Escándalo en Maracaná por la violenta pelea protagonizada por la policía brasileña e hinchas argentinos. El clásico del fútbol sudamericano quedó empañado por unas feas imágenes que se produjeron antes del saque inicial, retrasando el inicio del partido hasta media hora. Los futbolistas intentaron mediar, pero el portero 'Dibu' Martínez se extralimitó.
El equipo de Argentina -jugadores y miembros del cuerpo técnico- y algún futbolista de Brasil se acercó a la grada cuando se percataron de la brutal pelea que primero iniciaron aficionados de uno y otro bando. La fuerte represión policial, principalmente contra los hinchas argentinos, cargó de mayor tensión la escena en el templo futbolístico de Río de Janeiro.
La preocupación principal de muchos jugadores era que algunos familiares se encontraban en esa zona de la grada y temían que se vieran involucrados en la batalla campal. Leo Messi, capitán de Argentina, ordenó a sus compañeros abandonar el campo hasta que se templara la situación, pero antes de eso 'Dibu' Martínez llegó a perder los papeles.
En un momento dado, cuando la policía cargaba a porrazos contra la hinchada argentina, 'Dibu' Martínez se impulsó en las barreras para lanzar su mano izquierda contra un miembro de las fuerzas policiales. El objetivo del portero era, precisamente, quitarle la porra.
Algunos miembros de la Albiceleste y de la seguridad del estadio le frenaron entre agarrones, evitando así un problema mayor. Inmediatamente otros jugadores de la selección de Argentino trataron de calmar al portero, que hace unas semanas recibió el premio Yashin a mejor guardameta del año durante la gala del Balón de Oro.
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Triunfo de Argentina
Tras los incidentes y volver a saltar al campo, Argentina se impuso este martes por 0-1 a Brasil en el clásico jugado en Maracaná. La Albiceleste se confirmó como líder de la clasificación de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de 2026 con 15 puntos y hundió en una crisis a la Canarinha, que nunca antes había perdido tres partidos seguidos en eliminatorias.
La victoria con un gol de Otamendi en el segundo tiempo en un clásico empañado por el incidente violento en las tribunas le permitió a Argentina terminar el año como líder de las eliminatorias con 15 puntos, dos más que Uruguay, su inmediato escolta.
La humillante derrota en el mítico estadio carioca, en cambio, hundió a Brasil al sexto lugar en la clasificación, el último de los que garantizan cupo para el Mundial, y dejó en la cuerda floja al seleccionador interino, Fernando Diniz, cuya cabeza fue pedida a gritos en el Maracaná.