El 2024 no va a ser un año sencillo para la UEFA. Al menos, no lo parece echando un vistazo a la agenda de problemas que se le presentan y con los que va a tener que lidiar en los próximos meses. El máximo organismo del fútbol continental ya sufrió un varapalo hace apenas unos días con la sentencia del TJUE acerca de la Superliga, pero desde luego que ese no va a ser el único escollo a salvar próximamente.
Al ente presidido por Aleksander Ceferin se le plantean varias disyuntivas de gran calado, empezando por la figura del propio presidente. El mandatario quiere prolongar su estancia en el poder hasta el 2031 a base de cambiar la normativa y eso ha abierto un cisma dentro de la propia UEFA, así que no parece la mejor manera de arrancar el nuevo año, con el nombre del líder en tela de juicio.
A eso hay que añadirle otros problemas que giran en torno a lo puramente futbolístico, que es de lo que se trata al fin y al cabo este juego. Uno de ellos es el nuevo formato de la Champions League para darle un nuevo aire a la competición, algo que no ha convencido a nadie dentro del fútbol.
El otro planteamiento tiene que ver con la saturación que experimenta en los últimos años el calendario y que cada vez se lleva por delante a más futbolistas por las lesiones. Es cierto que esto no depende sólo de la UEFA, pero sí tiene un papel importante en el diseño de las fechas, así que el organismo también está en el punto de mira por este aspecto.
El golpe de la Superliga
Una de las grandes preocupaciones de los últimos tiempos han girado en torno a la aparición de la Superliga. Este proyecto, que surge por el malestar de una serie de clubes por la manera de repartir el pastel de los ingresos en la Champions League, se presenta como una gran amenaza al orden establecido hasta el momento.
Hasta ahora, cualquier competición oficial tenía que estar bajo el amparo de la UEFA y de la FIFA, pero desde la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea las cosas han cambiado. La Gran Sala decretó que tanto la FIFA como la UEFA ejercen un "abuso de posición dominante" y que no tiene la exclusividad del fútbol, así que podría haber torneos fuera de su alcance.
Esto supone un gran amenaza para la UEFA, que teme con una estampida de los grandes clubes de la Champions League pese a que muchos de ellos se han pronunciado en contra de la Superliga tras el fallo. Ahora la Superliga tiene vía libre para negociar con los equipos y tratar de cambiarlos de bando, por lo que Ceferin tendrá que encontrar la manera de atarlos en corto.
Se habla de una posible convivencia entre la UEFA y la Superliga, de tal forma que se llegue a un proyecto conjunto que colme las expectativas de estos clubes fundadores y que no rompa de forma tan radical con lo establecido, pero por el momento parece una opción lejana.
La nueva Champions y Ceferin
La Champions League tal y como la conocemos hasta el momento llegará a su final esta temporada. A partir del próximo curso entrará en vigor un nuevo formato que dará un vuelco a la habitual fase de grupos que se jugaba hasta ahora. Habrá más equipos y más partidos en una especie de liguilla donde los 8 mejores obtendrán su pase a los octavos de final, mientras que el resto todavía tendrán que ganárselo en unas eliminatorias previas.
El fin de todo esto es tratar de enganchar más al público y ofrecerles a los clubes una mayor compensación económica, una especie de grito desesperado para tratar de evitar una fuga a la Superliga. Sin embargo, este nuevo formato parece que no convence a nadie, ni a equipos ni a aficionados, así que tampoco se descarta que la UEFA vuelva sobre sus pasos.
[Ceferin busca perpetuarse en el poder y crea una división en la UEFA]
La otra gran problemática futbolística está en el calendario. Son muchas las voces que han pedido ya a los grandes organismos del fútbol, entre ellos la UEFA, que se sienten para solventar la excesiva carga de partidos que hay a lo largo de una temporada. Champions League, Europa League, Conference League, Mundial de Clubes, amistosos de selecciones, clasificaciones para la Eurocopa o el Mundial... demasiados frentes durante el curso.
Sin embargo, no paran de salir torneos alternativos como el nuevo Mundial de Clubes que quiere copar una buena parte del calendario o el retorno de la Copa Intercontinental, la que enfrentaría al campeón de la Champions League con un equipo del resto del mundo que saldría de unas eliminatorias previas.
Las lesiones se siguen multiplicando y los equipos pierden cada vez más fácilmente a sus grandes estrellas, algo que no sólo va en contra de los propios clubes, sino también contra los intereses del espectáculo y, por ende, de la propia UEFA.
Por otra parte, Ceferin no tiene todo el apoyo que le gustaría dentro del organismo. El presidente quiere cambiar las normas para poder estar en el poder hasta 2031 con un nuevo mandato, ya que alega que el primero no lo hizo completo y que, por lo tanto, no debería computar.
Sin embargo, ya han salido varias voces discordantes con esta maniobra, especialmente la de David Gill, exdirectivo del Manchester United, que se ha postulado abiertamente en contra de que Ceferin pueda cumplir otro mandato 'adicional'.
Así las cosas, son varios los frentes de acción abiertos que tiene la UEFA para este próximo 2024 y con los que tendrá que trabajar de manera intensa para seguir apagando fuegos.