Este sábado, Vinicius y el Valencia se vuelven a ver las caras. El conjunto che visita al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, siendo esta la primera vez que se enfrentan desde el pasado 21 de mayo. Aquel día en Mestalla se vivió uno de los peores momentos del fútbol español en los últimos años y a día perdura la polémica a la espera de más consecuencias.
Cuando Madrid y Valencia salten al campo el sábado, se habrán cumplido 174 días del partido en el feudo blanquinegro marcado por los insultos racistas a Vinicius. El brasileño se negó a jugar al señalar a varios aficionados situados en la antigua Curva Nord. El árbitro De Burgos Bengoetxea inició el protocolo contra el racismo y se emitió una advertencia por megafonía. Con todo, el encuentro siguió y Vinicius fue expulsado poco después en una acción en la que golpeó en la cara a Hugo Duro.
Rápidamente, en redes sociales se viralizaron vídeos de esos ataques racistas contra Vinicius fuera y dentro de Mestalla. Ancelotti era contundente en rueda de prensa: "Un estadio entero haciendo insultos racistas no lo había visto nunca". El Real Madrid denunció los hechos ante la Fiscalía y el Valencia expulsó de por vida de su estadio a tres jóvenes, que el 23 de mayo fueron detenidos. Competición cerró cinco partidos la grada de Mestalla y quitó la roja a Vinicius.
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Aquel incidente dejó una herida profunda en la liga. Vinicius fue claro con sus sentimientos, puesto que ya se habían puesto previamente ocho denuncias por los insultos racistas recibidos en otros campos de La Liga: "El racismo es normal en LaLiga, España es conocido como un país de racistas", llegó a decir.
Pero, a pesar de la actuación del Valencia con los tres aficionados que luego fueron detenidos, algo no sanó jamás entre el club che y Vinicius. Y se debe a la constante denuncia de la entidad del Turia hacia aquellos que generalizan respecto al valencianismo con los insultos de aquel día, incluidos Ancelotti y el propio jugador brasileño.
La declaración de Vinicius ante la jueza
Se ha llegado casi a un punto de guerra continua. El Valencia lanzó por primera vez su alegato en defensa de su hinchada solo dos días después del partido en Mestalla: "No podemos aceptar que se tache al valencianismo como una afición racista. No es verdad. Pedimos respeto".
Ha habido más, como la dura respuesta a Vinicius tras su declaración en el juzgado que investiga a los tres jóvenes que protagonizaron los supuestos insultos racistas. Vinicius ratificó el pasado 5 de octubre que se siente víctima de insultos racistas y su intención de reclamar judicialmente por ello, ya que está convencido de que los insultos y las alusiones a su persona se produjeron exclusivamente por motivos raciales y por el hecho de que destaca como futbolista. Además, insistió en que los insultos fueron generalizados por parte de aficionados de todo el estadio.
El Valencia respondió públicamente manifestando su "sorpresa, rechazo e indignación". "El racismo no tiene cabida ni en el fútbol, ni en la sociedad, pero no puede combatirse con falacias, ni mentiras infundadas", dijo el club en un comunicado en el que pidió a Vinicius que rectificara "de manera pública su presunta declaración".
La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia citó también al brasileño del Real Madrid Éder Militao para que comparezca en calidad de víctima. LaLiga remitió antes al juzgado un escrito en el que explica que el defensa del Real Madrid también fue objeto de expresiones vejatorias de carácter racista.
La imagen que vio todo el mundo en el Balón de Oro
El penúltimo arrebato del Valencia llegó durante la pasada gala del Balón de Oro. Vinicius fue uno de los premiados en París, recibiendo el Trofeo Sócrates por la labor social que lleva a cabo con su Instituto Vini Jr. La organización del evento proyectó la imagen de Vinicius en Mestalla señalando a la grada que profirió insultos racistas
La organización del Balón de Oro proyectó una imagen de Vinicius en Mestalla señalando a la grada que profirió insultos racistas. Eso molestó al club: "El Valencia CF lamenta el uso en la gala del Balón de Oro de nuestra imagen y su asociación a unos comportamientos aislados que el Club persiguió de forma urgente y tajante, aplicando el castigo más severo a los implicados. Reiteramos nuestra condena más absoluta contra el racismo pero también pedimos el máximo respeto a nuestra afición y a nuestro club".
Vinicius volvió a dejar en París durante aquella gala un discurso contra el racismo: "Estoy muy feliz de recibir este premio y poder ayudar a tantos niños en Brasil salir de las favelas. Es muy especial para mí. No me gusta hablar de racismo. Pero no me importa hacerlo cuando sea necesario. Espero que todos podamos ayudar a acabar con el racismo. Es muy triste hablar de racismo, a mí me gusta hablar de fútbol. Quiero transmitir fuerza para seguir en la lucha. Espero que haya menos incidentes con el racismo", dijo.
Los ataques en la prensa valencianista
Pero la postura del Valencia se ha llevado al límite en otros lugares como las redes sociales, donde los insultos a Vinicius están a la orden del día, como en la prensa, siendo el brasileño objeto de burlas y portadas que le señalan constantemente.
En el foco de la polémica está el medio Súper Deporte, de Valencia, que tras el día de los hechos en Mestalla reaccionó así: "Ancelotti no mientas; Vinicius no provoques". Desde entonces han seguido varias portadas más contra el brasileño, usando además un término despectivo para referirse a él: "Pinochius".
Al Bernabéu con 579 aficionados
Y así se llega al momento del partido de este sábado. El Valencia estará en el Bernabéu acompañado de 579 aficionados, a los que este jueves envió una carta con un mensaje claro. El club les pidió en la misiva que se rebelen "contra quienes nos han acusado de ser lo que no somos" y que animen "por encima de cualquier provocación".
Horas antes, el Valencia también cargaba contra el periodista Federico Jiménez Losantos, que en la radio denunció que el club che no haya echado a sus ultras de Mestalla y añadió: "El Valencia tiene hasta un 'pasquín' (Súper Deporte), donde insultan a Vinicius continuamente, aparte de todo el estadio llamándole 'mono'". "Mensaje a los ultras radiofónicos", empezaba la réplica che a través de las redes. "Ponte gafas y un audífono y respeta a una institución y afición centenarias", dijo el club que, además, prohibirá la entrada al periodista en su estadio a partir de ahora. El ambiente sigue caldeado por los incidentes que ocurrieron hace ya casi seis meses.