El FC Barcelona revive con Ousmane Dembélé un 'caso Neymar'. El extremo francés ya es jugador del PSG tras abonar el club de París 50 millones de euros. Es el precio que, en privado, acordaron el futbolista y la entidad catalana para un traspaso que debía ser comunicado antes del 31 de julio. Los responsables recibieron el mensaje un día antes.
El Barça lo intentó hasta el último momento, pero no ha logrado convencer a Dembélé para que siga en sus filas. El futbolista acababa su contrato en junio de 2022 pero, para no irse libre, decidió ampliarlo dos temporadas más. Un año más tarde abandona el barco por una cantidad de la que su ya exequipo solo verá la mitad, 25 millones.
Esto se debe a que en su acuerdo, Dembélé se aseguró el 50% de un futurible traspaso para él y para su agente. Un golpe en el último momento para el Barça, que veía acercarse la fecha límite a partir de la cual la cláusula subiría a 100 millones de euros.
Un desastre más del Barça
Quien sale peor parado en esta operación es el Barcelona. Tan solo ingresan 25 millones por el traspaso, una cantidad ínfima teniendo en cuenta la cifra astronómica que pagaron por él en 2017 (135 millones). Dembélé es el segundo fichaje más caro de la historia del club tras el del brasileño Philippe Coutinho, que también resultó en desastre y se fue hace un año al Aston Villa por 20 'kilos'.
El paso por el club blaugrana de Dembélé no ha sido positivo tampoco en lo deportivo. El francés ha marcado 40 goles y ha repartido 43 asistencias en sus seis campañas en el Barça. Además solo ha jugado 185 partidos que es una cifra que se queda escasa para el tiempo que ha vestido de azulgrana.
Las lesiones han lastrado el paso de Dembélé por el Camp Nou. Se ha perdido el 36% de los compromisos con el equipo catalán, quedándose sin jugar hasta 119 encuentros por un total de 14 lesiones. Sus constantes pasos por la enfermería llegaron a desesperar, perdiéndose poco a poco la fe en un jugado llamado a ser la estrella del equipo.
Aún así, la salida de Dembélé es dolorosa por sí misma para el Barça porque pierde al jugador más desequilibrante que tenía en plantilla. Xavi Hernández fue el que más confianza depositó sobre Ousmane desde el año pasado y ahora ve con impotencia el vacío que deja su marcha.
¿Y ahora qué?
El Barça es consciente de que, por su situación económica, no tiene mucho margen de maniobra en el mercado. Lo poco que ingresará del traspaso, sumado a los límites que le marca el margen salarial impuso por La Liga, los culés no podrán pelear por el fichaje de un jugador de la envergadura de Dembélé para sustituirle en el campo.
Se mira hacia otros lados, como el fichaje de Joao Cancelo, del Manchester City, para reforzar las bandas. El luso es el que más suena ahora tras los fichajes de Gündogan, Íñigo Martínez y Oriol Romeu, mientras sobre la mesa siguen opciones para el ataque como el colchonero Yannick Carrasco.