El Barça de Xavi Hernández no logra salir de la tormenta. Las dudas persiguen al equipo desde hace muchas semanas, incluso meses. Partiendo de la semifinal de la Supercopa de España que afronta este jueves ante Osasuna y con otra ronda de la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, el técnico catalán vuelve a escuchar que se la juega.
Y en este momento de máxima tensión, de lo que se habla es del lado más gruñón del entrenador azulgrana. Xavi ha protagonizado muchos momentos de nervios en el área técnica y las cámaras le han captado infinidad de veces perdiendo los papeles, especialmente con los árbitros.
La última fue en el último partido, contra el humilde Barbastro en Copa del Rey. El Barça acabó casi pidiendo la hora en el campo de un equipo que milita en Segunda RFEF y Xavi tuvo un rifirrafe con dos jugadores locales, molestos por sus protestas al cuarto árbitro.
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Nada más pitar José Luis Pulido Santana el final del partido, Xavi fue a su asistente a protestar algo y eso encendió a un par de jugadores del Barbastro. Antes, en el minuto 44 del partido, el técnico culé ya fue sancionado por "hacer observaciones" a una de las decisiones del árbitro.
Peor acabó el hermano y segundo entrenador de Xavi, Óscar Hernández. Pulido Santana le expulsó porque "una vez finalizado el encuentro y estando aún sobre el terreno de juego, se dirigió hacia el cuarto árbitro, recriminando una de mis decisiones y posteriormente se dirigió hacia miembros del cuerpo técnico local en actitud exaltada".
Para Xavi significó la 14ª tarjeta amarilla que ve desde que es entrenador del Barça, mismo periodo en el que su hermano ha sido expulsado hasta en tres ocasiones. La única vez que el primer entrenador del Barça vio la roja fue el pasado mes de agosto, en la visita azulgrana al Getafe que acabó 0-0.
Las salidas de tono en el área técnica les están saliendo caras a los hermanos Hernández. Van siempre al límite con los árbitros, no se sabe bien si por su naturaleza o por la propia presión que hay en el ambiente por el mal juego y unos resultados que no van bien del todo -especialmente en Liga-.
Xavi reconoció en unas declaraciones que siempre habla, es "pasional, protesto, me enfado, vivo el partido... Así me ha ido bien y es difícil cambiar". Unas palabras muy similares a las que dejó este miércoles cuando, en Movistar Plus, le preguntaron por lo ocurrido ante el Barbastro y sus amonestaciones.
"Los futbolistas del Barbastro creo que se confundieron, al final estuvimos hablando, fue una conversación con el árbitro. Sin más. Siempre trato de tener esos valores de respeto y quiero ganar, el problema es que hay tensión, quiero ganar, quiero que gane el Barcelona, es mi equipo de corazón... En eso estoy. Sí es verdad que en algunos momentos me tengo que controlar un poco más, pero nada más. No va a cambiar, soy así, soy pasional, es mi manera de ser y de competir y para nada va a cambiar ni mi imagen ni mi manera de ser", dijo en vísperas del partido en Arabia contra Osasuna.
Xavi Hernández ha visto 14 amarillas y una roja en 116 partidos al frente del Barça. Eso hace una media de una amonestación por cada 8,3 partidos del equipo azulgrana. Unos números que para nada tienen que ver con los de su etapa como jugador, en la que nunca vio una roja directa (sí le expulsaron tres veces por doble amarilla) y vio 69 amarillas en 925 partidos como profesional. Eso hace una media de una amonestación cada 13,4 partidos.
Para Óscar Hernández, es la tercera roja que ve desde que es asistente de su hermano. Va a una por temporada en el Barça: primero ante el Atlético de Madrid, en la 2021/2022; luego ante el Mallorca, en la 2022/2023; y, por último, la del pasado fin de semana en Copa del Rey.
El reparto de las amarillas de Xavi como entrenador del Barça es así: cinco tarjetas amarillas en la 2021/2022 (cuatro en Liga y una en Europa League), ocho tajetas en la 2022/2023 (cinco en Liga, dos en Copa del Rey y una en Champions League) y, de momento, solo una en la presente campaña -además de la roja-.
Todas las amarillas que ha recibido Xavi como entrenador del Barça han sido por sus protestas airadas contra los árbitros. La pasada temporada llegó tan al límite que, incluso, cumplió partido de sanción por acumulación de amarillas. Algo insólito para un entrenador. Los colegiados vigilan bajo lupa a Xavi, igual que sus jefes en un momento en el que cuadro culé no remonta. Por delante, la Supercopa y la Copa del Rey.