El Olympique de Marsella es ahora mismo un caos. El club francés está viviendo una crisis institucional grave por culpa de los resultados deportivos y por la actitud de sus ultras. Estos últimos han provocado que Marcelino García Toral dejara este miércoles su puesto como entrenador tras tres meses en el cargo.

El club marsellés emitió un comunicado en el que anunció la marcha del técnico. Señalan que la tensión que vive el equipo "no permite a Marcelino y a su cuerpo técnico ejercer en buenas condiciones las funciones para las que fueron contratados".

"Dado el contexto, todo el club está muy decepcionado por tener que afrontar la marcha de un entrenador y del cuerpo técnico, que llegó a Marsella el 23 de junio y plenamente comprometido con el club, por motivos extradeportivos", dice también el comunicado. 

Aubameyang, durante el último partido del Marsella Europa Press

Ahora mismo, el Olympique de Marsella es un auténtico polvorín. El empate a cero del pasado fin de semana ante el Toulouse en el Velodrome provocó una gran bronca en la grada y escenificó el divorcio completo que hay entre la afición y el equipo. 

A pesar del empate, el conjuntó marsellés ocupa ahora mismo la cuarta posición en la Ligue 1. Están a dos puntos del líder y se encuentran por delante del PSG en la clasificación. De hecho, este próximo domingo se miden a los parisinos en el 'clásico' del fútbol francés. Un duelo que se disputará en el Parque de los Príncipes y que no contará con la presencia de Marcelino en el banquillo.

El técnico asturiano ni siquiera había viajado a Ámsterdam para enfrentarse al Ajax en la Europa League. Poco más de dos meses ha durado la andadura del técnico en Marsella. Se marcha con un balance de dos victorias, tres empates y dos derrotas en siete partidos. 

Momento clave

Sin duda, uno de los momentos negros en la corta etapa de Marcelino al frente del Marsella fue la eliminación en la previa de la Champions frente al débil Panathinaikos. Los franceses disputaron la vuelta en el Velodrome tras caer 0-1 en la ida.

El encuentro fue un monólogo del Marsella. Se pusieron 2-0, un resultado que les daba el pase a la fase de grupos de la Copa de Europa, pero pudieron anotar dos o tres tantos más. En la última jugada del partido un penalti señalado por el VAR hizo que los griegos mandaran el encuentro a la prórroga.

En el tiempo extra los de Marcelino volvieron a mandar en el juego y marcaron un gol en el 112 que fue anulado por fuera de juego. El choque se vio abocado a la tanda de penaltis y allí llegó la tragedia. Guendouzi falló el primer lanzamiento. El resto de sus compañeros acertó, pero el Panathinaikos fue infalible desde los once metros y anotó las cinco penas máximas que le acabaron dando el billete a la Champions.