España ya está en la Final Four de la Liga de Naciones. Al fin y al cabo eso es lo que importa, pero lo cierto es que por primera vez desde que se proclamó campeona del mundo en Australia dejó dudas con su juego. La derrota ante Italia se produjo de una manera inexplicable, porque después de una buena primera mitad el equipo se cayó por completo en la segunda y le dio alas a su rival. [Así vivimos la derrota de España ante Italia]
Athenea del Castillo, que siempre cumple, puso por delante a la Selección a los pocos minutos del silbido inicial, y pese a que España pudo matar en este primer acto todo se desmoronó en el segundo. Varios despistes groseros, como el de saltar al terreno de juego con diez jugadoras y no con once tras el pase por los vestuarios, desencadenaron una serie de hechos desgraciados que terminaron en la primera derrota de las de Montse Tomé en esta Nations League.
A efectos clasificatorios, el partido importaba poco por la derrota previa de Suecia. España sabía que ya estaba clasificada, pero no se puede decir que jugó con la relajación, sino que se despistó de manera alarmante y terminó pagándolo ante un combinado italiano que se mostró muy batallador y muy acertado de cara a la portería rival.
Aún así, España estará en la Final Four de esta Nations League y peleará por el título. Pero no sólo eso, sino que certificó quizás lo más importante, la posibilidad de seguir peleando por clasificarse para los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Un buen arranque
Italia sorprendió en el arranque por la fuerza con la que entró al terreno de juego. Quizás sabiéndose inferior a España, quiso mandar un mensaje de advertencia y pisó con facilidad el área española durante los primeros instantes. No es que Cata Coll tuviera que exhibirse con grandes paradas, ni mucho menos, pero sí es cierto que se vivió más en la mitad del campo de la Selección que en el contrario.
Sin embargo, Italia no aprovechó las oportunidades y poco a poco el partido fue yendo al cauce esperado. Las de Montse Tomé se asentaron con el paso de los minutos, se hicieron con el dominio del esférico y empezaron a mandar como a ellas les gustaba. La defensa italiana comenzó a sufrir y parecía cuestión de tiempo tan sólo que llegara el primer gol.
Efectivamente, los pronósticos no fallaron porque antes del cuarto de hora España ya iba por delante en el marcador. Athenea del Castillo, siempre cumplidora y siempre brillando, se internó en el área, hizo un recorte para zafarse de su par y soltó un latigazo tremendo con la pierna derecha que se coló en la portería italiana.
Parecía entonces que podía llegar una goleada (una más en esta Nations League) porque los minutos siguientes fueron de dominio absoluto español. Parecía que tan sólo había un equipo sobre el césped de Pasarón, porque la posesión era local por completo, pero es cierto que a España le faltó mordiente, agresividad y casi ambición.
Así las cosas, el partido se marchó muy abierto para los segundos 45 minutos cuando las de Montse Tomé podían haber matado antes.
Lo que sucedió en la segunda mitad se escapa del alcance de la lógica. Para empezar, fruto de una confusión con el cambio del descanso, España saltó al césped con una jugadora menos y eso lo aprovechó Italia para empatar en la primera acción de este segundo acto. Un despiste tremendo terminó con el gol de Giacinti, que definió muy bien dentro del área.
La Selección española desapareció del campo. Quedó como noqueada, desnortada y sin saber qué estaba sucediendo. Italia olió la sangre y aprovechó las circunstancias, algo inimaginable apenas unos minutos antes. Una pérdida en la salida del balón terminó en un centro magnífico de las transalpinas desde el costado derecho y un cabezazo inapelable de Cambiaghi para hacer el 1-2.
Pero había más, el drama iba a ser todavía mayor, confirmando que España se había ido del partido mucho antes de tiempo. Un córner desembocó en el tercer tanto de Italia, obra de Linari, que tan sólo tuvo que empujar el balón en el segundo palo fruto de otro despiste monumental.
Había, no obstante, tiempo suficiente como para buscar la reacción y eso fue lo que intentó España. Esther González, que había entrado en la segunda mitad, definió en el mano a mano tras un buen pase de Tere Abelleira (jugaba en su casa) para reducir las diferencias.
Aunque las españolas lo intentaron, la guardameta italiana tampoco tuvo que hacer intervenciones de excesivo mérito y los minutos se fueron escapando. Italia supo gestionar los instantes finales y España terminó cediendo su primera derrota en esta Liga de Naciones.