Tebas intentó 'comprar' a un cargo de la RFEF para poner a Soler por Rubiales: "Hacemos un precontrato"

Según la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Javier Tebas cita a Miguel García Caba a las 11:00 en el Hotel Don Pío de Madrid. La reunión la prepara Gerardo González Otero, excandidato a la presidencia de la RFEF y aliado ahora del presidente de LaLiga a través también de su empresa G2O Publisport. El objetivo era lograr información confidencial de Rubiales y la Federación. 

En dicha reunión, que dura casi tres horas, Tebas ofrece "un precontrato" a García Caba. Se habla de una cifra de 150.000 euros, aunque el dirigente de la patronal promete "llegar a lo máximo posible". El presidente de LaLiga y González Otero someten a un tercer grado al vicesecretario general de la RFEF. Tebas quiere saber si "tiene acceso a la servidores de la Federación". En la despedida, le asegura que preparará "el precontrato". Por su parte, González Otero le apremia a tener más documentos privados de Rubiales: "Yo lo que necesito son papeles, tío". 

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La maniobra de Tebas se produce en plena explosión del 'caso Supercopa' y tras haberse publicado en El Confidencial y en El Mundo diversas informaciones y conversaciones procedentes del móvil de Luis Rubiales. El presidente de LaLiga y su lugarteniente González Otero también se habían visto ya con Juan Rubiales -tío del presidente de la RFEF, extrabajador de la Federación y el hombre que realizó la traición-, por lo que conocían de primera mano todos los detalles de los audios y mensajes de Whatsapp. 

Tal y como publicó EL ESPAÑOL, Javier Tebas conspiró con Albert Soler para lograr la inhabilitación de Rubiales. Ni el CSD ni ningún miembro del Gobierno apoyó el plan que pasaba por llevar el caso al Tribunal Administrativo del Deporte y lograr que una gestora presidida por el propio Soler se hiciera cargo de la Federación. 

Miguel García Caba RFEF

Para lograr este propósito, González Otero quiere dar el "tiro de gracia" a Rubiales captando a otro trabajador de la Federación. El que fuera mano derecha de Villar en la Federación y que luego luchara contra el vasco por la presidencia llama a Miguel García Caba, vicesecretario general de la RFEF. 

González Otero y Tebas saben que García Caba pasa por una posición de debilidad en la Federación. Además, el vicesecretario general trabajó anteriormente durante 12 años en LaLiga. García Caba sabe desde el primer momento que intentan captarle, ya que Juan Rubiales antes le había avisado de que había recibido una llamada del "otro lado del muro". 

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El vicesecretario general de la RFEF comienza a grabar todos los contactos, así como la reunión de cuatro horas en el Hotel Don Pío a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. El objetivo de García Caba era protegerse de Javier Tebas y Gerardo González Otero así como de todas las acciones irregulares que le pedían que hiciera. El abogado sigue, por tanto, el juego a ambos y estos no tardan en hacer ver sus intenciones.

Al cargo federativo se le pide mensajes de Telegram, correos electrónicos y hasta un volcado de toda la información confidencial que disponía. El propio Tebas en el cónclave del Don Pío le pregunta: "¿Tienes acceso a los servidores de la Federación?". González Otero apremia, en presencia del presidente de LaLiga, a recabar toda la información posible. Se necesita rapidez ya que la Asamblea de la RFEF se celebra el lunes 30 de mayo y quieren dinamitarla a la vez que conocen que esa semana saldrán publicadas nuevas informaciones.

Javier Tebas en un acto comercial de LaLiga Europa Press

Según la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Gerardo González Otero en un momento determinado de la reunión descubre las cartas ocultas que maneja junto a Tebas: "Léete el lunes el periódico". García Caba desconoce por completo de qué información se trata. "¿Qué va a salir?", dice bajo la atenta mirada de Tebas. González Otero es claro y conciso al utilizar el plural: "Le vamos a desmontar el show". 

La previa al Don Pío

Dos días antes de la reunión del día 28 de mayo, González Otero había mandado un email con el asunto "Seguimos" a García Caba. En él afirma que necesitan "reforzar los hechos denunciados y conocidos" que habían publicado El Confidencial y El Mundo. El antiguo secretario general de la RFEF pide documentos sobre varios asuntos, incluidos unos que le interesan personalmente sobre la Asociación de Clubes de Tercera Categoría que fundó el ya extinto Dux Internacional de Madrid de su amigo Stephen Newman. 

Además, incide, que es "importante lo mensajes del grupo de Telegram" y que "apuntalen" alguna información sobre Rubiales. Llama la atención como Gónzalez Otero siempre utiliza el plural en todo el email para dejar claro que actúa conjuntamente con Javier Tebas.

"Nos gustaría que el sábado, previamente a la final de la Champions, hubiese una primera y potente entrega", afirma Gerardo González. Por tanto, la trama quería los documentos para publicar antes y después de la Asamblea de la RFEF. El presidente de LaLiga no estaba nada preocupado por la final de la máxima competición de la UEFA, a pesar de ser miembro del Comité Ejecutivo de la organización. 

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"Competimos contra la final y la posible victoria del Real Madrid, pero esto es un asunto capital", afirma González Otero. Además, presiona a García Caba para que haya una entrega de documentos de la Federación sobre Rubiales "también el domingo y el lunes". Por último, afirma que el vicesecretario general de la RFEF "seguro" que puede aportar "más hechos que merezcan el reproche moral y jurídico". Su despedida es cuanto menos llamativa y esclarecedora sobre sus intenciones y las de Tebas: "En tus manos ponemos nuestra causa común".

Finalmente, tras ese correo electrónico, la reunión entre Javier Tebas, González Otero y García Caba tiene lugar el sábado 28 en el Hotel Don Pío de Madrid. El lugar lo elige el presidente de LaLiga, ya que se encuentra en la Avenida de Pío XII y está cerca del chalé que sirve como domicilio social para todas sus empresas. 

Tebas conoce bien ese hotel de cuatro estrellas, más tranquilo que otros de la capital. Además, reserva toda una sala en el sótano, concretamente en la planta -2. En la mesa hay muchos sándwiches, refrescos y agua. Todo estaba tal y como había solicitado el presidente de LaLiga para tener una larga conversación. 

García Caba y Gerardo González llegan unos diez minutos antes que Tebas. El máximo dirigente de la patronal lo primero que dice es que "no es sectario". Tras ello, comienza a sacar los nombres de varios trabajadores de la Federación y nombra por primera vez a Albert Soler cuando hace referencia a la Ley del Deporte. 

Tebas durante la larga reunión de casi tres horas se mantiene siempre más cauto que Gerardo González, que no duda en explayarse contra Rubiales, varios cargos de la RFEF y José Manuel Franco, presidente del CSD. De hecho, llega a afirmar que todo va a "acabar con que el Secretario de Estado se encuentre una querella" por omisión al no facilitar la inhabilitación de Luis Rubiales para que Albert Soler se hiciera cargo de una gestora. 

La conversación continúa sobre temas internos de la Federación y Tebas deja ver sus tretas cuando se interesa por el nombre de un abogado: "¿Cómo se llama este? Lo voy a investigar". También asegura que "Franco no pinta nada", dejando clara su preferencia por Albert Soler, en aquel momento director general de deportes del CSD y que defendía siempre los postulados de LaLiga. 

Tebas reconoce más tarde que el único objetivo de todo es lograr la inhabilitación de Rubiales, aunque muestra sus dudas con el papel de Franco: "El tema es que el CSD, para subirlo al TAD...". Eso sí, deja clara la estrategia a seguir. "El CSD lo puede subir (el caso de Rubiales) directamente, encarga el expediente y la comisión directiva el acuerdo". 

Más adelante, Tebas pregunta por Pegasus, el software de espionaje que estuvo instalado en miembros del Gobierno. También se jacta de que "él no lo tiene" y que tiene "sospechas" de cómo se consiguió la información del móvil de Rubiales que terminó publicada en los medios de comunicación. 

La oferta de Tebas

Finalmente, se llega al tema de la oferta a García Caba para que abandone la RFEF y firme por LaLiga como agradecimiento por la información y los documentos que le estaban pidiendo. "Decirte que de tu futuro laboral... sí que te voy a hacer un precontrato para que te incorpores a la casa (LaLiga)". Ahí Tebas decide lanzar su propuesta para captar al vicesecretario general de la RFEF. 

Tebas asegura que va "a llegar a lo máximo posible" con el sueldo anual de García Cava y que se negocia sobre una base de 150.000 euros. Tras esta conversación y antes de refrendar por última vez la garantía de un precontrato, Tebas se asegura de que el vicesecretario de Rubiales pueda realizar un volcado de documentos confidenciales. "¿Tienes acceso a los servidores de la Federación?", pregunta. A lo que García Caba responde que "de momento sí".

González Otero vuelve entonces a incidir en la importancia de los grupos de Telegram: "¿En esos mensajes que os cruzabais no tenéis nada?". Tebas se pone nervioso al saber que no existe nada contra Rubiales y en un momento de la conversación pregunta: "¿Sabes cómo se buscan estas cosas?".

La reunión se encamina a su tramo final y González Otero destapa otra carta a García Caba: "Cuando amaine esto un poquito te voy a contar la idea que tengo de hacer un pódcast". Tebas interrumpe entonces a su aliado y vuelve a recordar el objetivo de derrocar a Rubiales: "Ganemos la batalla primero y hacemos 18 seguidos". El presidente de LaLiga, por último, se despide con un elocuente: "Miguel, prepararé el precontrato". 

García Caba denunció estos hechos y afirmó públicamente el pasado verano que "Tebas intentó comprarle". Sin embargo, el presidente de LaLiga siempre negó "estar detrás de ninguna trama" a pesar de haber ofrecido un precontrato al vicesecretario general de la RFEF y de haber conspirado con Soler para que lograra la inhabilitación de Rubiales y que este se quedara al frente de una gestora. 

[Rectificación de Javier Tebas]