"Más que el sistema de juego, lo que importa es la idea, el modelo, ir a apretar alto, a no especular y a crear más ocasiones que el rival". Con esta ambiciosa frase, entre muchas otras en una dirección similar, se presentó Xavi Hernández como nuevo entrenador del Fútbol Club Barcelona el pasado 8 de noviembre de 2021. Era la idea del técnico catalán, la de volver a la excelencia, a aquel estilo de juego de la época de Pep Guardiola que tanto maravilló y que tan buen rédito ofreció.
Desde aquella declaración de intenciones ha pasado ya cerca de un año y medio. Durante este periodo de tiempo el FC Barcelona ha vivido capítulos muy duros, como las cuatro eliminaciones consecutivas de las competiciones europeas, aunque también alguno más dulce como la victoria en la Supercopa de España ante el Real Madrid. El contraste en los resultados es evidente, pero una de las cosas que seguro más le duelen a Xavi es que el juego de su equipo dista mucho de lo que prometía.
La última prueba de ello se dio el pasado jueves en el Santiago Bernabéu. El resultado fue inmejorable, una victoria con serias bajas por la mínima ante el eterno rival para encauzar la eliminatoria antes de la vuelta en el Camp Nou, pero la manera de conseguirlo fue calcada a aquellas artes de las que en más de una ocasión el técnico catalán ha renegado abiertamente.
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Aunque hace tiempo sonara a una broma, esta temporada se ha comparado en más de una ocasión a este Barcelona con el Atlético de Madrid. Y el símil no va muy desencaminado porque este Barça ha sido ciertamente 'Cholista' en más de un partido. De hecho, las líneas maestras son similares, con la seguridad defensiva por bandera, la solidaridad en el trabajo atrás como aspecto innegociable y un portero con una importancia espectacular.
A Xavi le duelen estas comparaciones, y ya ha dejado claro en más de una ocasión que no comparte estos paralelismos. No obstante, desde su llegada en líneas generales y especialmente en este curso lo cierto es que el Barça se parece mucho a todo aquello de lo que en más de una ocasión ha renegado. El estilo no es espectacular y el juego no enamora, pero al fin y al cabo le está sirviendo para, al margen de los batacazos europeos, ir primero en La Liga, haber ganado la Supercopa y pensar en la final de la Copa del Rey.
Un Clásico rácano
Las sensaciones lo desprendieron y las estadísticas lo ratificaron. El FC Barcelona firmó un partido ultradefensivo el pasado jueves en el Santiago Bernabéu en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Nada de posesión, nada de toque, nada de recuperación tras pérdida y nada de un posible torrente de llegadas para ser protagonistas en ataque.
Apenas tiró a puerta, casi ni pisó el área contraria y se vio a un equipo tremendamente solidario en defensa, bien ordenado por detrás del balón, tratando de obstaculizar el ataque del Real Madrid. No es lo que venía 'vendiendo' Xavi desde hace tiempo, pero fue tremendamente efectivo porque el Barça ganó y maniató de una manera frustrante al equipo de Carlo Ancelotti.
Después del Clásico, volvió a surgir con mucha fuerza esa corriente de opinión que considera 'Cholista' a este Barcelona, y no era para menos tras lo visto. De hecho, incluso al propio Simeone le llegaron a preguntar el día después: "El Barça entendió que en ese momento necesitaba ese partido para ganar y lo representó de la mejor manera. Las palabras son palabras. Lo que cuenta es lo que se ve, son los hechos. Defendió organizado, el Madrid no tuvo situaciones. Felicitamos al Barça por el partido", dijo el argentino.
Lo hizo no sin cierta sorna, ya que las alusiones de Xavi Hernández desde hace tiempo a la manera de jugar de Simeone han sido repetidas. El catalán siempre dejó claro que esa forma de ganar, basando el triunfo en las virtudes defensivas, no iban con él, pero eso es lo que sucedió en el Bernabéu y eso es lo que está pasando en muchos partidos de La Liga donde tan solo ha encajado 8 goles.
La 'guerra' con Simeone
Hace ya siete años que a Xavi, mientras jugaba en el Al-Sadd de Qatar en el tramo final de su carrera deportiva, le preguntaron sobre el juego que ya por entonces practicaba el Atlético de Madrid. Fue claro: "No se puede llegar a jugar como el Atlético de Madrid si se quiere ser un equipo grande", llegó a comentar.
También dijo que los aficionados del Fútbol Club Barcelona no entenderían otra manera de jugar que aquella en la que su equipo fuera protagonista del juego y se mostrara ambicioso, y llegó a decir que aquello era "innegociable". Ahora, bien por las circunstancias o bien porque pensó que era la mejor forma de hacerle daño al Real Madrid, en El Clásico todo aquello quedó en papel mojado. "Yo no disfruto viendo a gente que se encierra", llegó a completar en aquella ocasión, justo lo que hizo su equipo en el Bernabéu.
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Aquello fue hace mucho tiempo, en su etapa como futbolista, y se podía pensar que desde entonces y ya con el prisma de entrenador la opinión de Xavi Hernández podía haber cambiado, pero todo sigue igual en su cabeza. El técnico catalán tiene muy claro que un equipo suyo, y más el Barça en particular, tiene que desplegar algo más y no ganar de cualquier manera.
La temporada pasada, cuando se enfrentó al Atlético del Cholo, le preguntaron por la comparación entre ambos estilos: "No creo que la afición y el entorno entendieran que el Barça jugase así. No encaja, no es nuestra idea. No entenderían que nos encerrásemos en un bloque bajo atrás once jugadores en el área", comentó el entrenador azulgrana.
Xavi Hernández sigue en la búsqueda de un modelo de juego ideal, o más bien, en la ejecución del mismo. Las ideas las tiene claras en su cabeza, pero por el momento, salvo en contadas ocasiones, el Barcelona sigue sin maravillar desde que él llegó al banquillo del Camp Nou.