo comentó fue fantástica: entendieron mi situación perfectamente y me apoyaron al máximo", explicó Alberto durante la rueda de prensa realizada con el presidente para informar de lo que sucederá a partir de ahora.
La distancia entre Linares, en la provincia de Jaén, y Malaga es de más de 250 kilómetros, lo que hace casi inviable que el entrenador se desplace diariamente hasta las instalaciones del club si tiene que hacerse cargos de sus hijas.