El expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, y su abogada, Olga Tubau, el viernes 15 de septiembre, a su llegada a la Audiencia Nacional.

El expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, y su abogada, Olga Tubau, el viernes 15 de septiembre, a su llegada a la Audiencia Nacional. Europa Press.

Fútbol

El juez ve motivos para juzgar a Rubiales, Vilda, Luque y Rivera por el beso a Jenni Hermoso

No dice qué delitos habría pero sostiene que el beso “no fue consentido" y fue "una iniciativa unilateral y sorpresiva” del expresidente de la RFEF.

25 enero, 2024 10:43

El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha propuesto juzgar al expresidente de la Federación Española de Futbol Luis Rubiales por el beso "no consentido" a la jugadora de la selección española Jennifer Hermoso tras la final del pasado mundial, celebrada el 20 de agosto en Sídney (Australia).

El magistrado también ve motivos para que se sienten en el banquillo el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque; el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda y el responsable de marketing de la Federación Rubén Rivera, al apreciar que hubo presiones posteriores a las que se sometió a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.

La decisión del juez significa que considera finalizada la instrucción, ve motivos para los cuatro investigados sean juzgados y da un plazo de 10 días al fiscal y al resto de las acusaciones para que presenten escritos de acusación, solicitando la apertura de juicio oral, o, en sentido contrario, para que pidan el archivo de la causa si deciden no acusar.

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Esta segunda opción es del todo improbable teniendo en cuenta que el procedimiento comenzó con una denuncia de la Fiscalía por agresión sexual a la futbolista.

Llamativamente, el juez no menciona la calificación de agresión sexual -ni ninguna otra tipificación delictiva- pese a afirmar que "los hechos son relevantes penalmente".

Según De Jorge, "no es preciso que el instructor haga una calificación detallada ni que se precise los concretos tipos penales que constituirían" los hechos.

El juez ha concluido que el beso a la jugadora “no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva” del investigado Luis Rubiales.

Euforia e intención sexual

Añade que la finalidad erótica o no o el estado de euforia y agitación experimentado como consecuencia del extraordinario triunfo deportivo son elementos cuya consecuencia y consecuencias jurídicas deberá valorarse en el juicio oral.

El instructor explica que en este momento procesal su función se limita a apreciar que existen indicios suficientes de la comisión de los hechos narrados en su auto y que esos hechos son relevantes penalmente, siendo por ello perfectamente sostenible una acusación.

Indica que el beso en los labios “afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas”.

Respecto a la conducta de los otros tres investigados, considera que existen indicios de la existencia de una acción concertada de los tres, acordada con Luis Rubiales, “para doblegar la voluntad de Jennifer Hermoso Fuentes y conseguir que accediera a grabar un vídeo en el que dijese que el beso había sido consentido”.

Los indicios

La resolución judicial indica que hay "indicios racionales" de que los hechos sucedieron así:

"El día 20 de agosto de 2023, en Sidney, con ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española, y en el momento en que la jugadora Jennifer Hermoso recibía el saludo protocolario y la felicitación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, después de haber sido felicitada por S. M. la Reina, Luis Manuel Rubiales, en aquellas fechas presidente de la Real Federación, sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, a la altura de los oídos, y de manera sorpresiva e inesperada propinó un beso en los labios de la jugadora, que no se apercibió de la intención del querellado de besarla en los labios ni dio su consentimiento para ello".

Jennifer Hermoso, "desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, no tuvo tiempo de reaccionar", añade.

La jugadora "trató de restarle importancia en un primer momento y continuar celebrando el histórico triunfo de la selección".

"No obstante, conforme iban pasando las horas, la euforia del triunfo fue dando paso al malestar y al sentimiento de haber sido ofendida por la acción antes relatada, malestar que fue en aumento ante las presiones de Luis Manuel Rubiales y de su círculo próximo para que públicamente manifestase que el beso había sido consentido".

"Convencerla"

En el vuelo de regreso a España, Rubiales "trató de conseguir que Jennifer Hermoso accediese a hacer una manifestación pública, realizada conjuntamente con él, afirmando que el beso había sido consentido, a lo que la jugadora se negó, expresando su malestar".

"Tras pedir consejo a su equipo técnico, Rubiales pidió a Jorge Vilda que hablase con el hermano de la querellante para convencerla de que participase en la realización de un video con el contenido pretendido".

Vilda buscó en el avión a Rafael Hermoso y "le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, su negativa tendría consecuencias negativas para ella y experimentaría perjuicios en su carrera profesional como futbolista".

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Una vez ya en España, "y por encargo" de Rubiales, Rubén Rivera, encargado de la logística del viaje de la selección a Ibiza, "pidió a Jennifer Hermoso, de manera reiterada y persistente, que hablase por teléfono con el responsable de integridad de la Federación".

Rivera "le insistió en que debía participar en el vídeo exculpando a Luis Rubiales". Jenni le comunicó que no deseaba hablar de este tema. A pesar de esa "clara negativa" Rivera "le insistió de manera reiterada para que hablase con Albert Luque Martos, también con la intención de insistirle para que participara en el vídeo".

Hermoso "contestó por whatsapp a Albert Luque, nuevamente rechazando hablar con él".

Rivera "insistió de nuevo a través de una amiga de Hermoso, manteniendo durante horas los persistentes requerimientos a esa amiga para que convenciera a la jugadora para hablar con Albert Luque".

"Ante las reiteradas negativas, Albert Luque se personó en el hotel intentando forzar a Jennifer a hablar con él para convencerla de participar en el vídeo. Albert Luque insistió por medio de whatsapp a Jennifer Hermoso e insistiendo también personalmente, durante aproximadamente media hora, a la amiga de la
jugadora para que Jennifer hablase con él".

Ansiedad y estrés

Finalmente, "ante la rotunda negativa, Albert Luque envió un mensaje de whatsapp a la amiga de Jennifer, insistiendo en su petición de ayuda para justificar la conducta de Luis Rubiales expresando su enfado, acusándola de mala persona, deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegrará de
que eso suceda".

"Las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon en Jennifer Hermoso una situación de ansiedad e intenso estrés", concluye el juez.