El fanatismo en Argentina por el fútbol, en este caso el equipo Boca Juniors, sobrepasó una vez más una línea que jamás se debería cruzar. El dolor por la derrota en la final de la Copa Libertadores ante Fluminense llevó a un aficionado argentino hasta lo peor: quitarse la vida.
Es la trágica historia de Marcelo Alejandro Morales, un policía de solo 23 años que no pudo soportar que Boca perdiera su tercera final desde la última vez que ganó el torneo -en 2007-. El joven suicidó con su propia pistola reglamentaria en su habitación, en la que estuvo siguiendo en directo el partido que se jugó en Río de Janeiro.
La noticia ha conmocionado toda Argentina, ya que además fue desvelada por la madre de la víctima en directo por televisión. Verónica, así se llama la mujer, no podía contener su llanto desgarrado mientras explicaba el suceso ante los micrófonos de una cadena de TV argentina: "Boca es una basura porque mataron a mi hijo. Por ellos se mató mi hijo, por Boca".
"Era fanático de Boca. Si perdía estaba mal, se ponía triste, pegaba piñas, decía que no podía perder, que era lo más grande Boca. Me lo mataron. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador que me dé el pésame", contó Verónica. Explicó que le trataba de calmar los días antes, que tuviera fe en la victoria, a lo que su hijo le contestaba que "obvio que tienen que ganar, si no va a saltar gatillo... pero yo no pensé que se fuera a matar".
La madre de Marcelo le encontró sobre la cama tras escuchar el disparo. "Boca es una basura porque a mi hijo me lo mataron. Por ellos se mató mi hijo, por Boca. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador ni nadie que a mí me dé el pésame", denunciaba completamente rota tras la dura pérdida.
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Verónica también reveló que "hace tres semanas le dijo al padre que no me cuente nada a mí, pero le dijo: 'Si el 4 de noviembre no gana Boca, yo me mato'. El papá pensó que estaba haciendo una joda, no lo tomó en serio. Que tomen conciencia los jóvenes, que piensen en su familia".
También se sumó la declaración del primo de la víctima, que explicó: "Cuando me fui de la casa, al rato me llamó la hermana diciéndome que se había pegado un tiro. Todas las veces que mirábamos Boca con él, estaba loco, era muy fanático. Puteábamos los dos juntos, pero no amenazó con hacer nada, ni tampoco dio indicios".
Locura 'xeneize'
La nueva derrota de Boca en la Libertadores se cobró la vida de este joven policía y también dejó a miles de aficionados desalmados. En los últimos días se viralizaron historias de fanáticos que viajaron hasta Río de Janeiro, incluso sin entradas y algunos acompañados de sus hijos, habiéndolo dejado todo para ello: ahorros, dinero de becas, videoconsolas, vehículos... La locura 'xeneize' se llevó al límite y el equipo falló.