El FC Barcelona se dejó dos puntos en su visita a Mallorca en un encuentro en el que los de Xavi Hernández no fueron superiores. El conjunto azulgrana consiguió empatar el encuentro dos veces, pero esta vez no se repitió la épica como sí ocurrió contra el Celta.
Los de Javier Aguirre firmaron un partido notable. Supieron defender su área y aprovecharon la figura de Muriqi, que dejó un gol y una asistencia, para arañar un valioso punto ante el líder.
El Mallorca comenzó de forma inmejorable el partido. Javier Aguirre salió con defensa de cinco, pero lejos de replegarse fue a buscar al Barça con una presión altísima. El conjunto azulgrana, algo parado, no aguantó la primera embestida de los mallorquinistas.
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En el minuto ocho el conjunto bermellón aprovechó un grave error de Ter Stegen para hacer el 1-0. El guardameta alemán, ante la presión del equipo rival entregó mal un balón a uno de sus compañeros que provocó una ocasión manifiesta de gol para el Mallorca. Araújo salvó en primera instancia con un gran despeje a centro de Antonio Sánchez. El esférico le cayó de nuevo al centrocampista que puso el balón al área pequeña en dirección a Muriqi. El kosovar, con la caña preparada, remató de primeras con el interior del pie izquierdo haciendo imposible la intervención a Ter Stegen.
Los de Xavi Hernández tardaron en conectarse al partido. Lo hicieron a través de Raphinha, sin duda el mejor de la primera mitad para los culés. El extremo brasileño fue el único que puso en problemas a la zaga mallorquinista y al borde del descanso puso el tanto del empate.
El gol llegó en una gran acción del '11' barcelonista. Recibió en el perfil derecho, sorteo a dos rivales con una buena diagonal y sacó un latigazo preciso pegado a la cepa del poste que hizo inútil la estirada de Rajkovic.
El empate le sentó muy bien al Barça que pudo hacer el 1-2 en el minuto 45. De nuevo el protagonista fue Raphinha quien esta vez se equivocó en un mano a mano frente al portero del Mallorca. El carioca tuvo todo el tiempo del mundo para definir, pero su disparo se marchó muy por encima de la portería local.
Los azulgrana perdonaron el 1-2 y el Mallorca golpeó con fuerza en el descuento. Y es que de una acción sin peligro alguno llegó el segundo de los locales. Rajkovic sacó de puerta en largo, Muriqi prolongó de cabeza y Abdón Prats mandó el balón al fondo de la red con la puntera. Tres toques le bastaron al Mallorca para ponerse de nuevo por delante en una jugada muy mal defendida por el Barça.
Tras el descanso Xavi Hernández buscó la reacción con la entrada de Lewandowski y Lamine Yamal. El canterano culé, en su primera aparición, estuvo a punto de forzar un penalti en favor de los suyos en el minuto 67. De hecho, el colegiado señaló la pena máxima, pero lo anuló tras acudir al VAR.
Los niños, insuficientes
El Barça estaba incómodo sobre el verde de Son Moix y fueron los niños quienes tiraron del carro. Especialmente Lamine Yamal que, tras la jugada del penalti, firmó la asistencia del empate.
El jovencísimo jugador de 16 años firmó una gran acción internándose en el área y poniendo el esférico al punto de penalti. Allí apareció Fermín, otro canterano, que definió sin problemas marcando así el empate y su primer gol en Primera. Todavía quedaban 15 minutos para culminar una nueva remontada.
Sin embargo, esta vez la épica no valió. El Mallorca defendió bien en los últimos compases e incluso estuvo cerca de poner el tercero en su casillero. Al final, reparto de puntos en un duelo en el que el Barça no fue superior y en el que deja en manos del Girona y el Real Madrid la posibilidad de alcanzar el liderato.