La Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado la reapertura del caso Jimmy, en el que se investigó la muerte del ultra del Deportivo de La Coruña, Francisco Javier Romero Taboada, conocido como Jimmy.
En un auto al que ha tenido acceso este periódico, el tribunal revoca la decisión del juzgado instructor de archivar esta investigación al no poder encontrar a los implicados en su muerte.
Los hechos sucedieron el 30 de noviembre de 2014, durante una pelea entre ultras del Dépor (los Riazor Blues) y del Atlético de Madrid, cerca del estadio Vicente Calderón, que entonces era el campo del club colchonero.
Jimmy fue lanzado al río Manzanares, que discurre cerca del antiguo estadio, presuntamente, por parte de uno o varios radicales del Frente Atlético.
Ahora, la Audiencia Provincial estima el recurso presentado por LaLiga y permite que se elabore el informe pericial sobre las imágenes de lo ocurrido propuesto por dicha entidad.
"Son claros los indicios delictivos que se extraen de lo actuado, concretamente referidos a la causa violenta de la muerte de Francisco Javier Romero Taboada. (...) La cuestión a resolver no versa sobre tales indicios, sino sobre si los hay respecto a la participación de cada uno de los investigados en la producción de alguno de dichos resultados típicos", señala el auto.
Tal y como informó EL ESPAÑOL, el caso fue archivado por el Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid en mayo de 2021. Antes, la causa se había reabierto tras aparecer una testigo sorpresa.
Se trataba de una mujer que se presentó en 2017 ante la Policía y aseguró que había escuchado a un miembro del Frente Atlético, su expareja, decir: "Yo tiré a Jimmy al río, yo lo tiré". Sin embargo, su testimonio cayó en saco roto y la Justicia sobreseyó el caso.
Ahora, la Audiencia Provincial de Madrid sí da veracidad a la declaración de esta mujer, pese a que ésta denunciase posteriormente a su pareja por malos tratos.
"Consideramos, por lo tanto, que el testimonio incriminatorio de [nombre omitido] no puede descalificarse en los términos que se reflejan en la resolución del Juzgado (...). La explicación según la cual la testigo decidió romper el silencio precisamente con ocasión de denunciar a su pareja, integrada en un grupo radical violento, es conforme a máximas de experiencia y no tiene por qué evidenciar un móvil espurio", indica la resolución.
Durante casi una década, hasta cuatro jueces se han hecho cargo de esta causa, que ya había sido archivada antes, en 2018.