El peor momento de LaLiga: del escándalo del 'caso Negreira - Barça' a perder poder en Europa

Todo lo que sube termina bajando, y si no que se lo cuenten al fútbol español. No hace mucho que todo lo que desprendía el balompié nacional olía a éxito seguro, desde los triunfos de la Selección en los Mundiales y las Eurocopas, hasta un dominio casi insultante en las competiciones europeas, especialmente con los títulos del Real Madrid en Champions League y del Sevilla en Europa League. 

Sin embargo, ahora este deporte no atraviesa en los últimos tiempos su mejor momento dentro de nuestras fronteras, y es así por varios motivos que han ido azotando su estabilidad y generando zozobra. Una de las principales razones es la puramente deportiva, y para muestra la configuración de los cuartos de final de las principales competiciones europeas en las que tan sólo hay dos supervivientes. Un balance demasiado pobre para lo que venía siendo la norma.

Pero más allá, todo lo que sucede fuera de un terreno de juego le está causando un daño tremendo al fútbol español. El destape del 'caso Negreira' supuso un escándalo impensable que ha traspasado fronteras y que ha puesto patas arriba el panorama actual y, sobre todo, la credibilidad de la competición. 

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Además, algunas polémicas surgidas en los últimos tiempos en torno a la figura de Javier Tebas, el presidente de LaLiga, la constante y mediática disputa con la Superliga antes de que se produzca el fallo del TJUE o la guerra abierta entre la patronal y la Real Federación Española de Fútbol, suponen otros ingredientes que se agitan en la coctelera y que resultan una mezcla muy poco positiva.

Una debacle deportiva

Otrora, los equipos españoles dominaban casi con puño de hierro las competiciones europeas. Era extraño ver a muchos de ellos cayendo en los primeros compases de la Champions League o de la Europa League, y tan sólo las eliminatorias más avanzadas podían con algunos de ellos. Sin embargo, esto ha cambiado de manera considerable en los últimos tiempos, y más todavía esta misma temporada. 

El ejemplo es claro, sencillo y demoledor. Basta con echar un vistazo rápido a los cuadros de las tres competiciones continentales que existen en la actualidad para observar que tan sólo hay dos supervivientes españoles en los cuartos de final. Todavía es una eliminatoria intermedia, con camino por recorrer por delante, pero a ella no han llegado más que el Real Madrid y el Sevilla. 

En Champions League, la pesadilla comenzó en la fase de grupos con la eliminación de tres de los cuatro representantes españoles. Un batacazo en toda regla, porque alguno de ellos incluso tenía un grupo más que sencillo como para haberse colado en las eliminatorias directas.

Robert Lewandowski se lamenta de la eliminación del Barça ante el Manchester United en Europa League Reuters

El Fútbol Club Barcelona cuajó su segundo fracaso consecutivo en Champions y cayó a la Europa League en medio de un gran terremoto, el Atlético de Madrid pegó un patinazo considerable ante unos rivales netamente inferiores y el Sevilla, en su línea de la temporada, tampoco pudo colarse entre los dos primeros y bajó al peldaño inferior. 

En la Europa League la situación no es mucho más alentadora. Pese a que la fase de grupos fue notable, con el Real Betis y la Real Sociedad pasando como primeros, las malas noticias llegaron después. El Barça no pudo ni superar el playoff previo a los octavos de final, y en esta eliminatoria tanto el Betis como la Real se marcharon para casa antes de tiempo. Tan sólo el Sevilla, y con sufrimiento, logró el pase a los cuartos de final.

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Todavía un poco más abajo, en la Conference League, el Villarreal sumó otra decepción para el fútbol español. Después de haber superado la fase de grupos con solvencia, en la primera eliminatoria de octavos de final el Anderlecht dejó fuera a los castellonenses al ganar en el Estadio de La Cerámica. Nada pudieron hacer los de Quique Setién, que se marcharon bajo la crítica de su afición.

En los despachos

No sólo manda lo que sucede en el verde, sino que la otra mitad del juego se desarrolla en los despachos. Es ahí donde el fútbol español tampoco sale precisamente bien parado y dónde en los últimos tiempos todo se ha embarrado de una manera exagerada. 

El destape del 'caso Negreira', con el pago continuado de más de 7 millones de euros por parte del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira, el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, ha dejado en entredicho ya no solo la reputación de nuestro fútbol, sino también su credibilidad. El asunto ha trascendido fronteras y llama la atención que una de las entidades más poderosas del mundo haya mantenido esta relación económica con un directivo de los jueces de las competiciones.

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A todo esto hay que añadir además las constantes polémicas en las que se ve envuelto Javier Tebas como presidente de LaLiga. El último episodio fue el cese de relaciones con la Asociación de Ligas Europeas que deja a la patronal sin apenas influencia a nivel continental y lejos de los círculos de decisión, aunque no es la única hoja negra en este sentido.

Las constantes confrontaciones con otros organismos como la Superliga o la propia Real Federación Española de Fútbol ponen de relieve que en LaLiga hay demasiados frentes de batalla abiertos que desgastan y que descentran del trabajo diario. Mientras tanto, los clubes siguen perdiendo peso y presencia a nivel internacional y, pese a los últimos triunfos del Real Madrid en Champions League, los equipos españoles necesitan un impulso en Europa.