En Europa también se habla del 'caso Negreira'. Los pagos del FC Barcelona al exnúmero dos de los árbitros españoles causan indignación, pero no sorprenden a algunos. Es lo que ha declarado Karl-Heinz Rummenigge, exdirector general y leyenda del Bayern Múnich.
Rummenigge es protagonista de una entrevista en Corriere dello Sport en la que hace repaso del panorama del fútbol europeo. También habla de la Superliga Europea, a la que se sigue oponiendo, su declaración más destacada viene al entrar a valorar el escándalo que pone en el centro de la diana al Barcelona.
"Créanme cuando les digo que me reí leyendo esta noticia", se arrancó en su respuesta. "Pero eso no me sorprende: cada vez que jugábamos en España tenía una sensación extraña", señaló la leyenda del fútbol alemán en el citado medio.
Sus palabras son un grito de alerta al fútbol europeo y es que tiene claro que este no solo ha de preocupar en España: "Son cosas inaceptables que no sólo afectan al torneo nacional. La cuestión del arbitraje también debe abordarse muy seriamente. Y respeto", añadió.
En cuanto a la Superliga Europea, Rummenigge sigue criticando con dureza el proyecto: "No es casualidad que la idea les llegara a tres clubes con enormes problemas de liquidez. Su objetivo era obtener ingresos significativos rápidamente. Ahora la propuesta de la Superliga ha pasado de 20 a 80 equipos, pero el fútbol no aguantaría un vuelco tan radical", dijo.
Fair Play y la Premier League
Volvió a poner el foco en las reglas financieras europeas: "En cambio, lo que hay que cambiar, y rápido, es el Fair Play Financiero, tendrá que ser más estricto. Los clubes están constantemente bajo la presión de los fanáticos y los medios de comunicación para gastar y gastar. Pero el fútbol es la única industria que sólo produce pérdidas".
Por último, Rummenigge también mostró su preocupación por la gestión que los clubes ingleses hacen del dinero: "Hoy el único campeonato vivo es la Premier League, Inglaterra gasta sumas astronómicas y de manera poco inteligente, irracional. Los demás países continúan en medio de sufrimientos financieros y escándalos, pero aún logran llevarse los trofeos a casa. Eso significa que los británicos cometen errores locos, el suyo es un mercado fuera de control", finalizó.