El Reino de Marruecos tiene como propósito albergar la final del Mundial de 2030. El favoritismo dentro de la candidatura íbero-marroquí recae sobre España, concretamente en el nuevo Santiago Bernabéu, pero el país norteafricano mantiene vivas sus esperanzas. Para ello tiene un plan, que pasa por la construcción de un 'megaestadio', el Grand Stade de Casablanca.
Este estadio es un sueño que se extiende por más de una década y que Marruecos comparte con un estudio de arquitectura español, Cruz y Ortiz. Al reputado grupo sevillano ya se le asignó el mismo proyecto en 2018, cuando Marruecos se presentó como candidato en solitario para organizar el Mundial de 2026 que se acabaría llevando Estados Unidos junto a México y Canadá.
Ahora el estudio Cruz y Ortiz espera retomar aquel proyecto, que debe ser parcialmente reformulado. Marruecos quiere un estadio más grande, que pasaría de 93.000 asientos proyectados inicialmente a 113.000 para convertirse en el recinto deportivo con mayor capacidad de África y el segundo del mundo. Solo estaría por detrás del estadio Rungrado Primero de Mayo, situado en Pionyang, capital de Corea del Norte, y capaz de albergar a 114.000 espectadores.
Al no salir adelante la candidatura de Marruecos para el Mundial de 2026, aquel proyecto quedó prácticamente en agua de borrajas. El presidente de la Federación de Fútbol de Marruecos (FRMF), Fouzi Lekjaa, anunció la convocatoria del concurso de arquitectos, que los despachos deberán presentar sus bocetos en breve y que las obras comenzarán en 2025. Cruz y Ortiz aspira a volver a encargarse del diseño.
El estadio se emplazará en Benslimane, a 45 kilómetros de la ciudad de Casablanca. En el plan inicial, el recinto ocuparía una superficie de 51.729 metros cuadrados que ahora podría ampliarse con el nuevo aforo señalado. El presupuesto es de 5.000 millones de dirhams, en torno a 455 millones en euros.
El estudio, dirigido por Antonio Cruz y Antonio Ortiz, cuenta con una sobrada y reconocida experiencia. Uno de sus primeros grandes proyectos fue el diseño de La Peineta, haciéndose responsables también de su transformación al actual Cívitas Metropolitano. El anterior proyecto del Grand Stade de Casablanca que corría por su cuenta contaba con algunas similitudes respecto al feudo del Atlético de Madrid. También el estadio de La Cartuja (Sevilla) es otra de sus obras.
Internacionalmente, en su porfolio aparecen proyectos relacionados con el fútbol en países como Suiza (estadios del Grasshopper y FC Zürich, del AC Lugano y del FC Lausanne Sport) y Francia (estadio del Clermont Foot 63). También el Dalian Yifang chino confió en ellos su ciudad deportiva. La guinda de sus carreras sería hacerse cargo de una sede tan importante para un Mundial, que además aspiraría a albergar la finalísima.
El gran requisito que pone la FIFA para albergar la final de un Mundial es que el estadio cuente con capacidad para, al menos, 80.000 espectadores. En España cumplirían con esa condición el Bernabéu, que acabará en unos meses su remodelación, y el Camp Nou, que tiene prevista su inauguración tras sus obras en junio del 2026. En el Barcelona, eso sí, son conscientes del favoritismo del estadio del Real Madrid en la agenda de la RFEF.
Marruecos quiere contar con su propia apuesta, con ese estadio que aspira a diseñar el estudio Cruz y Ortiz. No será hasta el segundo semestre de 2024 que FIFA proclame oficialmente la sede del Mundial de 2030 y se adjudiquen definitivamente los estadios que albergarán los partidos de la cita. El Comité Técnico del Mundial ha empezado a visitar ya las sedes y se encuentra esta semana en Marruecos desempeñando su labor.
El sueño de Marruecos
Para el país norteafricano, el Mundial de 2030 culminará un ambicioso proyecto. Marruecos también organizará la Copa África femenina de 2024 y la masculina de 2025, cuya designación se anunció también a finales de septiembre.
Además, podría albergar el Mundial de Clubes en 2029, la que sería la segunda edición de la competición bajo el nuevo formato con 32 equipos (la primera será en 2025, en Estados Unidos). Estas citas pondrán a prueba las instalaciones del país africano de cara al gran evento de dentro de siete años.
El Gobierno de Marruecos movilizará un presupuesto total de 14.500 millones de dirhams (unos 1.300 millones de euros) para reformar seis estadios del país magrebí y construir el Grand Stade de Casablanca pensando en estas citas.
De acuerdo con el convenio, se movilizará un total de 9.500 millones de dirhams (868 millones de euros) para la reforma de seis estadios en dos etapas: una primera entre 2023 y 2025 para renovar estos terrenos conforme a los estándares de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), seguida por una segunda etapa de reforma (2025-2028) de acuerdo con los estándares de la FIFA.
Los elegidos son el Gran estadio de Tánger, el Complejo Mohamed V de Casablanca, el Complejo Deportivo Mulay Abdallah de Rabat, el Gran Estadio de Agadir, el Gran Estadio de Marrakech y el Complejo Deportivo de Fez. El convenio también incluye el presupuesto de 5.000 millones de dirhams para la construcción del nuevo estadio en Bensliman. Un estudio español quiere encargarse de diseñar la joya marroquí.