La candidatura de Arabia Saudí para el Mundial de 2034 le ha hecho convertirse en la gran favorita para acoger la cita más importante del fútbol. Ante la ausencia de competidoras de relevancia, especialmente tras la retirada de Australia, ha hecho que el país del Golfo Pérsico tenga todas las papeletas para suceder a Marruecos, Portugal y España.
Figuras del fútbol han mostrado su malestar y el último de ellos ha sido toda una leyenda como Philipp Lahm. El exjugador alemán ha lanzado un dardo hacia la que puede ser la próxima organizadora de la Copa del Mundo, ya que prácticamente se ha quedado sin rivales y se ha erigido como la única candidatura sólida.
"La cronología de los acontecimientos de las últimas semanas demuestra que muchas cosas van actualmente en la dirección equivocada. Se perdió de vista el efecto democrático que pueden tener los torneos de fútbol. Últimamente, las decisiones y los procesos han sido muy cuestionables", ha señalado el que fuese uno de los mejores defensores de la historia de Alemania.
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En la actualidad Philipp Lahm ostenta un cargo de cierta responsabilidad, ya que es el director la Eurocopa 2024. Por ello, el excapitán de la selección alemana se mostró muy tajante en sus declaraciones y resaltó las pocas críticas que ha recibido la designación de Arabia como país que albergará el Mundial de 2034.
Además, Philipp Lahm incidió en la escasa credibilidad que tiene el país del Golfo Pérsico para albergar un evento de estas características. "Muchos aficionados echan de menos la credibilidad, y con razón. Tienen la impresión de que todo gira en torno al dinero. Eso perjudica al fútbol, porque el fútbol vive de su credibilidad", resaltó el exinternacional teutón en unas declaraciones recogidas por el medio Redaktionsnetzwerk Deutschland.
Sin rivales
Arabia Saudí acogerá, con casi total seguridad, el Mundial de 2034. La ausencia de rivales y la política rotatoria de la FIFA hacen que el país asiático se haya convertido en el gran favorito acoger la cita más importante del mundo del fútbol, por lo que sería el segundo país de Oriente Medio en acogerlo tras el disputado en Qatar.
El adiós de Australia en esa batalla le ha facilitado el camino para continuar con esa tónica para acoger eventos de gran magnitud. "Hemos analizado la posibilidad de presentar una candidatura para albergar la Copa del Mundo y, tras tener en cuenta todos los factores, hemos llegado a la conclusión de no hacerlo para 2034", explicó la federación oceánica para desmarcarse del proceso.
Además, no parece que vaya a tener ningún rival más, ya que solo podían optar países de Asia y Oceanía. Esto viene precedido por la normativa de FIFA impide a las naciones de una confederación aspirar a ser sede si otro de sus socios lo ha sido en los dos Mundiales anteriores.