El caos se apoderó por momentos del entorno de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Selección femenina. Por imperativo legal, las futbolistas convocadas por Montse Tomé debían incorporarse este martes a la concentración del combinado español. Había dudas sobre qué haría la mayoría. Aparecieron, sí, pero la realidad superó a la ficción.
Este lunes por la noche, cuando la mayoría de las futbolistas refrendaban su rechazo a ir convocadas, la RFEF enviaba los billetes de avión a aquellas jugadoras que debían viajar hasta Madrid para iniciar la concentración en Las Rozas, como habitualmente. A primera hora del martes, y sin esperarlo, los planes cambiaron y las jugadoras recibieron el aviso de que sería en Valencia, en el Oliva Nova Beach & Golf Resort, a una hora de la capital del Turia.
El foco se repartía en dos puntos: Madrid y Oliva (Valencia), donde se concentrará finalmente la Selección antes de viajar a Suecia, el jueves, para el primer partido:
En la capital fueron citados los miembros del staff técnico, con Tomé a la cabeza, y aquellas jugadoras que ya estuvieran en la ciudad, es decir, las que pertenecen al Real Madrid y al Atlético. Seis, en total: Misa Rodríguez, Athenea del Castillo, Olga Carmona, Oihane Hernández, Eva Navarro y Tere Abelleira.
A las que juegan fuera de España (Aleixandri y Lucía García, en Mánchester, y Esther González, en Nueva York), la RFEF las pagó un vuelo a Madrid para después desplazarse a Valencia. Las jugadoras del FC Barcelona (nueve, en total) lo harán por el Euromed, tras cambiar los billetes de AVE que iba a Madrid. Rosa Márquez e Inma Gabarro irán desde Sevilla y Amaiur Sarriegi desde San Sebastián. En Valencia ya esperan las jugadoras de allí: Enith Salón (Valencia) y María Méndez (Levante).
[El CSD toma las riendas: Víctor Francos se reunirá con las jugadoras de la Selección en Valencia]
El punto de encuentro de la RFEF en Madrid fue el hotel Tryp Alameda, en Barajas. Alrededor de las 11:30 horas estaban todos citados y una vez salió el chivatazo se formó en las puertas una pasarela entre periodistas y cámaras a la expectación de quién aparecería y quién no.
La primera fue Tomé, que decía solamente que seguía confiando en que las 23 futbolistas que convocó el lunes estuvieran en la concentración. Después fue el turno de las jugadoras, que hablaron poco, pero sus escasas palabras y también sus gestos lo decían todo.
Llegó Misa Rodríguez, la portera del Real Madrid y una de las 39 firmantes del comunicado de renuncia a ir con la Selección mientras no haya más salidas en la RFEF. "¿Estás contenta de estar en la lista de Montse Tomé?", le preguntaban. Ella, mientras encaraba la entrada del hotel, respondía con un contundente: "No".
Minutos después llegaron a la vez Athena del Castillo y Olga Carmona, también jugadoras del Real Madrid. La primera de ellas fue la que más se paró ante los micrófonos: "Todas las cosas que tengo que decir ya las he dicho en mi comunicado. Creo que fui clara, ¿no? Dije que iba a estar aquí. Muchas gracias a todos". Se refería al escrito que publicó por cuenta afirmando que sí iría convocada si la llamaban, a diferencia de otras 21 de las 23 campeonas del mundo.
Oihane Hernández y Eva Navarro, la única del Atleti en la convocatoria, aparecieron después y, por último, llegó Tere Abelleira. Cinco madridistas y una colchonera. A ellas les tocó pasar el mal trago de una situación que nadie hubiera deseado que ocurriera. Su incómodo 'desfile' fue la desembocadura de una relación que está totalmente rota entre la Federación y las jugadoras.
Sobre las 13:45 horas, el grupo que se encontraba en el hotel volvió a salir para dirigirse a la estación en tren. Las seis jugadoras, ya cambiadas de ropa y con las prendas de la Selección, caminaron a través del corrillo de periodistas con semblante serio y sin decir una palabra hasta el autobús.
Un avión les dirigirá a todos ellos hasta Valencia a las 14:10 horas. Allí se unirán las otras 17 jugadoras, con especial atención puesta sobre las del Barcelona. Se espera que todas aparezcan, aunque hubo dudas sobre algunas durante la mañana, y a la tarde se reúnan presencialmente con Víctor Francos, presidente del CSD.
El Gobierno buscó soluciones durante la mañana para que las jugadoras asistieran a la concentración, ya que la Ley del Deporte las obliga a ello y no hacerlo conlleva una posible sanción de hasta dos años sin ficha federativa, como mínimo.
La Selección, con negociaciones que seguirán de por medio, se refugiará en Oliva. Solo habrá un entrenamiento, el miércoles, ya que los campos del complejo no tienen luz artificial. El jueves, a las 10 de la mañana, la expedición cogerá el vuelo a Suecia. Todavía no es seguro que vayan a subirse a ese avión las 23 que llamó Tomé.