Tras 12 jornadas de La Liga, el Girona es líder en solitario. Es la cuarta temporada en Primera División en toda la historia del club (93 años) y ahora sueña con todo tras cumplirse el primer tercio del curso. La realidad era opuesta hace dos años, en 2021, cuando en este punto de la competición el equipo iba decimonoveno en Segunda. Miguel Ángel Sánchez Muñoz 'Míchel' (Madrid, 1975) revirtió la situación.
A Míchel le reclutó Quique Cárcel, director deportivo del Girona, quien incluso condicionó su continuidad en el cargo a la del técnico madrileño en el banquillo cuando el equipo ya iba en subida en los primeros meses de 2022. Míchel ya había conseguido dos ascensos con el Rayo Vallecano y el Huesca, pero todavía le faltaba consolidar un proyecto. En Montilivi le dieron todas las herramientas y él construyó algo inimaginable.
El espíritu del Leicester -el revolucionario campeón de la Premier League en 2016- se apodera ahora de este Girona. Ganar La Liga es muy complicado. Una batalla de tintes titánicos frente al Real Madrid, el Barcelona o el Atlético, los campeones de las últimas 19 ediciones de la competición. Pero con este equipo, el que más goles mete de La Liga (29 en 12 partidos) y con una atractiva idea de juego, todo es posible.
[Los secretos del liderato del Girona: el poder de Emiratos Árabes, de Guardiola y de Roures]
La historia de Míchel empieza en las casas bajas de la antigua calle Monte Oiz, en Palomeras (Vallecas). Ahí dio sus primeras patadas a un balón, como bien quiso dejar marcado en el pregón de las Fiestas del Carmen de Puente de Vallecas en 2018. De ser un niño más del barrio a convertirse en emblema del mismo. Con la 'Franja' llegó a convertirse en su tercer futbolista con más partidos (425) y su máximo goleador (67). Se retiró en las filas del Rayo en 2012. Hace ya cinco años llegó el penúltimo ascenso del equipo a Primera con 'Míchel I' de Vallecas, como se le conoce ya cariñosamente allí, en el banquillo.
El próximo sábado, día 11 de noviembre, el Girona de Míchel visita Vallecas. Lo hará seguro como líder, ya que el Real Madrid no juega su partido de la jornada -contra el Valencia- hasta unas horas después. El escenario será ideal para que el cariño de los vecinos sirva de homenaje, aunque a partir del pitido del árbitro vayan a ser rivales.
En Girona, Míchel también se ha convertido en uno de los suyos. Por los éxitos del equipo, pero también por lo involucrado que ha estado desde el principio. No por nada le cantan aquello de 'Míchel català'. El vallecano sentía que estaba obligado a aprender la lengua de allí. No por presión sino para poder desempeñar todavía mejor su trabajo, aunque le haya caído algún reproche.
Y cuando le preguntan por ello, Míchel le da absoluta normalidad: "Lo haríamos todos. Si fuésemos a Inglaterra, intentaríamos aprender inglés lo más rápido posible para poder comunicarme en un sitio que a mí me hace feliz. Y para ser más feliz, cuanto más esté con la gente, mejor. Y para estar con la gente, tengo que tener un diálogo con ellos. Si no, es jodido", dijo en una entrevista a RAC1.
Míchel, en el vestuario
Para saber cómo es Míchel en el vestuario, que mejor que lo explique alguien que lo haya vivido desde dentro. Ese es Jordi Calavera (Cabra del Camp, 1995), lateral derecho que pasó por las filas del Girona entre agosto de 2019 y enero de 2022. Coincidió, por tanto, con el inicio de la 'era Míchel' en Montilivi.
"En el día a día, nos exigía mucho", recuerda Jordi Calavera en conversación con EL ESPAÑOL. "Estaba muy encima de todos para crear ese estrés que en los entrenos no hay, pero que en los partidos sí", explica el defensa que luego pasó por el Sporting y el Lugo, y actualmente está sin equipo.
Pero el inicio ya se sabe cómo fue, con el Girona asomando la cabeza a la Primera RFEF. Aún así, el mensaje que transmitía Míchel apuntaba hacia arriba: "Nos decía que estábamos empezando algo nuevo, que la manera en la que él quería jugar era difícil de entender o ejecutar, porque tienes que estar en constante movimiento, creando líneas de pase y entender muy bien el juego, ser muy inteligente. Eso nos costó al principio. Él decía que si seguíamos así, seguro que le íbamos a dar la vuelta, que no cambiaba ningún futbolista de la plantilla por cualquier otro de la división", recuerda Calavera.
El lateral tarraconense no estuvo todo el tiempo que ahora le hubiera gustado estar con Míchel. Solo duró unos meses, ya que salió cedido el 31 de enero de 2022, el último día de aquel mercado de invierno. Lo pidió él y Míchel respetó su decisión: "Tenía pocos minutos. Él me dijo que contaba conmigo, que estaba contento con mi actitud y lo que aportaba al equipo".
"Míchel nos exigía mucho en el día a día, sobre todo quería que entrenáramos con estrés"
Jordi cree que Míchel fue "bastante duro" con él aquellos meses juntos: "Yo estaba en un momento un poco malo. Él quería intentar ayudarme a su manera y yo me lo tomaba todo al revés". Ahora sabe que el madrileño era así con él por su bien y reconoce que todo aquello le vino muy bien "para saber gestionar muchísimo mejor las cosas". Es el lado de gestor que también le hace falta a todo buen entrenador y que Míchel, con carácter, lleva a su manera.
Un reflejo son las charlas de Míchel que se pueden ver en los canales del Girona -y eso es mérito de su equipo de comunicación-, en las que también se entiende cómo es su relación con los jugadores. En la última, de la mañana del lunes en la ciudad deportiva, estrenando el liderato, dejó un mensaje claro: "Sobre el liderato, nada de lo que pasa es casualidad. Nada. Es muy merecido por vuestra parte".
En el radar del Manchester City
Nada es tampoco casualidad respecto a los elogios que recibe ahora Míchel. Elogios que le ponen, dicho sea de paso, en el radar del Manchester City. Es un hilo que se sigue fácil: el equipo inglés y el Girona comparten dueños -el City Group-, Míchel es un gran admirador de Guardiola y su filosofía de juego y, además, Pere, el hermano de Pep, es el presidente del Consejo de Administración del club catalán.
Guardiola tiene contrato con el City hasta 2025 y ya ha ido plantando semillas que pueden justificar su salida en poco más de año y medio. "He visto a Pep muy cansado", decía Cesc Fàbregas tras comentar la pasada final de Champions League que ganó el equipo de Mánchester.
Míchel es un entrenador muy bien valorado en el City Group y estará en la baraja de candidatos. Roberto De Zerbi, entrenador del Brighton, es otro que está ahí. A favor del español está ese vínculo directo que ya ha podido establecer, incluso teniendo encuentros con Guardiola. Jordi Calavera lo tiene claro: "Es muy fácil ahora decir esto, pero Míchel siempre hablaba de números y superioridades y es de los mejores entrenadores que he tenido con la pelota. Se empapa mucho de Pep", dice el jugador catalán.
Y lo que dice, además, tiene mucho sentido: "Claro que puede ser el sucesor de Guardiola en el City. Está haciendo lo que está haciendo con jugadores, en teoría, de menor talla mundial, como son los del Girona, respecto los del City. Están jugando muy bien y van líderes. Si lo está haciendo con el Girona, obviamente puede hacerlo en un equipo cuyos jugadores tienen más facilidades para entender el juego". ¿Llegará el día que 'Míchel I de Mánchester' sea una realidad?