La selección española de fútbol femenino está a un pequeño gran paso de hacer historia. Ya lo ha conseguido, de hecho, por el mero hecho de disputar el próximo domingo la final del Mundial ante Inglaterra, pero las de Jorge Vilda quieren ir todavía un poco más allá y poner el broche de oro a esta gran hazaña.
La estancia de España en Nueva Zelanda primero y en Australia después está siendo un carrusel de emociones que pueden alcanzar el culmen si se consuma la victoria en la final. Esas sensaciones son las que desde hace muchos días viene transmitiendo Pablo García, el fotógrafo oficial de la Selección, que desde finales de junio ha estado concentrado junto con las jugadoras.
A través de sus impresionantes fotografías, Pablo ha conseguido reflejar momentos muy importantes del combinado nacional en este Mundial de fútbol. Ilustró el gran debut ante Costa Rica, la durísima derrota contra Japón que hizo tambalear todos los cimientos, y también el brillante pase a la final después de la victoria sobre Suecia. Sus imágenes hablan y Pablo tiene un don para mover el obturador en el lugar y momento adecuado.
Suya es, por ejemplo, la ya emblemática fotografía de Alexia Putellas y Jennifer Hermoso llorando a lágrima viva en el banquillo tras conseguir el pase a las semifinales ante Países Bajos. El material que este profesional ya ha recopilado es de un valor incalculable y, desde luego, cuenta pura historia del deporte femenino español.
Pablo García atiende a EL ESPAÑOL desde la concentración de la Selección en Australia y de sus palabras se desprende sobre todo optimismo. Es sincero, habla del buen ambiente que observa entre las jugadoras, el staff técnico y el resto de la expedición y deja una frase esperanzadora por parte de alguien que ya se ha visto en situaciones similares: "Hay muchas similitudes en el ambiente con respecto al Mundial de 2010 en Sudáfrica".
Emociones en fotografías
Pablo García es uno más en la concentración de la selección española. Lleva ya casi dos meses junto a las futbolistas, compartiendo el día a día con ellas y ha compartido momentos mágicos. No es algo nuevo para él, sin embargo, porque es un fotógrafo más que experimentado que ha cubierto los mayores acontecimientos del fútbol español en los últimos años, incluido aquel Mundial de 2010 en el que el combinado masculino salió campeón del mundo.
Su misión es clara, comunicar a través de las fotografías que hace día a día, algo que se le da realmente bien y para lo que tiene una capacidad asombrosa. "Mi trabajo consiste en documentar un poco las vivencias de la Selección en el Mundial. Lo hacemos de una manera un poco diferente a lo que es habitual en los medios oficiales, porque la damos una visión al evento más fotoperiodística", relata para EL ESPAÑOL.
Lo que este profesional busca a través de los disparos de su cámara es transmitir emociones, algo nada sencillo de conseguir: "Intentamos buscar un tipo de imágenes más impactantes, que transmitan sentimiento, lo que están viviendo las jugadoras y el cuerpo técnico en el Mundial", comenta Pablo García.
El fotógrafo explica el método que trata de seguir para conseguir las instantáneas que logra: "Trabajamos mucho con intentar buscar retratos potentes, que la gente vea las imágenes y que las pueda disfrutar. Intentamos que se puedan meter en la piel de las jugadoras, en el sueño que están viviendo. Es de agradecer, porque la Federación me deja libertad absoluta, desde la presidencia hasta el departamento de Comunicación, para hacer las imágenes que considere, las que son más potentes para la cita".
El buen ambiente
Uno de los aspectos que resalta Pablo García desde la concentración en Australia es el buen ambiente reinante entre todos los miembros de la expedición. Habla de que aquello parece una familia, que van todos a una, y que seguramente ese sea uno de los ingredientes fundamentales para haber llegado a la final del Mundial.
"Hay muy buen rollo entre toda la delegación. No es que las jugadoras vayan por un lado y el staff y la delegación vaya por otro, hay muy buen ambiente en todos los momentos. Cada uno tiene su rol dentro del grupo, y el cómputo de todo ese buen ambiente creo que es el que hace que la Selección esté haciendo historia", relata el fotógrafo.
Lo que Pablo palpa es que las futbolistas están disfrutando de su profesión al máximo durante estos días en el Mundial: "Ahora mismo, como veo a las jugadoras a unos días de la final, es que están disfrutando de una experiencia inolvidable. Yo tuve la suerte de cubrir el Mundial de 2010 cuando la selección masculina ganó en Sudáfrica, y hay muchas similitudes en cuanto al ambiente", cuenta haciendo esta ilusionante comparación.
El fotógrafo es consciente del trabajo que hay detrás de este éxito, ya que él ve los entrenamientos cada día: "Se transmite la pasión con la que se está llevando esta concentración y las dificultades que han superado. Perder contra Japón como se perdió y estar en la final, debe de ser algo inédito. Esta Selección es sobrepuso a la derrota con naturalidad y trabajo".
Los mejores momentos
Después de tanto tiempo junto a las futbolistas y de tantas emociones vividas durante este Mundial, los buenos y los malos momentos se amontonan ya en la mente de Pablo García. "Recuerdo la victoria contra Suiza después de venir de perder contra Japón. Era como una liberación para todos saber que íbamos a seguir el camino", cuenta sobre el partido de los octavos de final.
Pablo tiene sus discos duros repletos de imágenes fabulosas, pero si tuviera que quedarse con una de ellas hasta el momento lo tiene claro: "Me quedo con la que ha sido más viral. Fue el momento en el que se pasó a semifinales, la imagen de Alexia Putellas y Jennifer Hermoso abrazadas llorando después de todo lo que habían pasado. Son dos leyendas del deporte femenino, del deporte español, de la Selección y de sus clubes", cuenta con cariño.
"Después de tantos años, de tanto trabajo, verse entre las cuatro mejores del mundo, en una semifinal y ganando a Países Bajos de la manera en la que se gana, a mí me emocionó bastante. Cuando estaba haciendo la foto ya me estaba transmitiendo ese sentimiento de emoción y de pasión de estas dos futbolistas", dice Pablo García sobre ese instante que va a quedar para el recuerdo.
Además, García confiesa que algunas jugadoras después de los entrenamientos se han atrevido a hacer sus pinitos como fotógrafas. "Tanto a Teresa Abelleira como a Salma no se les da nada mal", dice entre risas. Las cataloga como "muy buenas alumnas", así que quizás puedan tener incluso futuro en la profesión una vez que cuelguen las botas.
Por último, Pablo no se obsesiona con hacer la foto perfecta en el caso de que España salga campeona del mundo: "Soy muy metódico y trabajo igual para la final de un Mundial que haciendo un partido de 1ª RFEF. Sobre todo lo que quiero es que no llueve, porque aunque las fotos con lluvia son mucho más bonitas e impactantes, se sufre mucho protegiendo las cámaras y el ordenador. Luego ya tendré tiempo, si llega el momento que ojalá llegue, de ubicarme en un buen sitio para hacer la foto de campeonas del mundo", finaliza Pablo García.