El 2 de noviembre del 2000 nació en Buduburam, un campo de refugiados de Ghana, Alphonso Davies. Un niño de ascendencia liberiana al que sus padres libraron de la segunda guerra civil de su país. Poco después emigraron a Canadá. Todavía no lo sabían, pero esa decisión fue clave para que ese pequeño niño se convirtiera unos años más tarde en uno de los mejores laterales del mundo. 

Ahora, con 23 años, y siendo una de las figuras indiscutibles del Bayern de Münich, Alphonso Davies parece estar cerca del Real Madrid. Termina contrato en 2025, pero según las últimas informaciones parece no estar por la labor de renovar.  Mientras tanto, el club blanco está atento. El Madrid es una maquinaria en constante movimiento y en busca de los mejores. Y Davies lo es. Lo es ahora en el conjunto bávaro y lo fue también en su etapa en Canadá y Estados Unidos.

En Canadá comenzó a dar sus primeras patadas a un balón. Llegó con cinco años y entró en un programa en el que niños de escasos recursos podrían competir a nivel federado. Ahí fue ojeado y entró en la St. Nicholas Soccer Academy. Allí explotó sus cualidades futbolísticas y el Vancouver Whitecaps, un equipo profesional, se fijó en él. 

[El plan del Bayern Múnich con Alphonso Davies para intentar desviar su mirada del Real Madrid]

Empezó a romper récords de precocidad. Fue el jugador más joven en debutar en la United Soccer League, la segunda liga de fútbol más importante en Estados Unidos. También fue el primer jugador nacido en el siglo XXI en jugar en la Major League Soccer y el segundo más joven en debutar en la liga, solo tras el ghanés Freddy Adu. Esto con 15 años.

Tan solo estuvo tres temporadas en el fútbol estadounidense. Su nivel no pasó desapercibido en los clubes más grandes de Europa, pero fue el Bayern de Münich quien se hizo finalmente con sus servicios por tan solo 11 millones de euros.

Parón en su carrera

Llegó al club bávaro en la temporada 18-19 y le costó tener minutos, pero en su segundo curso ya se hizo titular indiscutible. Un año mágico para el Bayern de Münich que logró un triplete para la historia y en el que Alphonso Davies dejó actuaciones para el recuerdo, especialmente la del 2-8 frente al Barça en la semifinal de la Champions League

Lo que no sabía Davies es que después de tocar el cielo en el mundo del fútbol iba a bajar de golpe al ostracismo. En el parón invernal del curso 21-22 se contagió de la Covid-19 y poco después, durante el mes de enero, se le detectó una afección cardíaca (miocarditis).

[Alerta por el interés del Real Madrid en Alphonso Davies: acercamiento al agente y límite 50 millones]

Un contratiempo para el futbolista canadiense que llegó a pensar que nunca más volvería a jugar al fútbol: "Eso fue muy aterrador, especialmente porque los médicos decían no saber cuánto tiempo se suponía que debía estar fuera. Creo que esa fue la parte más aterradora. En ese momento tenía dudas en mi cabeza, si todavía iba a poder jugar al fútbol, pero al final todo salió bien", aseguró tras recuperarse. 

Finalmente, pudo volver, pero tardó 110 días en hacerlo. Se perdió casi cuatro meses de competición y regresó en el partido de Champions ante el Villarreal donde los bávaros cayeron eliminados.

Alphonso Davies en un encuentro de Champions ante el Galatasaray REUTERS

Desde entonces Davies ha vuelto a ser un fijo y su nivel está aumentando con el paso de los partidos. Al canadiense todavía le queda contrato hasta 2025, pero es probable que abandone el club este verano antes que marcharse libre. Su destino podría ser el Real Madrid, pero todavía no hay nada cerrado.

Un jugador polivalente

En caso de aterrizar en el cuadro de Chamartín, el Real Madrid ganaría un jugador diferencial para el lateral izquierdo. Con Alphonso Davies ganas recorrido y una amenaza en ataque, pero al mismo tiempo puede ser un seguro en defensa debido a su gran capacidad atlética que le permite corregir en todo momento.

Pero Davies es mucho más que un lateral. De hecho, en el fútbol estadounidense destacó por ser un extremo con mucho desborde. Además, en la selección canadiense también ha cumplido la función de interior gracias a su calidad técnica que le permite desenvolverse en espacios reducidos.