El gobierno francés ha prohibido que los aficionados sevillistas viajen el martes a Lens para asistir al encuentro de Champions entre el club hispalense y el equipo francés. Así lo ha informado el ministro de Interior galo, Gérald Darmanin, quien busca endurecer las medidas de seguridad tras la muerte hace una semana de un seguidor del Nantes que fue apuñalado durante una pelea con ultras del Niza.
Esta medida, anunciada por Darmanin en una entrevista con el medio francés Brut, sería de carácter temporal y responde a los incidentes alarmantes ocurridos en las últimas semanas. No obstante, la decisión afectará a cerca de 300 aficionados sevillistas que ya tenían compradas sus entradas para disfrutar el partido.
El Sevilla FC, sorprendido por la falta de comunicación previa sobre esta decisión, ha expresado su firme oposición a través de un comunicado. El club considera la medida como desproporcionada y un perjuicio no solo para sus seguidores, que ya habían organizado su viaje, sino también para el fútbol en general.
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En respuesta, el Sevilla está realizando gestiones con el gobierno español, buscando una solución que permita a sus aficionados asistir al partido.
El partido contra el Lens representa un momento clave para el Sevilla en su andadura europea. Tras quedar fuera de la fase de eliminación directa de la Champions, el equipo se juega su continuidad en la competición europea, buscando un puesto en la UEFA Europa League. La ausencia de su afición en un partido de tan alta relevancia añade una capa de complejidad al desafío que enfrenta el equipo.
A pesar de la situación complicada en La Liga, donde el Sevilla ocupa una posición no muy favorable, el partido del martes se presenta como una oportunidad para mejorar su desempeño en esta temporada. La victoria es crucial para los andaluces, que buscan reafirmar su presencia en el escenario europeo.
El gobierno francés, al tomar una postura firme en cuestiones de violencia en el deporte, ha desencadenado una ola de reacciones y debates sobre el equilibrio entre la seguridad y el derecho de los aficionados a apoyar a sus equipos en partidos internacionales.