Las selecciones de Israel y Palestina, al margen de la guerra y con los sueños de la Eurocopa y el Mundial

El parón pone el foco en las selecciones y hay dos cuyos territorios están sumidos en un sangriento conflicto desde hace semanas. Israel y Palestina se visten de corto para que, al menos, durante unas pocas horas el fútbol alivie el resto. No podrán hacerlo con normalidad, por el contexto que les rodea y por las condiciones en las que están obligados a jugar estos dos combinados que no pueden pisar su casa.

Ni la selección de Israel ni la de Palestina jugarán sus partidos como locales en sus países. El combinado israelí -que ya jugó el domingo ante Kosovo un partido aplazado por el estallido de la guerra- disputará en Felcsút (Hungría) sus encuentros como local ante Suiza (este miércoles) y ante Rumanía (el 18 de noviembre). Con estos dos partidos y otro que jugará el día 21 cerrará en Andorra su fase de clasificación para la Eurocopa 2024. Aún depende de sí mismo para estar en la cita de Alemania.

En cuanto a la selección palestina, esta debe arrancar la segunda fase de la clasificación para el Mundial de 2026. El jueves 16 juega como visitante ante Líbano en Sharjah, ciudad de Emiratos Árabes Unidos, y el martes 21 frente a Australia. Su primer encuentro será sin público por una sanción de la FIFA sobre el combinado libanés -por unos hechos ocurridos en 2022- y segundo lo hará como local, pero en un estadio de Kuwait por la situación en los territorios de Cisjordania y Gaza.

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El origen de todo para estos dos combinados se remonta a 1928. Durante el Mandato de Reino Unido sobre Palestina, se creó una selección compuesta exclusivamente por jugadores judíos y británicos. Un año más tarde, en 1929, la Asociación Palestina de Fútbol (PFA) fue reconocida por la FIFA. 

Tras la creación del Estado de Israel, en 1948, la Federación palestina pasó a convertirse en la Asociación de Fútbol de Israel (IFA). Pasaron 50 años con los palestinos en un limbo futbolístico hasta que la historia cambió en 1998. Ese año, gracias a la gestión del entrenador argentino Ricardo Carugati, la FIFA volvió a aceptar a la nueva -y actual- Asociación Palestina de Fútbol, que había renacido en 1952.

Israel fue uno de los miembros fundadores de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), en 1954, y durante más de dos décadas compitió en ella. El conflicto palestino hizo que los países árabes rechazaran durante años jugar contra el combinado israelí, aunque en 1964 ganó la Copa Asiática siendo anfitrión y en 1970 se clasificó por primera y única vez hasta ahora para el Mundial -cayó en la primera fase-. Tras una propuesta de Kuwait, Israel fue expulsado de la AFC en 1976 y durante años fue acogido por Oceanía y Europa hasta que, finalmente, la UEFA integró a la IFA con las federaciones europeas en 1994.

Paralelamente, el fútbol fue creciendo en Palestina. Allí la competición se divide en dos ligas, la de Gaza y la de Cisjordania, con un enfrentamiento final entre sus ganadores para determinar al campeón. La selección de Palestina jugará en enero de 2024 su tercera Copa Asiática consecutiva y en 2017 superó por primera vez a Israel en el ranking FIFA. Actualmente es la 96ª selección del mundo, mientras que la israelí ocupa el puesto 71.

El equipo de Israel

En el presente, Israel y Palestina sueñan con jugar la primera Eurocopa y el primer Mundial de sus respectivas historias. Afrontan estas fases de clasificación, con la europea a punto de concluir, en mitad del clima bélico que ha dejado miles de muertes en ambos territorios en las últimas semanas.

El conjunto de Israel volvió al ruedo primero. La expedición salió de Tel Aviv el pasado fin de semana, aunque cuando se dirigía al aeropuerto tuvo un susto. Las alarmas antibombas de la ciudad alertaron de un posible ataque aéreo del grupo Hamás y los futbolistas y el cuerpo técnico tuvieron que resguardarse durante unos minutos. Pudieron despegar finalmente sin problemas y aterrizaron en Pristina (Kosovo) en mitad de un fuerte operativo de seguridad.

Bajo esas medidas es escoltada la selección de Israel en todo momento y también afecta a los rivales. Vedat Muriqi, delantero del Mallorca e internacional con Kosovo, ya señaló esto: "En el aeropuerto de Kosovo, había agentes de policía israelíes presentes que vinieron específicamente a controlarnos. ¡Estamos aquí por deporte, no para pelear!", reclamó el jugador de La Liga.

En el caso de Israel, por los partidos aplazados del anterior parón de octubre, la FIFA amplió la presente ventana obligando a los jugadores a adelantar las salidas de sus clubes. En una rueda de prensa celebrada este martes, el capitán Eli Dasa retrató la historia de Naveh Soham, un niño de ocho años que fue secuestrado en Gaza con siete miembros de su familia y lo único que sobrevivió después de que el grupo Hamás quemara su casa fue un zapato de fútbol. Esa misma bota era sostenida por el futbolista.

El equipo de Palestina

El equipo palestino recibió días atrás la visita de Jibril Rajoub, teniente general y presidente de la PFA. En el encuentro, Rajoub y su equipo de seguridad inspeccionaron el campamento de la selección y aseguraron sus condiciones. Este se levantó en Jordania, con la intervención del Príncipe Ali bin Hussein, una vez los jugadores pudieron abandonar el territorio palestino por la guerra.

No hay una lista oficial del equipo, pero sí fue desvelada por 'Football Palestine'. Se trata de un portal creado en 2008 que actualmente es la principal referencia en internet para seguir la actualidad del fútbol palestino. En total, son 26 los jugadores que representarán a Palestina en los dos partidos programados para este parón.

Partido entre Palestina y Arabia Saudí Europa Press

Al revelarse sus identidades, se sabe que diez jugadores juegan en el extranjero (Suecia, India, Azerbaiyán, Chile, Indonesia, Tailandia, Suiza, Kuwait, Egipto y Bélgica). El que ha alcanzado mayor nivel élite es Oday Dabbagh, que juega en el RSC Charleroi de la primera division belga. Hay tres jugadores más sin equipo y otros tres que pertenecían a clubes de Israel. El resto juegan en la liga de Cisjordania, sin que haya representación desde hace tiempo de la liga de la Franja de Gaza.

La edad media de la plantilla es de 26,8 años. Abdelhadi Yassin es el más joven, con 19 años, uno de los tres jugadores nacidos en el siglo XXI. Los jugadores de mayor edad tienen 30 años: Musab Al-Battat, Tamer Seyam, Mohammed Saleh y Odai Kharoub.

El equipo de Palestina lleva dos meses sin competir, mientras que su liga está suspendida desde inicios de octubre. La selección contaba para estos partidos con haberse preparado el mes pasado con dos amistosos contra Tayikistán y Malasia, pero estos fueron suspendidos y el temor es que, sin apenas rodaje, los resultados ahora no acompañen y pongan en peligro el sueño mundialista.