Las categorías inferiores de la selección española son una auténtica mina de cosechar buenos resultados. Todo lo que históricamente le ha costado a la absoluta avanzar en los grandes torneos, ha sucedido al contrario con los diferentes equipos de base, que han demostrado durante años una facilidad pasmosa para estar en las eliminatorias finales y también para ganar trofeos. 

Ahora, sin embargo, parece que mayores y pequeños van de la mano en este 2023. Si el combinado de Luis de la Fuente se proclamó hace apenas unas semanas campeón de la Nations League de forma brillante, ahora la selección sub21 está a las puertas de proclamarse campeona de Europa.

Este equipo lleno de jóvenes valores ha demostrado a lo largo de todo el torneo una madurez excepcional. No en vano, algunos de ellos ya tienen experiencia más que demostrada en LaLiga, y su camino hacia la final es hasta el momento inmaculado porque no saben lo que es perder ni un solo encuentro. 

Piña de los jugadores de la selección española sub21 para celebrar el gol de Abel Ruiz en la semifinal del Europeo EFE

La última exhibición tuvo lugar en la semifinal ante Ucrania. Pese a que España comenzó perdiendo, el plan no varió lo más mínimo, siguió desempeñando su fútbol y con sus aptitudes consiguió maniatar a un rival que no pudo hacer nada para evitar una clara derrota. Ahora sólo falta un último paso, el de derrotar a Inglaterra en la final el próximo sábado.

Esta sub21 practica un fútbol vistoso, sabe perfectamente a lo que juega y si las cosas se tuercen tiene en el banquillo a un mago con una varita. Todo lo que ha tocado Santi Denia hasta el momento en el torneo ha tenido un resultado positivo, y la manera de llevar al grupo donde hay estrellas emergentes que aquí tienen menos protagonismo es digna de alabar.

Jóvenes muy preparados

Ha quedado claro en este Europeo sub21 que España tiene unos talentos en potencia que ya son una realidad. Este tipo de torneos sirven para terminar de foguear a los jóvenes para que den un paso definitivo, pero en el combinado nacional parece que algunos de ellos ya lo han dado hace tiempo. 

La manera en la que muchos de los jugadores se desenvuelven en situaciones complicadas no son fruto del azar. Los hay que ya tienen un buen número de partidos jugados en la más absoluta élite, y aunque tengan rivales en similares condiciones enfrente como sucedió con Mudryk en la semifinal ante Ucrania saben cómo ser superiores. 

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Tan sólo con mirar la última alineación, se ven muestras de todo ello. En la defensa, Juan Miranda ya tiene muchas batallas libradas con el Real Betis en Primera División, Víctor Gómez es titular habitual en la élite de Portugal con el Braga y centrales como Paredes o Pacheco han disfrutado de minutos en LaLiga. 

Baena es uno de los habituales en la medular del Villarreal, por no hablar de la importancia que tiene Sancet en un equipo como el Athletic Club. Pero es que Rodri, con el Betis, o Abel Ruiz, con el Braga, son también asiduos en las alineaciones de sus respectivos equipos. 

Toda esta experiencia de muchos de los jugadores de la sub21 en equipos de la élite que incluso disputan competiciones europeas hace que lleguen a un Europeo de estas características con la lección más que aprendida. Incluso este equipo se puede permitir el lujo de dejar en el banquillo a otros futbolistas de la talla de Hugo Guillamón, Aimar Oroz, Sergio Camello o Gabri Veiga, sin duda la revelación española de la temporada en Primera. 

Santi Denia, el jefe

En esta mezcla perfecta que se ha formado en la selección sub21 y que va camino de proclamarse campeona de Europa tiene mucha parte de culpa el capitán del barco. La Federación apostó por Santi Denia para tomar los mandos de este equipo y, por lo que se está viendo en este torneo, la decisión no pudo ser más acertada.

Este equipo no se compone solo de resultados, no es que pasara fácilmente la fase de grupos, que todavía no haya perdido o que diera una exhibición en la semifinal. Todo va mucho más allá y Santi Denia parece que tiene una varita mágica con la que convierte en oro todo lo que toca. 

El técnico ha demostrado una gran capacidad de decisión para cambiar cosas en pleno partido cuando el choque no va por el camino que le gustaría. Cambios de posición, movimientos de piezas y sustituciones que resultan clave para desatascar situaciones complicadas. Sucedió así, por ejemplo, en los cuartos de final contra Suiza con la entrada de Adrián Bernabé. El jugador del Parma dio un auténtico recital y guio a la Selección a la siguiente ronda.

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Y más allá aún de todo eso, la manera de gestionar el grupo por parte del seleccionador está siendo excelente. No es fácil cohesionar una convocatoria en la que ya hay jugadores importantes en sus equipos y en los que algunos son incluso ya unas estrellas emergentes que suenan como grandes fichajes del verano. 

El ejemplo más claro es el de Gabri Veiga. El futbolista del Celta de Vigo se ha salido esta temporada en Primera División e incluso se le ha llegado a relacionar con un interés del Real Madrid. Sin embargo, no ha sido titular ni un solo día en este Europeo sub21 y España no ha necesitado especialmente de él. Eso habla de cómo Santi Denia tiene claro que en esta selección hay unos roles que hay que respetar y cumplir. 

Todo marcha viento en popa y tan sólo queda un último esfuerzo para terminar el viaje de la manera más exitosa. Enfrente estará Inglaterra, un equipo que ha ganado todo lo que ha jugado hasta el momento y que cuenta con jugadores desequilibrantes y con experiencia en el más alto nivel. Será una final preciosa que el próximo sábado decidirá quién se lleva el trofeo a su país.