Luis Rubiales está en todas las portadas de los medios de comunicación nacionales e internacionales por la supuesta agresión sexual a la jugadora Jenni Hermoso y en el pueblo de su familia, Motril, hay división de opiniones. Su madre, Ángeles Béjar, se encerró este lunes en la iglesia de la Divina Pastora de Motril reclamando justicia para su hijo y denunciando que hay una “cacería” contra él.
Unas 70 personas se concentraron este lunes en la puerta de la parroquia para mostrarle públicamente su apoyo, mientras que en la localidad también aparecieron pintadas contra Rubiales e incluso una persona se presentó en la concentración con una bandera arco iris a modo de falda y una camiseta sobre la que se podía leer “no al machismo, no al abuso”. "¡Abusador de mujeres, hijo de …!", gritó otra vecina que pasaba por una plaza anexa a la iglesia y que se marchaba.
El encierro de la madre de Rubiales pilló por sorpresa a toda su familia, incluyendo, según apuntan, al propio Rubiales, que no ha estado en la concentración y cuyo paradero no ha querido ser revelado por los familiares, alegando que "está muy mal". Angeles Béjar apareció el lunes por la mañana en la iglesia, acompañada de su cuñada, y aseguró que hará huelga de hambre y que no se irá de allí hasta que Jenni no "diga la verdad".
"Nosotros no sabíamos nada, pensábamos que había ido a misa", afirmaba preocupada Vanesa Ruiz, su sobrina y prima de Luis Rubiales, quien indica que su tía, que tiene 71 años, necesita medicación. La pudo ver un momento al llevarle unas bebidas isotónicas. "Solo reza y llora, estamos muy preocupadas", insiste.
La noticia saltó a los medios de comunicación y en cuestión de horas la entrada de la parroquia era un hervidero de periodistas. La puerta de la iglesia, cerrada a cal y canto porque el lunes no hay misa. La siguiente misa es este martes a las 8.00 horas.
Varios vecinos convocaron a través de la redes sociales una concentración de apoyo a Angeles Béjar y Luis Rubiales a las 18:00 en la puerta de la parroquia. Unas 70 personas, entre familiares y conocidos, acudieron a la cita e hicieron corrillos en los que todos tienen la misma conclusión: "Se está linchando a Luis, un beso consentido no es una agresión sexual, y los medios de comunicación tienen la culpa de todo". Muchos vecinos también señalaban que 'el caso Rubiales' es una cortina de humo "para tapar que Pedro Sánchez está negociando con los etarras y los independentistas".
Las protestas primero fueron tímidas, con los vecinos viéndolas venir ante tanta cámara de televisión y programa en directo que les pedían declaraciones, pero poco a poco se fueron animando y empezaron a gritar "apoyo a Rubiales". Los familiares se quedaron en un segundo plano, a unos metros de la iglesia y sacan unas pancartas escritas a mano sobre una cartulina blanca con los textos "Jenni, ¿por qué no dices la verdad? ¡Stop cacería!" o "La verdad solo tiene un camino ¡Jenni, sé sincera!".
La protesta se convocó de forma casi improvisada y un lunes por la tarde, un aspecto que los familiares consideran que ha impedido que fueran más personas porque creen que cuentan con un apoyo del pueblo mucho mayor del que se ha demostrado en este encuentro.
Apoyo familiar
La familia de Rubiales está a muerte con él: "Mi primo no es un acosador, tiene un corazón enorme y le han destrozado la vida". Vanesa Ruiz es prima de Luis Rubiales. Se han criado juntos en Motril y suelen compartir los veranos en Salobreña. Se mostró indignada por la situación que está atravesando el ya expresidente de la RFEF, pero conforme va hablando las lágrimas empezaron a salirle a borbotones. "Esto es muy injusto. Mi primo no es un acosador, sino una persona con un corazón enorme", defiende de manera taxativa. "Es una acusación muy grave y le han destrozado la vida". Vuelve a llorar.
Su hermana Olga se pronunció en la misma línea. "Mi primo se equivocó, cometió un error, pero ha pedido perdón y esto es un linchamiento mundial. Por supuesto que defendemos a las mujeres, pero cuando hay una agresión. Aquí no hay nada. Todo está grabado. Encima Jenni se va de fiesta a Ibiza y se pone en la pierna que "no hay verano sin beso", en plan cachondeo. Si pensaba que era una agresión sexual tenía que ir a denunciarlo al momento", recalca. "Es una acusación muy grave y estamos todos destrozados, empezando por su madre", añade Vanesa.
Los padres de Luis Rubiales están divorciados. El padre, Luis Rubiales, fue alcalde de Motril, estuvo implicado en el caso de los ERE y vive actualmente en Granada. Su madre, Ángeles, ha sido peluquera, está jubilada y reside en Motril. El ya expresidente de la RFEF también está divorciado y vive a caballo entre Madrid y Valencia, donde están sus hijas.
"Somos una familia muy unida y siempre que puede se pasa por aquí a darnos un beso a todos, aunque tenga que irse corriendo a otro lugar. Puede dar la imagen de que tiene un carácter fuerte pero los que lo conocemos de verdad sabemos que es una bellísima persona", afirmaba Vanesa este lunes.
Eran las nueve de la noche y la madre de Luis Rubiales llevaba ya 12 horas encerrada en la Iglesia junto a su cuñada. No hay visos de que vaya a salir en breve. "No tenemos ni idea de lo que va a hacer", indicaba Vanesa Ruiz. Los vecinos que la han apoyado se empezaron a ir a cenar a sus casas, algunos todavía indignados por el "circo mediático" que se ha creado en torno al caso Rubiales.