El pasado 26 de diciembre zarpó el crucero de Neymar. Con la estrella brasileña a bordo, el buque emprendió su travesía de Santos a Río de Janeiro que terminará este viernes. Tres días de viaje con tres fiestas temáticas: una ibicenca, otra de disfraces y una tropical.
Quien quisiera subirse al crucero de Neymar tuvo que pagar entre 1.000 y 6.000 euros el billete. El navío tiene de todo para lograr el disfruta de cada pasajero: casino, bolera, cine, parque acuático, teatro... Los vídeos que han ido apareciendo en redes sociales en los últimos días muestran la locura que se vive día y noche en alta mar.
Neymar no se ha perdido ninguna fiesta. La polémica está servida, ya que pasarse tres días seguidos de juerga no es lo más recomendable en mitad de una rehabilitación del ligamento cruzado.
Sin soltar sus muletas, Neymar ha sido uno más en las fiestas del crucero que ha organizado en Brasil. Así lo demuestran multitud de vídeos y fotos en los que aparece pasándoselo en grande con todo el mundo y rodeado de todo tipo de lujos.
Todo el crucero tiene temática de Neymar, hasta el punto de que todos los pasajeros del barco recibieron a su llegada un kit de productos relacionados con el futbolista brasileño y autografiados. A bordo habría un total de 3.500 personas.
Lo más comentado por los aficionados al fútbol es la lesión de rodilla que sufre Neymar y que no le ha impedido subirse a su crucero. El pasado 18 de octubre, durante un partido con la selección en Brasil, el exjugador del FC Barcelona sufrió la lesión más grave de su carrera: rotura del ligamento cruzado de su pierna izquierda.
Días después, Neymar pasó por quirófano y desde entonces ha ido iniciando su rehabilitación. A sus 31 años, esta lesión le ha dejado KO para el resto de la temporada y se perderá también la Copa América que se celebrará el próximo verano.
Neymar se va de la élite
Su extravagante crucero es el último paso de un Neymar que poco a poco se ha ido alejando de la élite del fútbol. En el último mercado estival, el brasileño se desvinculó del PSG a pesar de tener contrato en vigor y, pese a tener ofertas de Europa, eligió Arabia Saudí como su siguiente destino.
Neymar se marchó hace unos meses a una liga que se está nutriendo de las que han sido las mayores estrellas del fútbol europeo de la última década, como Cristiano Ronaldo o Benzema. El fichaje de Neymar por el Al Hilal de Riad fue una de las grandes apuestas, pero la grave lesión supuso un duro mazazo para la competición. Aún así, su equipo es líder destacado de la liga.
Ahora, Neymar disfruta de una vida de alguien más apartado del fútbol. Las cláusulas de su contrato con el Al Hilal también lo son: una mansión con 25 habitaciones, una piscina de 40 metros de largo y 10 de ancho, una flota de coches de lujo y una furgoneta con chófer las 24 horas, un avión privado a su disposición y un cobro de 500.000 por cada ubicación que suba en sus redes sociales en la que haga publicidad de Arabia Saudí como destino turístico. Quien un día fuera el heredero de Messi en Can Barça, ha pasado a una vida estrafalaria que no casa con la profesionalidad que exige el fútbol actual.