El partido del pasado sábado entre Francia y Gibraltar pasó a la historia de la selección gala al ser la mayor victoria de su historia. El combinado dirigido por Didier Deschamps anotó la friolera cifra de 14 goles en una abultada victoria en la que el técnico tuvo mucho que ver.
Deschamps fue clave en que su equipo no aflojase el ritmo en la segunda parte. Tenían en juego superar un récord histórico de su país y así se lo hizo saber a todos sus futbolistas en el descanso con un discurso que pareció convencer a toda su plantilla.
"Tengamos más de lo mismo en esta segunda mitad. Mantened las cosas lo más simple posibles y cada vez que podamos, marcamos. Vamos 7-0, pero no hay límites. Quiero la misma determinación en todos. El récord es 10-0, para vuestro interés. Podéis destrozarlo. No os contengáis, chicos". Ese fue el discurso del seleccionador francés a sus jugadores antes de saltar al campo en la segunda parte.
Sin duda, el mensaje caló con fuerza en sus futbolistas, que no aflojaron y siguieron masacrando a un equipo con diez. Al igual que en la primera mitad, en el segundo tiempo volvieron a anotar siete goles más. Llegaron a los diez del récord en el minuto 73, pero querían más. Y lo consiguieron. En el 74 hicieron el 11-0 y en los últimos diez minutos llegaron tres goles más.
Mbappé, el más destacado
Sin duda, la figura más destacada del encuentro entre Francia y Gibraltar fue Kylian Mbappé. El delantero del PSG marcó un hat trick y repartió tres asistencias logrando a llegar a los 300 goles en su carrera profesional.
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Pero el ariete francés también fue criticado en la goleada de su Selección por 14-0 a Gibraltar. La razón, celebrar de forma efusiva el duodécimo gol del equipo. Según caían los tantos, los jugadores galos se iban cortando en sus celebraciones, pero no fue el caso de Mbappé que abrió los brazos con grandes signos de alegría y comenzó a correr por el campo animando a la grada en una imagen que no gustó a muchos.