Más de 240 miembros del colectivo arbitral estuvieron presentes en una jornada que será recordada en el fútbol español. Luis Medina Cantalejo, presidente del CTA, compareció junto a Andreu Camps, secretario general de la RFEF, para abordar el escándalo de José María Enríquez Negreira y los pagos recibidos del FC Barcelona cuando era vicepresidente de los colegiados.
"Puede que sea el más triste para la historia del arbitraje", empezó su discurso Medina Cantalejo tras recoger la palabra de Camps. El actual número uno de los árbitros españoles trató de reflejar unidad en el estamento, además de hablar con contundencia sobre la figura de Enríquez Negreira y su hijo Javier Enríquez Romero.
"Esto que está ocurriendo qué tiene que ver con nosotros. Se ha criminalizado. Hay un clima social anti-árbitros. Hasta en pre-benjamines se ha dicho que están comprados. No hay ni una prueba que pueda decir que un árbitro del fútbol español ha sido deshonesto", expuso.
Medina Cantalejo, con los ojos vidriosos, lanzó varios alegatos para defender la "honorabilidad" de los árbitros españoles: "Yo soy nieto, hijo y padre de árbitros y yo no soy un corrupto. Esto que ha pasado es una vergüenza que hay que limpiarla. Vamos a luchar para que cada uno quede en su sitio".
"El daño ya está hecho y la mancha la tenemos aquí. Lo único que nos queda es trabajar y seguir entrenando. También nos queda ponernos a disposición a las entidades. Que nadie se equivoque. Quien tiene mayor interés en que esto se aclare, somos los árbitros. Hemos tenido que leer hasta cuestiones de árbitros que ya están fallecidos. No hay nada que pueda ensuciar el trabajo. Si hay alguien que ha cometido algún acto que lo pague. Solo se ha hablado de un vicepresidente, de su hijo y del Barcelona, que son los que tienen que rendir cuentas. Nosotros estamos para arbitrar", añadió sobre el escándalo.
Andreu Camps, en su discurso previo, apuntó al Gobierno dentro del marco del escándalo: "Existiría alguna persona que conociendo los hechos no los denunciado cuando tenía responsabilidades gubernamentales, no en la RFEF. Estamos estudiando presentar una denuncia o querella", dijo en una acusación que conduce a Albert Soler. También manifestó que la UEFA les ha requerido información sobre el caso.
El presidente del CTA expresó el enfado que reina en el colectivo por las filtraciones y la postura de no colaborar en este caso de uno de sus miembros: "Un compañero ha filtrado el cuestionario que se mandó a los árbitros. Al día siguiente de mandarlo, los árbitros mandaron el cuestionario. Todos menos uno. A ese uno se le llamó y se le dijo que qué pasaba. Hasta el día de hoy no ha contestado al requerimiento de la RFEF".
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El gran señalado es Xavier Estrada Fernández, actualmente árbitro específico de VAR, que optó por querellarse por su cuenta contra los Enríquez. Esta jornada no tendrá funciones principales desde el videoarbitraje: "Vamos a tratarle con el máximo respeto. Este fin de semana no se le ha apartado. Tiene dos partidos de AVAR -asistente-. Al ser un árbitro catalán tiene tres equipos a los que no puede arbitrar y en esta situación tenemos que engranar todos los partidos para que no haya problemas. No lo hemos apartado. Ha habido momentos este año que por la protección de los árbitros, han descansado. Se le va a tratar con absoluto respeto, esperamos que sea recíproco".
El Barça pasó más de puntillas durante toda la comparecencia, desestimando Medina Cantalejo que hubiera favores arbitrales: "Negreira apenas tenía competencias en el CTA. No cobraba de los árbitros, cobraba de un club. Yo sólo puedo decir que nunca jamás ni yo ni ningún compañero ha recibido consignas para algo así. Supongo que no le pitaron penaltis al Barça porque simplemente no los hubo. a juicio de los árbitros no lo habría".
Manifiesto de los árbitros
Tras el discurso de Medina Cantalejo, el colegiado José María Sánchez Martínez, internacional y como representante de los árbitros en activo, acompañado de varios de sus compañeros, leyó un manifiesto en nombre de todos ellos como respuesta al 'caso Negreira':
"Antes de nada y como representante de mis compañeros, creo que es justo dar las gracias a la RFEF y al CTA porque el ejercicio que se ha hecho de transparencia, seriedad y rigor es necesario. Gracias por la cercanía.
Ante la sucesión de informaciones publicadas, el colectivo arbitral quiere mostrar su repulsa de lo ocurrido. Asimismo queremos trasladar que somos los primeros interesados en que la Justicia siga su curso. Las supuestas acciones ilegales de una persona que formó parte de esta casa no pueden manchar el trabajo de este colectivo. Tomaremos las medidas legales oportunas para salvaguardar el nombre de este colectivo.
Todo ello actuando como un gran colectivo, unidos y como estamento arbitral dentro de la RFEF y del CTA. Gracias por vuestra atención".