Pese a que los problemas económicos se siguen reproduciendo a cada día que pasa en el FC Barcelona, la entidad culé sigue moviéndose en el mercado y realizando desembolsos para reforzar su plantilla de cara a la temporada que viene. Así, el club azulgrana anunció en la mañana de este miércoles una nueva incorporación, la del centrocampista Oriol Romeu.
El catalán regresa a la que fue su casa durante muchos años, al lugar en el que se formó como futbolista, y lo hace después de que el Barça haya desembolsado por él cerca de 5 millones de euros al Girona. El acuerdo entre todas las partes era total desde hacía unos cuantos días, aunque faltaban por cerrar algunos flecos de la operación que se fueron dilatando.
El centrocampista firma por las próximas tres temporadas, hasta junio de 2026, momento en el que tendría 34 años. Se trata, por lo tanto, de un fichaje veterano para la medular del conjunto culé, una zona en la que Xavi Hernández había reclamado nuevos refuerzos sobre todo desde la marcha de Sergio Busquets a Estados Unidos.
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Eso sí, el Barça se ha encargado de blindar a su nuevo fichaje ante curiosos que en los próximos años puedan estar interesados en hacerse con sus servicios porque ha establecido una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. Se trata del tercer fichaje de este curso por parte de la entidad que preside Joan Laporta después de las llegadas de Íñigo Martínez y de Gündogan.
Vuelve a casa
Oriol Romeu se formó en La Masía, aunque como muchos otros futbolistas que comenzaron en la cantera del Barcelona, tuvo que marcharse fuera a probar suerte ante la falta de oportunidades en el primer equipo. El catalán llegó al Barça en 2004 y varios años después se convirtió en una pieza importante para el filial en Segunda División, con Luis Enrique al mando.
Sin embargo, tan sólo llegó a jugar dos partidos oficiales con la camiseta del primer equipo en la temporada 2010/2011 bajo las órdenes de Pep Guardiola. Después, el futbolista pasó por equipos como Chelsea, Valencia, Stuttgart o Southampton antes de llegar al Girona, donde ha firmado buenas actuaciones.
Oriol Romeu está considerado como uno de esos centrocampistas que tienen ADN Barça, así que se convirtió en una prioridad hace tiempo. Xavi Hernández vio la necesidad que tenía de reforzar a la plantilla en el centro del campo después de la marcha de Sergio Busquets, así que ve cómo el club responde a sus necesidades y le da a una pieza que cuadra mucho con sus gustos.
Pese a todo, ahora el Barça tendrá un nuevo trabajo por delante que será el de poder inscribir en La Liga a este futbolista, al igual que a todos sus nuevos fichajes. Los problemas financieros ahogan al club culé, que necesita ingresar 60 millones de euros antes del 31 de agosto.