Hace unos días, el Atlético de Madrid, en palabras de su consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín, cargó de forma muy dura y directa contra el Real Madrid después de disputar el derbi. En unas palabras realizadas en un ámbito privado y recogidas por el diario MARCA, dijo del conjunto blanco que "adultera la competición", unas acusaciones que levantaron una gran polémica.
Pese a que desde muchos sectores se consideró que Miguel Ángel Gil Marín se había sobrepasado en sus declaraciones, parece que desde el club se reafirman en ello y tienen el claro mensaje de seguir en la misma línea. De hecho, el último en manifestarse siguiendo esta misma corriente ha sido uno de sus grandes portavoces como es el Cholo Simeone.
El entrenador argentino habló tras el partido que su equipo disputó este jueves en El Sadar ante Osasuna, un choque que se saldó con una polémica victoria, y fue preguntado sobre las aseveraciones de Gil Marín. Simeone se mostró convencido de que su directivo estaba en lo cierto: "Termina diciendo lo que muchos a veces no quieren comentar".
Prosiguió además el entrenador en su respuesta favorable a estas graves acusaciones contra el Real Madrid: "Está claro que después del partido se habló más del árbitro que de lo que había pasado en el encuentro. Y entiendo que es una forma de generar ese miedo escénico que se genera cuando el árbitro que tiene que ir a dirigir recibe todo lo que recibió el árbitro que pitó el partido anterior".
El Atlético, favorecido
Las palabras de Miguel Ángel Gil Marín criticaban que el Real Madrid presionara a los árbitros a través de diferentes vídeos emitidos en su televisión para así condicionar sus decisiones en los partidos. De ahí que dijera que adultera la competición a su juicio.
Sin embargo, estas palabras se le han vuelto en contra ahora al directivo del Atlético de Madrid porque apenas unas horas después ha sido su equipo el que ha salido notablemente beneficiado de una controvertida decisión arbitral.
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Sucedió en El Sadar durante el partido ante Osasuna. En la segunda parte, con el Atleti ganando por 0-1 y los navarros apretando, Osasuna consiguió el gol del empate. Sin embargo, Martínez Munuera, después de la revisión del VAR, anuló el tanto y evitó que los rojillos igualaran el marcador en los últimos minutos del partido.
Un claro empujón de Giménez sobre Aimar desequilibró al jugador de Osasuna, que en su movimiento tocó con la mano a Witsel sin ni siquiera saber que el futbolista del Atlético estaba ahí. El balón, que venía desde la esquina, terminó siendo rematado en otro lugar diferente al de la acción por David García a gol, pero los colegiados interpretaron que había habido falta de Aimar Oroz.
La decisión cabreó notablemente a Jagoba Arrasate, que se mostró muy molesto con la decisión y que además terminó siendo expulsado por sus protestas. Después, en sus declaraciones posteriores, el técnico se tuvo que morder la lengua pero aseguró que La Liga les ha quitado la libertad de expresión.