El fútbol es un deporte que acostumbra a decidirse por detalles. Un fuera de fuego, un gol en el último minuto, un cambio en el momento correcto... En el primerísimo nivel las diferencias son mínimas. Eso es lo que se espera de El Clásico de la final de la Supercopa que se disputa este domingo 14 de enero.
El Real Madrid y el Barça disputarán en Riad una partida de ajedrez. Un choque de estilos en el que tan solo uno puede salir victorioso. Xavi Hernández y Carlo Ancelotti estarán al mando de las operaciones desde el banquillo, pero necesitarán a un hombre que sea su prolongación sobre el verde.
Estos hombres no pueden ser otros que Frenkie de Jong y Jude Bellingham. Uno está siendo la única noticia positiva del Barça esta temporada y el otro está maravillando al mundo con su fútbol y sus goles.
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De ellos dependerá, en gran parte, el devenir de El Clásico de la Supercopa de España. Frenkie será el encargado de tejer el juego azulgrana, mientras que el jugador inglés del Real Madrid será la gran amenaza blanca. Dos jugadores imprescindibles.
Balones a Jude
Jude Bellingham y Frenkie de Jong representan dos estilos de juego que poco tienen que ver. El Real Madrid acostumbra a imponerse por lo físico. Su fútbol está al alcance de muy pocos, de eso no hay duda teniendo en cuenta la calidad de sus futbolistas, pero es en la fortaleza física donde muchas veces marcan la diferencia.
Mendy, Rudiger, Carvajal, Tchouameni, Valverde, Vinicius, Camavinga, Rodrygo... Todos ellos son auténticos superdotados físicamente. También lo es Jude Bellingham, el jugador en el que acaban gran parte las jugadas de su equipo.
Jude lo es todo en el equipo de Ancelotti. Baja a la altura de los centrales para iniciar el juego, pelea y se lanza al suelo en busca de recuperar un esférico como si de un perro de presa se tratase. Y está en el momento más importante del deporte rey: el gol. A Bellingham se le caen los goles de los bolsillos. Suma 17 goles esta temporada. Es centrocampista. Suma unos números que asustan y de los que ningún jugador de La Liga puede presumir.
Ante el Barça, el británico será fundamental. Ya lo fue en el único Clásico que ha disputado anotando un doblete que dio el triunfo a los suyos. Primero con un latigazo desde la frontal del área y después al 'cazar' un envío de Modric en el área pequeña para dar los tres puntos al Real Madrid en el último minuto.
Todo pasa por Frenkie
El '5' del Real Madrid compartirá zona del campo con Frenkie de Jong. El neerlandés será vital para su equipo en la final de la Supercopa. Si el centrocampista queda anulado por sus rivales las opciones de ganar serán menores. Si aparece y gobierna el partido, el Barça podrá sonreír.
Gobernar. Esa es la palabra que define a De Jong cuando está en su mejor momento y se hace dueño y señor de un partido. Sirve de eje y conexión en todas las líneas y combina su fútbol, su físico y su visión para eliminar algunas carencias del equipo de Xavi.
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No hay duda de que De Jong está siendo el mejor jugador del Barça esta temporada. Si bien es cierto que tan solo ha marcado un gol en toda la temporada, su trascendencia llega en otras facetas del campo. Sin Frenkie, el Barça ha sufrido mucho. Con él ha seguido sufriendo, no le sale nada al club azulgrana, pero ha tenido momentos de buen fútbol.
Revancha o reválida
La final de la Supercopa de España tendrá el aliciente extra de conocer si el Barça revalidará el título de campeón o si será el Madrid quien recupere el trono. Y es que hace apenas un año los de Xavi y los de Ancelotti se midieron en la final y la balanza cayó del lado culé.
Fue un partido en el que los azulgrana fueron sumamente superiores. Ganaron 3-1, pero el único gol del Madrid llegó en el tiempo de descuento. Hasta entonces, el monólogo del Barça fue total con dos goles en el primer tiempo y un tercero en el minuto 70.
Ahora, las cosas han cambiado. El Barça está sumido en una grave crisis deportiva y el Real Madrid se está mostrando prácticamente insuperable. Será una final en la que el Xavi se juega mucho. Si pierde ante su eterno rival, y lo hace por un resultado abultado, su futuro en el banquillo culé peligrará sobremanera. Ganar, eso sí, supondrá un alivio para él y su club.
Por su parte, el Real Madrid llega sin presión, pero con la necesidad de ganar para ser fiel a su historia. En el club blanco solo vale el triunfo, todo lo demás no está bien. Los de Ancelotti son favoritos sobre el papel, pero un Clásico siempre es diferente y está claro que tendrán que firmar un gran partido para llevarse a casa el título.