Los 'ecos' de la derrota del Deportivo de La Coruña en Castalia (Castellón) y su eliminación del playoff de ascenso a Segunda División aún se dejan sentir en Riazor. En pleno mes de junio, con la planificación deportiva para la próxima campaña poco o nada avanzada, el consejo de administración del Deportivo de La Coruña ha renunciado al cargo tras un giro de timón de Abanca, entidad propietaria del club.
Antes de presentar su dimisión, el órgano gestor comunicó al entrenador, Rubén de la Barrera, que también cesaba en el cargo. El profundo e inesperado lavado de cara preocupa ahora entre los aficionados de un club que, pese a militar en Primera RFEF, cuenta con cerca de 24.000 socios. La decisión tomada por la propiedad responde al deseo de la misma de volver al fútbol profesional lo antes posible.
Las prisas por llevar a cabo la citada transición fueron tales que al ya exentrenador del Deportivo le notificaron su despido "de urgencia" mientras cenaba con su ayudante en Betanzos.
"Estaba en Betanzos con mi ayudante, para una cena, cuando me llega un mensaje de la dirección del club diciendo que necesitaban una reunión urgente. Les comento que estoy en Betanzos y se acercan. A eso de las diez y pico me comunican que se había acordado la salida del congreso y que estoy destituido", asegura el propio Rubén de la Barrera.
"Firmas al entrenador el 16 de mayo, le dices que aunque no suba va a seguir y ahora le cesas. Algo ha tenido que pasar este miércoles para que se tome por sorpresa esta decisión. La afición está preocupada porque entiende este movimiento como un golpe a la deriva", apunta Alfonso Núñez, periodista responsable de cubrir la actualidad del equipo gallego en el diario Quincemil.
Así las cosas, el Deportivo de La Coruña queda descabezado en vísperas de que comience un mercado veraniego en el que tendrá que resolver grandes incógnitas, como es la dirección del banquillo o el futuro de varios jugadores con contrato que podrían no entran en los planes de la propiedad.
La penitencia del Deportivo de La Coruña lejos del fútbol profesional comenzó en la temporada 2019-2020, cuando el club cae a la ya extinta Segunda División B tras un final de temporada marcado por las cuestiones extradeportivas. Un brote de coronavirus en la plantilla del Fuenlabrada privó al Dépor de poder disputar su encuentro en la misma fecha y a la misma hora que el resto de sus rivales por la permanencia. Cuando este partido se pudo disputar, una vez recuperada la plantilla del Fuenlabrada, el conjunto gallego ya estaba descendido matemáticamente .
Desde entonces, a pesar del regreso de grandes nombres, como es el caso de Lucas Pérez -que dejó la máxima categoría del fútbol nacional para volver al equipo del que es aficionado-, el Dépor no ha logrado salir de la tercera categoría del fútbol español.
En su primer año, con el mayor presupuesto de la historia para la competición, salvó la categoría con una victoria en la última jornada ante el Langreo. La temporada pasada, la que más cerca estuvo el ascenso, cae con el Albacete en la final de la fase de ascenso. La presente campaña, ha sido el Castellón el conjunto encargado de apear al Dépor de su objetivo.
A pesar de no haber pisado la máxima categoría del fútbol español desde la 2017-2018, el Deportivo de La Coruña es duodécimo en la clasificación histórica de primera división, con 46 temporadas y 1843 puntos. Su buen desempeño a finales de los noventa y comienzos de siglo llevaron al conjunto gallego a conquistar un título de Liga y a disputar en cinco ocasiones la máxima competición continental.