Lionel Messi volvió a los terrenos de juego, pero no lo hizo con esa aura que le había rodeado en los últimos partidos. Su equipo acabó sucumbiendo frente al FC Cincinnati y, por lo tanto, el conjunto dirigido por Tata Martino dijo adiós a su clasificación para los playoffs.
La ilusión imperaba en el Inter de Miami para ver a su líder y jugador franquicia sobre el terreno de juego. La victoria se antojaba innegociable para no depender de nadie en su camino hacia las eliminatorias finales a por el título de la Major League Soccer, sin embargo, ese triunfo no pudo llegar.
Fue un gol del argentino Álvaro Barreal el que certificó el fracaso del Inter Miami. El conjunto presidido por David Beckham ocupa la penúltima posición en el Este de la MLS y se encuentra ahora a siete puntos del DC United, el equipo que marca los puestos de 'playoffs', a falta de dos jornadas para el final. Por lo tanto, ya no puede aspirar a ocupar dicha plaza.
El club de Florida pagó su rendimiento muy negativo hasta el mes julio. Pese a que la llegada de Messi supuso un cambiazo en el rumbo de la campaña, los últimos resultados negativos, durante la ausencia del argentino acabaron con las esperanzas de la franquicia de llegar a la postemporada.
Messi, desquiciado
Sin duda alguna, Lionel Messi dejó una de las imágenes del encuentro en el descuento. El delantero del Inter de Miami salió al terreno de juego en la segunda mitad para intentar revertir la derrota que estaban sufriendo tras el gol recibido en primer tiempo. Los de Tata Martino se encomendaron al '10' para intentar lograr esa ansiada victoria, algo que no conseguían desde el pasado 20 de septiembre.
Sin embargo, no lo consiguieron y sumaron una nueva derrota. En el descuento del partido, Messi tuvo un encontronazo con Santiago Arias. El delantero argentino se enfangó con el defensa colombiano y tuvo un cruce de palabras bastante tenso, llegando casi a encararse.
Messi quiso recriminarle una acción a Arias y no contento con la reacción del zaguero, el atacante le siguió por el terreno de juego durante varios segundos para intentar mantener una conversación. Messi, visiblemente nervioso, no pudo contenerse y le espetó varias frases. Esto hizo que Miazga, jugador del Cincinnati, llegase a intervenir para calmar la situación.
Sin embargo, Leo Messi volvió a mostrarse muy insistente, fruto de la tensión de la situación y de lo crítico del momento. Esas palabras por suerte no fueron a más, pero demostraron la altísima intensidad con la que vive el jugador rosarino su nueva aventura en la MLS.