La final de la Champions League de 2022, celebrada en París, será recordada, además de por la victoria del Real Madrid frente al Liverpool, por el caos que pudo acabar en tragedia en los instantes previos al partido. Miles de seguidores se vieron encerrados en largas colas y la situación degeneró en escenas de brutalidad policial y ataques de vándalos de la zona de Saint-Denis.
La UEFA, organizadora de la final, nombró un panel de expertos para revisar el desastre y este concluyó que el propio organismo tenía la "responsabilidad principal" de lo ocurrido porque no monitoreó ni supervisó los planes de seguridad y las operaciones en París. El informe, sin embargo, culpó principalmente a la división de eventos porque había "marginado" a la unidad de seguridad del ente europeo.
Sharon Burkhalter-Lau, entonces directora de operaciones de la UEFA y responsable de la división de eventos, ha acusado a la UEFA de presentar pruebas "completamente falsas" en su investigación para proteger a su unidad de seguridad, que lidera el mejor amigo del presidente Aleksander Ceferin, Zeljko Pavlica.
Pavlica encabeza la unidad de seguridad de la UEFA desde 2021. Fue nombrado por Ceferin, con quien tiene una relación de amistad que se extiende por décadas desde que vivían en Eslovenia. Pavlica, que solo se había dedicado a servicios de guardaespaldas personales, es el principal responsable en seguridad de estadios del fútbol europeo.
Burkhalter-Lau, la segunda al mando en la planificación de la final del 28 de mayo de 2022 en el Stade de France entre Liverpool y Real Madrid, rechazó como "completamente falsa" la evidencia de la UEFA de que la unidad había sido marginada, según revela el diario inglés The Guardian.
Burkhalter-Lau envió memorandos al secretario general de la UEFA, Theodore Theodoridis, y a otros tres altos funcionarios, vistos por el citado medio. Burkhalter-Lau se niega a aceptar que su división de eventos fuera la principal responsable del caos, como concluyó el panel de expertos, y señaló a .
Según Burkhalter-Lau, el responsable de seguridad y su equipo no asistieron a reuniones claves sobre la seguridad de cara a la final y no proporcionaron información crucial sobre el proceso para la planificación. El propio Pavlica explicó que en la final estuvo en la zona VIP del estadio, junto a Ceferin, y que no supo del caos que ocurría en el exterior hasta una reunión que tuvo lugar a las 20:45 horas.
"La afirmación de que UEFA Events, la dirección, marginó a la unidad de seguridad de la UEFA se basa en declaraciones proporcionadas por la UEFA que eran falsas y concertadas", alega Burkhalter-Lau. También enfatiza en que los problemas fueron provocados, sobre todo, por la policía de París.