Si ya de por sí El Clásico tiene una intensidad especial, el contexto que envuelve al enfrentamiento de este domingo entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid hace que todo el mundo esté mucho más susceptible de lo habitual. Desde que se destapó el famoso 'caso Negreira', el escándalo que relaciona al club culé con pagos millonarios al vicepresidente de los árbitros, todo se mira con lupa y el Barça vive en una atmósfera viciada por este asunto.
El fútbol español está de uñas ante esta sospechosa relación económica que mantuvieron un actor del juego como es el Barça y un juez como fue Enríquez Negreira. De hecho, el equipo de Xavi Hernández ya ha podido comprobarlo con ambientes hostiles en los campos que ha ido visitando. También se siente ofendido el propio Real Madrid, principal rival de los culés en la pelea por los títulos, que ya comunicó que se personará en el caso para tratar de esclarecer lo sucedido durante casi dos décadas.
Con esta coctelera constantemente agitada ante las informaciones que siguen surgiendo y que cada vez hacen más enrevesado este asunto, el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona se vuelven a ver las caras por segunda vez desde que todo estalló por los aires. Esta vez será en el Camp Nou, por lo que el ambiente será mucho más tranquilo, pero todo lo que pase en el terreno de juego se mirará con lupa.
[Enríquez Negreira gastó todos los millones que recibió del Barça: enfermo, sin casa y sin ahorros]
No en vano, está nada menos que el título de Liga en juego porque este partido es un 'no va más' para el Real Madrid. Los de Carlo Ancelotti necesitan ganar en el Camp Nou para reducir la brecha de 9 puntos que tienen actualmente con el Barcelona, es la única manera que tienen de seguir vivos en la competición. Cualquier otro resultado les condena y deja el campeonato prácticamente visto para sentencia, así que con todo eso en juego el voltaje de este Clásico se eleva varios peldaños.
El Barça, 'apestado'
El pasado 15 de febrero la Cadena Ser en Cataluña destapó un escándalo sin precedentes en el fútbol nacional. La relación del FC Barcelona con el vicepresidente del CTA por unos sospechosos informes que costaron más de 7 millones de euros a lo largo de casi dos décadas levantó la sorpresa y la indignación casi a partes iguales. Desde entonces, se han ido conociendo nuevas informaciones que han manchado cada vez más el nombre y la reputación del Barça casi en todos los rincones del país.
Todo eso se ha podido ir viendo a lo largo de las últimas semanas en los estadios que visitaba el equipo culé. En el pasado Clásico de la Copa del Rey, el Barça fue recibido en el Santiago Bernabéu en medio de una lluvia de billetes falsos de 500 euros con la cara de Joan Laporta, el actual presidente del Barça que durante su anterior etapa en el club también pagó a Enríquez Negreira.
La afición blanca estaba realmente furiosa por este caso, pero aquello no era solo cosa de la hinchada del eterno rival. En un lugar donde el FC Barcelona no despierta tantas antipatías como es Bilbao también hubo una acción similar en pleno partido de Liga. La afición del Athletic Club arrojó billetes rojos y azules desde la grada con el escudo del Barcelona, con el símbolo del dólar y con la palabra 'mafia', mostrando así su indignación por el 'caso Negreira'.
A todo esto hay que sumar también los cánticos que se pueden escuchar con intensidad cada vez en más campos de La Liga al grito de "corrupción en la Federación", por el turbio pasado de Enríquez Negreira al frente del Comité Técnico de Árbitros bajo el mandato de Villar.
[Negreira admite que el Barcelona le pagó para que no hubiera sólo "jueces madrileños" en el Comité]
Este Clásico no contará con ese factor ambiental contrario al FC Barcelona al disputarse en el Camp Nou, donde de hecho este tema se ha convertido casi en algo tabú de lo que ni siquiera se habla. Sin embargo, el caldo de cultivo sigue su curso y cada vez hay más indignación con este asunto.
Teoría de la conspiración
Pese a que todo el mundo habla de ello y está de acuerdo, cuanto menos, en la dudosa moralidad de esta relación económica entre el Barça y el exvicepresidente de los árbitros, en el club siguen echando balones fuera. Lo hace especialmente su presidente, Joan Laporta, que es uno de los involucrados directamente en este caso porque bajo su anterior mandato se realizaron pagos millonarios a Enríquez Negreira.
Pese a que se sigue esperando una rueda de prensa o una comparecencia ante los socios del FC Barcelona, el presidente sí que se ha manifestado recientemente en actos privados o en las redes sociales, y lo ha hecho de manera muy contundente. Desde el "hay una campaña para quedarse con el club", hasta el "tengo muchas ganas de enfrentarme a los sinvergüenzas que manchan nuestro escudo", las excusas del mandatario son de todos los colores.
Laporta trata seguramente de ganar tiempo mientras que el caso avanza en los juzgados y desvía la atención. Evita a toda costa asumir cualquier tipo de responsabilidad y ni mucho menos dar explicaciones claras de cómo fue aquella relación con el vicepresidente de los árbitros, así que el presidente se ha creado un enemigo ficticio al que acusa de crear campañas de desprestigio.
Para Joan Laporta todo responde a una teoría de la conspiración, un complot artificial hecho para debilitar al Fútbol Club Barcelona y, según su versión, arrebatarle el poder del mismo. Sin embargo, los pagos y las facturas son reales y ya están registrados en el proceso judicial.
La relación Barça-Madrid
Algunas declaraciones de Joan Laporta echando balones fuera han dejado entrever un malestar con el Real Madrid después de que el club blanco decidiera personarse en el 'caso Negreira'. El club presidido por Florentino Pérez convocó de urgencia a su Junta Directiva y tomó la decisión de formar parte de la causa en su primer comunicado público acerca de este asunto.
Esto levantó las iras de Laporta, que poco después volvió a la carga con unas duras palabras: "El Barça es inocente de lo que se le acusa y víctima de una campaña contra su honorabilidad en la que ahora ya están todos. Ninguna sorpresa, defenderemos al Barça y demostraremos la inocencia del club. Muchos tendrán que rectificar", aseveró.
Pese a que las relaciones entre los clubes son buenas en los últimos tiempos, el 'caso Negreira' se ha colado de por medio y el FC Barcelona descartó hacer la habitual comida de directivas antes de El Clásico. De esta forma, los dirigentes de ambos clubes se verán directamente en el Camp Nou para presenciar el partido.
Aún así, tal y como informó EL ESPAÑOL esta situación no afecta a lo que tiene que ver con la Superliga. En este asunto, el Real Madrid y el FC Barcelona siguen de la mano en el proyecto ya que están convencidos de que es algo positivo para el fútbol, por lo que la alianza entre ambas entidades no corre peligro en este sentido.