No está ni mucho menos decidida todavía La Liga, pero sí que es cierto que en la primera jornada de la segunda vuelta el Fútbol Club Barcelona ha pegado un gran golpe. Los culés vencieron con facilidad a un Sevilla muy débil y aprovecharon el grave tropiezo que unas horas antes había firmado el Real Madrid en Mallorca, unos resultados que propiciaron que la brecha entre ambos se abra ahora hasta los 8 puntos de diferencia.
La renta es amplia, tanto como que los culés tendrían que ceder en tres ocasiones y los blancos ganar siempre para revertir esta situación, aunque nada es imposible y es cierto que todavía queda prácticamente toda la segunda vuelta por delante. También es verdad que hay un Clásico de por medio, el que se tendrá que jugar en el Camp Nou, y eso le da alas al Real Madrid, pero los de Ancelotti son conscientes de que se les ha terminado el margen de error y que no van a poder fallar más si quieren revalidar el título.
Por si fuera poco, las inercias de uno y otro equipo son muy diferentes a tenor de los últimos resultados. El Barcelona suma cinco victorias consecutivas en La Liga y, de hecho, tan solo ha perdido un único encuentro en la competición en lo que va de temporada, precisamente El Clásico. El Real Madrid representa otra realidad muy distinta, de esos últimos cinco encuentros tan solo ha conseguido ganar en dos y suma otras dos derrotas que le han costado demasiado caras.
Una situación límite
El Barcelona ha conseguido tensar la cuerda casi hasta el extremo. Está a punto de romperla, porque una renta de 8 puntos con respecto al Real Madrid, por mucho que quede toda la segunda vuelta por delante, es muy grande y se antoja complicada de voltear. No se puede decir todavía que esta brecha sea definitiva, pero desde luego que está al límite de ello.
El Real Madrid tenía una complicada salida con su visita al campo del Mallorca, un equipo que está realizando una campaña sorprendente, y llegaba con la presión propia de alguien que ya tenía que recortar puntos con el líder. Sin embargo, los de Ancelotti no se encontraron a gusto en ningún momento sobre el césped de Son Moix y, para colmo, se toparon con la mala suerte en forma de gol en propia puerta, obra de Nacho.
Pese a todo, los blancos lucharon hasta el final al menos por rescatar un empate y lo tuvieron todo a favor para conseguirlo. Ya en la segunda mitad gozaron de un penalti a favor, pero Marco Asensio no aprovechó la ocasión y erró la pena máxima. El balear regresaba a casa, al club desde el que salió dirección al Santiago Bernabéu, pero no estuvo acertado a la hora de definir desde los once metros.
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Es la vida de Asensio en el Real Madrid, una montaña rusa porque si hace apenas unos días encarriló la victoria ante el Valencia con un golazo, ahora muestra el lado contrario de la moneda al fallar en un momento crítico para su equipo.
El Barcelona saltó a jugar contra el Sevilla sabiendo que su máximo rival había pinchado. El objetivo era claro, ganar y dar un gran zarpazo a La Liga, así que se pusieron manos a la obra. El equipo sigue sin completar 90 minutos brillantes, pero después de una primera parte discreta, en la segunda sacaron a relucir todo su potencial.
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Este Barça gana casi por inercia, y si enfrente está un equipo tan flojo como el Sevilla todo es más sencillo. Los hispalenses se descompusieron después del gol de Jordi Alba e hincaron la rodilla para dejar que los culés den un golpe importantísimo a la competición y pongan al Real Madrid contra las cuerdas.