Todo lo que empieza acaba y este Mundial de fútbol femenino de Australia y Nueva Zelanda no iba a ser menos. Este domingo 20 de agosto se disputa la gran final (12:00 horas) en el Accor Stadium de Sídney, un lugar de ensueño para levantar un título ante más de 80.000 personas, y lo mejor de todo ello es que en ese partido una de las dos protagonistas va a ser España.
El pasado 21 de julio, hace ya casi un mes, comenzó la aventura de la selección española en esta Copa del Mundo, seguramente la mejor que se ha hecho jamás en categoría femenina atendiendo a las valoraciones de quienes han formado parte de ella. Lo hizo con buen pie, con una victoria abultada y contundente ante Costa Rica, pero por entonces llegar a la final parecía casi una utopía.
España tenía mucho camino que recorrer. Primero, una fase de grupos por superar, y después ir sobreviviendo paso a paso a cada eliminatoria que se le fuera poniendo por delante. Se rehizo del golpe fatal ante Japón, superó una prórroga ante Países Bajos y dejó a una de las favoritas al título como Suecia en la cuneta.
El combinado español ha ido derribando una barrera tras otra en el campeonato y ahora mismo parece imparable. La figura de Jorge Vilda sale más reforzada que nunca de todo esto. Después del motín que hubo contra él, ha sabido reconducir la situación de una manera inimaginable y ha liderado este éxito sin precedentes para el fútbol femenino. Está a un paso de convertir a la Selección en campeona del mundo y tiene muy claro qué es lo que hay que hacer.
Ahora España, la Selección, el fútbol femenino y el deporte de féminas se encuentran después de tanto trabajo con un día para la eternidad. Pase lo que pase, será un momento para disfrutarlo y con el tiempo todo se verá en perspectiva como un instante histórico. Eso sí, la ambición es máxima y todo lo que se desprende desde la concentración española es una confianza ciega en que la primera estrella puede llegar en este Mundial.
¿Otro 'Iniestazo'?
En 2010 el combinado masculino abrió el camino y marcó la hoja de ruta a seguir para conseguir un Mundial. Llegar, por lo tanto, al trono del planeta es algo relativamente nuevo para el fútbol español, poco acostumbrado a un éxito de este calibre. Ahora las chicas pueden repetir la gesta no demasiado tiempo después, 13 años más tarde de aquel mágico momento en Sudáfrica.
De hecho, muchas de las jugadoras recuerdan aquel momento con un gran cariño. La memoria del gol de Andrés Iniesta en el 116 ante los Países Bajos es un fotograma que quedará para siempre anclado en la historia de nuestro deporte, y el que quiera establecer conexiones entre aquel Mundial masculino y el actual femenino tiene motivos para hacerlo.
En la plantilla del equipo de Jorge Vilda hay otra jugadora manchega, una albaceteña para más señas. Se trata de Alba Redondo y su protagonismo en el engranaje de España ha ido aumentando con el paso de los partidos. Comenzó siendo suplente en la fase de grupos, pero se ganó la titularidad en los cruces y puede presumir de haber marcado ya tres goles y haber dado una asistencia.
Puede que sea un guiño del destino, una conexión difícil de repetir, como si alguien tejiera lazos de una forma divina. Alba Redondo y Andrés Iniesta han compartido ya varios mensajes a lo largo de este Mundial, así que a buen seguro que el ex del Barça le habrá dado unos últimos consejos a la delantera del Levante.
España, con todo
Jorge Vilda va a poder tener a su disposición a las 23 jugadoras que se llevó a Australia y Nueva Zelanda. Ni sanciones, ni lesiones, todas están a disposición del técnico para que él pueda mover las fichas de la mejor forma que crea conveniente a lo largo del encuentro, algo que, por cierto, viene haciendo de manera magistral durante prácticamente todo el torneo. Su timón han llevado a España hasta la final.
La Selección es ambiciosa y atrevida. El hecho de ser toda una debutante en la final de un Mundial y estar a las puertas del título más importante como nunca antes se había visto no impone ni un ápice de miedo en la expedición española. Saben que sus opciones están intactas y que haciendo el trabajo que vienen realizando hasta el momento aspirarán a todo, así que por qué no soñar con bordar la primera estrella de la historia en la camiseta.
Algunas dudas rodean hasta última hora el once inicial que puede presentar Jorge Vilda en la final ante Inglaterra. En defensa, Olga Carmona parece haberse ganado un puesto, mientras que más arriba la presencia de Alexia Putellas es toda una incógnita y condicionará al resto del ataque. Fue titular ante Suecia, pero ha demostrado seguir lejos de ese nivel excelso que se le conoce.
Lo que tampoco asusta es el rival. Impone, por supuesto, pero España va a salir sin ningún tipo de complejos al terreno de juego y eso que podría tener motivos para hacerlo. Esta final tiene irremediablemente un claro aroma a venganza aunque algunas protagonistas no quieran verlo así. Inglaterra apeó a la Selección de la última Eurocopa de forma cruel y este es un escenario absolutamente inmejorable para enmendar aquella herida que sigue abierta.
Las inglesas son la única selección que ha cumplido con los pronósticos y que, partiendo como clara favorita, ha llegado hasta la final. Por el camino se quedaron el resto, pero es que el combinado que dirige Sarina Wiegman se ha ganado a pulso su condición de finalista. No en vano, es la campeona de Europa y eso siempre impone todavía un poco más.
Las inglesas practican un fútbol alegre y ofensivo. Tan sólo se han quedado sin marcar en un único partido en este Mundial, pero han demostrado tener una gran cantidad de registros para aclimatarse sin problemas a diferentes contextos de partido.
Tan sólo resta el último escalón. Independientemente del desenlace, esta Selección ya está en la historia del deporte español para siempre y los nombres de todos los implicados en este éxito también.