El deporte siempre ha sido uno de los pasatiempos más recurridos en la sociedad. Mientras que hay gente que prefiere dedicar sus momentos de ocio a leer, salir a caminar por la naturaleza o acudir a espectáculos culturales, una buena parte de la población habitualmente ha recurrido al deporte, a su seguimiento diario y lo ha convertido en una parte importante de su vida.
Sin embargo, los tiempos cambian, las tecnologías evolucionan y la oferta de alternativas es cada vez mayor, y todo eso termina influyendo en los hábitos de consumo de la sociedad. De un tiempo a esta parte la manera de percibir el deporte ha cambiado considerablemente y eso se refleja en un descenso alarmante del seguimiento de todos los deportes.
EL ESPAÑOL ha podido acceder a un informe elaborado por la asociación Sociología del Deporte que refleja una serie de datos muy esclarecedores que confirman un cambio de tendencia en torno al consumo del deporte.
Así, aunque pueda parecer, por ejemplo, que el fútbol tiene cada vez más peso y está mucho más en nuestro día a día que antes, lo cierto es que tanto el deporte rey como el resto han experimentado una pérdida de interés por parte de la población. Por ejemplo, la asistencia a los estadios deportivos ha descendido desde el 51% en 1995 hasta apenas el 31% en 2022.
Es el fútbol precisamente el que más ha sufrido este espectacular descenso de público en las gradas de los estadios, mientras que otros deportes han experimentado una caída un poco más suave.
Y es que la gran cantidad de oferta de ocio que existe en la actualidad es uno de los grandes motivos, a juicio de David Moscoso, el presidente del Comité de Sociología del Deporte, que ha propiciado este claro cambio de tendencia. Eso sí, hay otros factores que influyen y que el sociólogo explica en su charla con EL ESPAÑOL.
Los estadios se vacían
Los datos de la Encuesta de Hábitos Deportivos en España son claros y muestran una tendencia a la baja del interés que despierta en la sociedad ir a un recinto deportivo de manera habitual. El descenso de 20 puntos en la afluencia a los estadios en menos de tres décadas habla de que acudir a unas instalaciones deportivas era antes poco menos que un acontecimiento social y ahora es algo mucho menos relevante.
Se ha perdido, por lo tanto, mucho interés por el deporte en este sentido en España mientras que los derechos televisivos han ido creciendo en valor de manera desorbitada. Precisamente el seguimiento por televisión puede ser uno de los grandes culpables de que cada vez haya menos gente viendo deporte in situ.
En el año 1995, año en el que por ejemplo el Real Madrid ganó La Liga, el Barcelona la Liga ACB, o Miguel Indurain su quinto Tour de Francia, la asistencia presencial a los espectáculos deportivos alcanzaba el 51%, un guarismo muy a tener en cuenta, pero desde entonces la tendencia no ha hecho más que bajar.
En el año 2000 descendió del 50% para colocarse en el 48%, llegó al 46% en 2005 y el único repunte se produjo en 2010, coincidiendo con el triunfo de España en el Mundial de fútbol, ya que regresó al 47%. Desde entonces, la asistencia a los recintos deportivos cayó estrepitosamente hasta colocarse en un 37% en 2015 y quedarse en un 31% apenas en 2022. 20 puntos de diferencia entre 1995 y 2022.
El fútbol, el más afectado
Quien más ha sufrido en este aspecto es sin duda el fútbol. La evolución de la asistencia a los estadios se encuentra bajo mínimos y debe ser algo que preocupe a un estamento tan importante como LaLiga, que se tendría que preguntar qué es lo que está sucediendo para que se produzca este desinterés.
La asistencia a los estadios estaba en el 53% en 1995 y subió hasta el 58% en el año 2000 y el 56% en 2005. Aquellos eran números muy esperanzadores, pero la tendencia cambió de manera radical a partir de ahí porque en 2010 el seguimiento era de un 42%, mientras que en 2015 se quedó apenas en un 24% hasta el 21% del año pasado. Una caída estrepitosa.
El baloncesto, que antes era el segundo deporte que más gente concentraba en los pabellones, también ha sufrido una durísima caída porque la asistencia en este deporte se ha quedado en una tercera parte. Desde el 21% de 1995 hasta el 6% de la actualidad hay mucha brecha, una muestra de que cuesta seguir el basket.
Otros deportes como el motociclismo, el atletismo, el ciclismo o el balonmano se encontraban en 1995 cerca del 10% de asistencia, pero ahora los datos reflejan que han caído a unos guarismos mínimos.
Una manera distinta de consumir
Lo que está claro, más allá de la afluencia a los recintos deportivos, es que el deporte se sigue consumiendo y siguiendo a través de los medios de comunicación. Sin embargo, en este aspecto también hay un claro cambio de tendencia que tiene que ver en los últimos años con la evolución de las nuevas tecnologías y con la irrupción de las distintas plataformas de internet.
La conversión es un hecho y se observa un claro descenso del seguimiento a través de los medios tradicionales como son la televisión, la radio y la prensa, mientras que en auge se encuentran todos aquellos instrumentos que tienen que ver con internet como los dispositivos electrónicos, las redes sociales y las plataformas digitales.
Pese a todo, la televisión sigue siendo la principal forma de consumir espectáculos deportivos empleada por la sociedad española (44%), aunque internet aparece como el segundo medio en clara tendencia al alza (35%). Les siguen el teléfono móvil (30%), la prensa generalista (29%), la prensa deportiva (24%), la radio y las redes sociales (23%). Las plataformas digitales deportivas representan un 14% aunque suben con fuerza.
Obviamente, y debido a la brecha digital, la manera de consumir el deporte es muy diferente según el rango de edad en el que nos movamos. Mientras que los menores de 24 años optan por internet, la franja entre los 25 y los 44 apuesta también por internet y la televisión, mientras que a medida que la edad avanza la televisión se queda como el gran recurso.
Los motivos
En esta evolución de la manera de consumir deporte en España y que refleja "una pérdida de interés" según el informe analizado, influyen varios factores. La oferta de ocio ha cambiado muchísimo y las nuevas generaciones también tienen unos nuevos hábitos, donde necesitan consumir casi de manera impulsiva, que hace que le cueste más sentarse a ver un espectáculo deportivo completo.
"Ha cambiado la manera de consumir. Igual antes la gente se ponía 90 minutos delante de la televisión para ver un partido de fútbol, y ahora lo que pasa es que la gente joven lo ve por internet o por redes sociales. No se comen los 90 minutos, pero sí es cierto que ven los momentos más importantes del partido, los goles, la polémica...", dice David Moscoso para EL ESPAÑOL.
Para este sociólogo la sobresaturación del calendario en muchos deportes no influye tanto en la pérdida de interés como la aparición de otras alternativas de ocio: "Entre los años 2000 y 2022 ha bajado el interés un 20% y esto se debe, en mi opinión, no tanto a que haya muchos eventos entre semana sino al hecho de que cada vez hay más oferta digital en el consumo de la televisión y de las plataformas de pago".
Insiste Moscoso en que ahora hay una enorme variedad de servicios y que las generaciones más jóvenes buscan estos formatos más atractivos: "Hay productos que están muy bien estudiados por la industria, porque hay teleseries a la carta de cualquier cosa", indica. De hecho, según sus últimas encuestas una de las opciones preferidas por la población para su tiempo libre es la de ver series de televisión.
"Al deporte no le queda más remedio que adaptarse a la fórmula de las plataformas digitales para adecuarse a la realidad de las pautas de consumo, que son las que marca la gente más joven de entre 16 y 50 años", asevera David Moscoso.
Él le resta importancia a los horarios de prime time por los que tanto se lucha en la televisión, y pone el ojo en las promociones que se hace de algunos productos. "Nosotros tenemos un esquema desde el punto de vista de nuestra manera de asimilar tanta información y visualización de imágenes hoy en día. Ahora tenemos poca capacidad de aguantar más tiempo de 30 o 35 minutos viendo algo porque queremos consumir distintos productos", finaliza David Moscoso.