El FC Barcelona se impuso al Sevilla (1-0) en un partido en el que la noticia estuvo en el palco y no en el césped. Los directivos de la entidad andaluza, encabezados por el presidente Pepe Castro, vieron el encuentro desde la grada y no en la zona de autoridades como protesta a los nuevos datos que se han conocido sobre el 'caso Negreira'.
El boicot del Sevilla FC al palco de Montjuïc supone un punto de inflexión en la relación del resto de los clubes de LaLiga con el FC Barcelona por el 'caso Negreira'. Hasta la fecha, sólo el Real Madrid se había mostrado crítico con los pagos al vicepresidente de los árbitros durante 17 años.
El club presidido por Florentino Pérez ha sido el único que se ha presentado como acusación particular en el proceso judicial, mientras que el resto de equipos han delegado en LaLiga las acciones legales. Sin embargo, el Sevilla FC ahora ha sido el primero del resto de entidades en dar un paso adelante, aumentando así la presión sobre el FC Barcelona y sobre un Joan Laporta que está a punto de ser imputado.
[El juez a punto de imputar a Joan Laporta por los pagos del FC Barcelona a Enríquez Negreira]
El juez Joaquín Aguirre ha dado la figura de investigado por un delito de cohecho al FC Barcelona, a José María Enríquez Negreira, a su hijo Javier Enríquez, a dos expresidentes de la entidad, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, y a dos exdirectivos, Òscar Grau y a Albert Soler.
Tal y como informó EL ESPAÑOL, Laporta será el siguiente imputado ya que el cohecho, en su modalidad continuada, amplía la prescripción del delito hasta los 15 años. El magistrado también ha solicitado una lista de todos los presidentes con las fechas exactas con sus mandatos, con la intención de retroceder hasta 2009, en vez del 2011, la investigación del caso.
El primer mandato de Laporta fue del 2003 al 2010 y, por tanto, ya podría ser acusado de cohecho como Bartomeu y Rosell. El FC Barcelona se queda solo en el fútbol español y el plantón del Sevilla FC amenaza con ser el primero de otros muchos clubes ante las nuevas informaciones sobre la investigación del pago de más de 8 millones de euros al vicepresidente de los árbitros.
Hasta la fecha, la única rueda de prensa de Joan Laporta sobre el asunto estuvo marcada por incongruencias y por una versión que ha desmontado el juez Aguirre en sus autos tras las pesquisas de la Guardia Civil. El presidente del FC Barcelona también acudió a una asamblea de LaLiga en la que se trató el caso, pero en la que no logró convencer con sus explicaciones al resto de clubes.
El Sevilla FC pide en su comunicado que, por el bien de la competición, "se depuren todas las responsabilidades en el 'caso Negreira'". La entidad andaluza "muestra su total indignación y repulsa por las prácticas realizadas por los exdirigentes del FC Barcelona imputados". La cercana imputación de Laporta deja al presidente en una posición de debilidad ante los clubes que piden hechos concretos ante los tramposos.
La UEFA también ya estudia sancionar al FC Barcelona sin competiciones europeas, tal y como publicó EL ESPAÑOL. El juez de instrucción afirmó en un auto anterior que existía una "corrupción sistémica" en el arbitraje español. Este jueves fue un paso más allá al apuntar que existió "una desigualdad de trato" a los equipos por culpa de los pagos del club catalán a Enríquez Negreira.
Sin autocrítica de la afición
El FC Barcelona decidió responder al Sevilla FC con otro comunicado en el que anunciaba que daba por "rotas todas las relaciones" entre ambos clubes y aseguró que "el 'caso Negreira' no puede servir de excusa para tales actuaciones ya que el procedimiento judicial se encuentra en una fase de instrucción muy prematura".
Las críticas externas al FC Barcelona por los pagos al vicepresidente de los árbitros contrasta con la falta de autocrítica interna. No sólo nadie en el club ha mostrado su estupor ante esta conducta, sino que tampoco hubo una sola imagen de protesta por parte de los aficionados que acudieron a Montjuïc para ver el partido.
La Ley del Deporte impide que exista una sanción deportiva al FC Barcelona, al haber prescrito los delitos. Sin embargo, el club catalán se queda solo, señalado y con un presidente que va camino del banquillo. El fútbol español pide un castigo ante el mayor escándalo de la historia del deporte nacional y el boicot del Sevilla FC amenaza con ser sólo el principio de lo actos de rechazo y condena que sufrirá el FC Barcelona a corto plazo.