Ni el exseleccionador, Jorge Vilda; ni el director de la Selección española, Albert Luque; ni el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, coaccionaron a Jenni Hermoso según la versión del expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. Así lo negó a las preguntas de la Fiscalía de la Audiencia Nacional el pasado viernes.
Durante el interrogatorio ante el juez Francisco de Jorge, la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, preguntó a Rubiales por cinco personas para tratar de averiguar si habrían tratado de coaccionar a Jenni Hermoso tras el beso en la entrega de premios del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Entre los nombres se incluían a Vilda, Luque y Rivera.
Rubiales negó ante el juez que se dieran coacciones hacia la jugadora y su entorno, además de remarcar que el beso en la boca "fue consentido". El exdirigente prestó declaración ante el Juzgado Central de Instrucción número 1 durante cerca de 45 minutos, en los que respondió a todas las partes, incluida la abogada de Jenni Hermoso.
A Rubiales se le investiga por un supuesto delito de agresión sexual y por un segundo, de coacciones. Ambos se los atribuye la Fiscalía de la Audiencia Nacional tras haber oído la declaración como testigo de Jenni Hermoso el día 5.
Después del interrogatorio, el juez Francisco de Jorge acordó a instancias de la Fiscalía que Rubiales no comunicarse con Hermoso durante la instrucción de la causa abierta, prohibiéndole acercarse a ella a menos de 200 metros.
Investigado por dos delitos
Fue la pasada semana cuando el juez citó a Rubiales. El pasado lunes, el magistrado admitió la querella presentada por la Fiscalía por los delitos de agresión sexual y coacciones contra él por el beso en la boca.
Actualmente, tras las modificaciones provocadas por la Ley del sólo sí es sí, el Código Penal castiga la agresión sexual —el primero de los dos delitos por los que, hipotéticamente, Rubiales podría sentarse en el banquillo de los acusados en un futuro— con penas de cárcel de 1 a 4 años. No obstante, también se contemplan sanciones económicas para los hechos "de menor entidad".
Por su parte, el delito de coacciones se castiga "con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados".
En un auto, el magistrado acordó las primeras diligencias en este procedimiento, entre ellas recabar de Radiotelevisión Española (RTVE) el vídeo o vídeos que tengan en sus archivos que recojan el momento desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante, así como los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho relativos a la celebración del triunfo de la selección de fútbol femenino.
La nueva abogada de Rubiales es Olga Tubau, prestigiosa letrada conocida por defender al exmayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero por el operativo policial del 1 de octubre de 2017, día del referéndum ilegal organizado por la Generalitat de Cataluña.