Pasan los meses y la crisis del Sevilla FC no hace más que acrecentarse. Uno de los clubes más importantes del fútbol español vive sus momentos más duros de los últimos años. La situación deportiva, el ámbito institucional, la tensión entre el equipo y sus aficionados... El club hispalense es un caos absoluto.
El último episodio que sirve para palpar la tensión que se vive en el equipo andaluz tuvo lugar tras la derrota del Sevilla frente al Athletic Club en el Sánchez Pizjuán. Después del pitido final, Sergio Ramos atendió a pie de campo a los medios de comunicación. Durante su intervención comenzó a recibir increpancias por un seguidor sevillista y el camero no dudó en contestarle.
"Ten un poco de respeto, que estamos hablando. Un poco de respeto a la gente que está escuchando y al escudo. ¡Cállate ya, anda!", gritó Sergio Ramos. Se mostró visiblemente enfadado y quedó latente los momentos de tensión que viven ambas partes en las últimas semanas.
Tras sucumbir ante el Athletic, la afición sevillista dijo basta. Pitaron durante gran parte del encuentro, hartos del rendimiento del equipo esta temporada. Y es que el Sevilla está ahora mismo a tan solo un puntos de la zona del descenso con la mitad de la liga disputada. Un drama.
Idéntico al año del descenso
Parece que fue hace mucho cuando el Sevilla era un equipo campeón, pero en realidad hace no tanto de eso. Y es que el cuadro hispalense es el actual campeón de la Europa League. Sin embargo, ha pasado del cielo al infierno en apenas ocho meses.
Ahora mismo la situación del Sevilla es dramática. Ocupa la decimosexta posición en La Liga, pero tan solo se encuentra un punto por encima del descenso. Ha ganado únicamente tres de los diecinueve partidos de la primera vuelta y en su feudo tan solo se ha llevado los tres puntos en dos de sus diez partidos.
Además, se ha quedado sin la bala de disputar competiciones europeas. Su papel en la fase de grupos de la Champions League también ha sido malo. Cero victorias en un grupo con Arsenal, PSV y Lens han significado que ni si quiera puedan lograr el pase a la fase final de la Europa League.
Lo normal es que el Sevilla remonte el vuelo en algún momento, pero cuando uno echa la vista atrás y mira temporadas con unos registros similares a estos es normal que se preocupe. La temporada 2023-2024, con la primera vuelta temporada, es la peor del club andaluz desde la 1999-2000.
Cuando ahondas y te das cuenta de lo que ocurrió esa temporada aumentan los motivos para asustarse. Y es que ese año el Sevilla descendió a Segunda División. Curiosamente finalizó la primera vuelta con 16 puntos, los mismos que esta, y con tres victorias, siete empates y nueve derrotas. Los números con este curso son idénticos.
La diferencia entre ambos casos reside en la posición que ocupaban en la tabla. Aquel año, el Sevilla era colista y tenía la salvación a cinco puntos. Ahora está fuera de los puestos de descenso y tiene un colchón de un punto. En el año 2000 el Sevilla acabó la temporada último con 28 puntos. Sería una catástrofe si ocurre algo similar.
Sin rumbo
Uno de los problemas del Sevilla en los últimos tiempos es que parece un equipo sin rumbo. Los entrenadores son intercambiados como si fuesen cromos lo que hace imposible tener un proyecto deportivo estable. A esto hay que sumarle los cambios en la presidencia, las idas y venidas de Monchi... Nada es estable.
Lejos quedan las largas aventuras de Unai Emery o Julen Lopetegui. Precisamente, tras la destitución de este último en octubre de 2022 han pasado tres entrenadores diferentes. El primero fue Mendilibar, que logró el milagro de ganar la Europa League. Sin embargo, el vasco fue cesado del cargo el pasado mes de octubre.
[Del Nido Carrasco sucede a Pepe Castro como presidente del Sevilla]
Tras él llegó Diego Alonso. El uruguayo no cuajó y no ganó ninguno de sus trece partidos en el banquillo sevillista. Una dura derrota frente al Getafe provocó su despido y la llegada al cargo de Quique Sánchez Flores. El madrileño debutó con un sólido triunfo frente al Granada, pero sus dos siguientes partidos se han saldado con derrota.
De momento no está en duda, pero si la dinámica no cambia será el siguiente en caer. Al Sevilla le queda la bala de la Copa del Rey. Los andaluces se miden este domingo 7 de enero al Racing de Ferrol en busca de conseguir el pase a los octavos de final. Quien sabe si el torneo copero puede ser la salvación del Sevilla en una de las peores temporadas de su historia. No es de extrañan que en cursos complicados el cuadro andaluz se saque un As de la manga.