El Mundial femenino de fútbol se ha cobrado una víctima en la fase de grupos. El último en caer ha sido Alemania. La selección teutona no pudo pasar del empate frente a Corea del Sur y, por tanto, fue incapaz de clasificarse para la fase final del torneo. Un durísimo varapalo para una de las grandes favoritas a hacerse con la victoria.
Pese a depender de sí mismas para certificar su clasificación, no fueron capaces de alcanzar la victoria frente a Corea del Sur. Aún así, todavía mantenían la esperanza de meterse en los octavos de final si la suerte les sonreía, sin embargo, el triunfo de Marruecos frente a Colombia les dejó fuera de la cita que se disputa en Australia y Nueva Zelanda.
Una eliminación que ha causado una enorme decepción en las dos veces campeonas de la Copa del Mundo. Las vencedoras en 2003 y 2007 cierran así una participación muy por debajo de las expectativas esperadas y hacen que se abra aún más las opciones para las selecciones revelación.
Pese a comenzar el torneo de las mejor de las maneras al ganar por 6-0 a Marruecos, el combinado dirigido por Martina Voss-Tecklenburg se enfrentó a la dura realidad por en la segunda jornada. En su enfrentamiento contra Colombia, un gol de Manuela Venegas en el minuto 97 hizo que las sudamericanas se llevasen una agónica victoria.
Esto hizo que las opciones de meterse en la siguiente ronda disminuyesen de manera considerable. Los errores de cara a la portería rival en la última jornada lastraron enormemente a Alemania y las teutonas se quedan fuera por primera vez en su historia en la fase de grupos.
[El regalo a España en el Mundial: esquiva en cuartos a EEUU, que acaba segunda en su grupo]
Más sorpresas
Sin embargo, el Mundial femenino de fútbol ha ido dejando una cantidad notable de sorpresas durante su disputa. Dos de las llamadas a pelear por el título como Italia y Brasil también dijeron adiós prematuramente, dejando al torneo huérfano de algunos de los combinados más potentes.
Por otro lado, Estados Unidos también tuvo otro susto en la fase de grupos tras empatar frente a Portugal en la última jornada. Esto hizo que tuviese que acabar segunda de grupo y allanase el camino de España, con la cual se enfrentaría en una teórica final del Mundial.